Cap. 5

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5. Horrocrux.

—Muy bien, señor Potter -habló el rey, cuando mandó a los guardias y al extraño banquero que se fueran-, ponga su mano sobre el orbe y diga quién es.

Harry lo hizo: —Yo soy Harry James... ¿Evans? Potter.

El rey le quedó mirando por un momento antes de proseguir: —Bien, funciona correctamente. Ahora, usted afirma saber que dentro de usted se esconde algo maligno, ¿Sabe que es lo que es?

—No -negó con apuro.

—Pero sabe que está ahí, ¿Cierto? -a esto, Harry respondió afirmativamente- Bien, bien. ¿Alguien le dijo que dentro de usted guarda eso? - Harry negó- Okay, ¿Como lo descubrió?

—Yo, ah, fue cuando tenía 5 años. Estuve meditando para encontrar la dulce voz y...

—Un momento, señor Potter -el rey le interrumpió-. Antes de eso, hablemos de la voz, ¿Que es?

—Yo... No lo sé con exactitud. Solo sé de qué viene cuando me siento mal. Cuando estoy herido, cuando me siento solo, cuando la presencia trata de controlarme. No sé. Llegó cuando tenía 5 años, después de una golpiza que me dió mi... He, que me dieron. Recuerdo sentirme muy adolorido, muy sólo. Y sólo llegó, y parecía que el mundo era mejor con solo escucharla. Alejaba los problemas y traía paz.

—Correcto, señor Potter. Volvamos a la pregunta anterior.

—Bien, ah, luego de haber escuchado a la voz por primera vez, al día siguiente intenté buscarla. No sé, solo sabía que seguía ahí, conmigo. Entonces intenté concentrarme todo lo que pude. Vacíe mi mente y me permití enfocarme en una sola cosa. Encontrar algo que no podía ver, pero si sentir. Eso fue un error -se lamentó Harry-, porque mis esfuerzos dieron frutos, pero no de la forma que esperaba. De pronto fui consciente de que había algo más ahí, algo siniestro. Se sintió horrible, como si nunca más pudiera ser libre de las garras de aquella maldad. Entonces la voz llegó, y evitó que, eh, la presencia me controlara.

El Rey se encontró sorprendido por la historia de este muchacho: —¿Usted sabe lo que oclumancia, señor Potter?

—No

—Bien, la oclumancia es el arte de cerrar tu mente. Sucede que, con la oclumancia, mantienes la mente tranquila y enfocada, se comienza limpiando la mente.

—Entonces... ¿Hago oclumancia?

—No lo creo, no -negó el rey-. Pero creo que podría aprenderlo. Así, podrá tener mayor control de su mente, y por ende, su propia magia. Pero bueno, pasemos al siguiente tema -dijo-, un subordinado mencionó que hablas pársel, ¿Es eso cierto?

—Yo, mmm, no sé lo que es el pársel, señor.

—Es una habilidad muy rara -mencionó-, es la capacidad de poder hablar con las serpientes. Se decía que es un arte muy oscuro de la magia, porque se relacionaba con varios magos y brujas que se adentraba en la magia oscura. Claro, si bien eso último es cierto, el pársel se basa mayormente en magia curativa. Salazar Slytherin, uno de los fundadores de Hogwarts, era un sanador muy competente. El mejor de su época. Y todo por su habilidad pársel.

—Entiendo... Y sí señor, hablo pársel.

Cuando Harry pensó que el rey iba a hacer más preguntas, este se quedó callado por unos minutos. Luego habló: —Bien, he escuchado todo lo que quería oír. O al menos, lo que considero lo más importante. Si antes estaba seguro, ahora estoy muy convencido.

—¿Convencido? -preguntó Harry- ¿Convencido de qué?

El rey salto de su silla-trono y camino hacia Harry. Con suavidad le removió el cabello para dejar al descubierto su cicatriz: —Eso es un Horrocrux. -señaló.

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