La Mariposa Cósmica

Capítulo 143: El poder del esfuerzo

Pov 3ª Persona 

Al unirse las esposas de Uzui Tengen el arcángel noble se había quedado en shock por la unión, ¿creían poder hacer algo contra él? El ser celestial se reía de una manera cómica, era obvio que su nivel superaba por mucho al de ellos, pero antes de que pudiera hacer algo un corte en su espalda propinado por Makio le hizo arrodillarse

Seguidamente el pilar lo apuntaba con una de sus espadas gemelas, con ello se demostraba que toda confianza de Ziros era en vano, incluso un guerrero más débil podía superar y aniquilar a todo aquel que estuviera en la cima, lo que clasificaba como prepotencia, un signo de identidad que solían tener los dioses.

--Creo que ahora lo comprendes, ¿no? Nosotros no luchamos por beneficio para proteger a las personas, peleamos por el impulso egoísta de ayudar a los humanos y a mis esposas, yo les enseñé a combatir por sus propios deseos. Escucha Ziros, incluso si puedes ser alguien fuerte, alguien que carece de sentimientos no es nada, y durante nuestra batalla me he dado cuenta que eras alguien que no ha sido amado por nadie, me das lástima.--Señalaba Uzui con una pequeña burla hacia el mencionado, en el que no dudó en atacar de un salto con cortes unidireccionales con potentes sesgadas hacia el cuerpo del enemigo, solo que esta vez fueron unidos por las tres cazadoras: Suma lanzaba estocadas frontales desde un lado, por el otro Makio lo envolvía en una lluvia de tajos y Suma golpeaba con barras ascendentes y descendentes. La unión de dicho equipo no pudo ser evitada por el pelirrosa, quien recibió todo de lleno hasta ser enviado contra unos escombros, por eso dicha ventaja estaba siendo recuperada por el cuarteto Tengen.

--Malditos cazadores divinos…¡no me jodais estúpidos seres inferiores! ¡Yo soy Ziros, el arcángel Raguel, no puede ser que yo...pueda contra vosotros!--Gritaba molesto el ser celestial habiéndose enfadado por dicha unión de ataques, aunque se había regenerado con éxito de los daños causados, pero por alguna extraña razón su curación se volvía más débil, ¿será por el uso del arma divina del pilar? Sin pensar mucho en dicha posibilidad usó el sol divino " Caída de Meteoros", en el que desde el cielo una lluvia de grandes rocas imbuidas en lava fueron hacia los usuarios enemigos, donde su sonrisa se vio venir de nuevo. Quizás Uzui tenía razón en que no tenía sentimientos, pero jamás cedería a sus ideales de la destrucción del universo mismo, posiblemente de los multiversos, aunque cada vez comprendía que el poder de sus rivales se volvía más peligroso conforme la batalla continuaba.

--No temáis, hemos entrenado con nuestro marido, vamos a enseñarle de lo que somos capaces, ya no somos esas mujeres que no podían hacer nada contra un demonio, ahora rivalizamos con un ser divino.--Ordenaba Makio con su habitual voz autoritaria y que sonaba como una líder, en el que usó un simple corte diagonal con su respiración derivada del sonido "aliento de la música", por lo que una especie de cuerda leve destruía muchos de los meteoros que caían en el suelo.

--Sí, vamos a hacerlo.--Repetían Hinatsuru y Suma mirándose con cierta alegría ya que una nueva oportunidad de ganar se presentaba ante sus ojos. Sin ton ni son combinaron seis cortes entrelazados que se asemejaban a una red, así todo el cielo cayó en la telaraña creada para destruir y neutralizar la lluvia de meteoritos usados por Ziros, una perfecta combinación de las tres cazadoras esposas de Uzui Tengen, quien no dudó en poner una mano sobre las tres mujeres, mostrando una sonrisa en sus expresiones. La más contenta era la pelinegra, que a pesar de su miedo había demostrado valentía, y no todos eran dignos para enfrentarse a aquellos seres.

--Seres inferiores, ya me habéis cabreado, moriréis aquí y ahora. Al principio estaba siendo amable, pero ya que insistís en luchar contra alguien que descendiente de los cielos, acabaréis yendo al infierno de una vez por todas.--Finalizó Ziros impulsándose hacia ellos a pesar de tener una regeneración más lenta, en el que chocó armas con Uzui hasta generar una lluvia de cortes a gran escala con una velocidad increíblemente grande, pero el enemigo usaba movimientos rotatorios por cada espada gemela con el fin de bloquearlo. Las llamas brotaban por cada contraataque, en el que ninguno de los dos cedía por querer vencer al otro, sólo que cada vez empezaba a perder efectividad en sus ataques, ¿de qué se trataría?