Un paseo por San Francisco

Prólogo

Sigo sin quitar la vista del ordenador, tengo dos grandes universidades que me han cogido para estudiar allí, uno aquí, en San Francisco, a menos de media hora en coche de mi familia, aunque sería más cómodo quedarme en la residencia de la propia universidad. Y la otra, en Los Ángeles, a más de 6 horas en coche de mi casa. Tengo junto al ordenador una hoja con pros y contras de cada universidad, de momento va ganando la de Los Ángeles pero... mi familia, amigos y mi novia son lo más importante para mí, por eso no sé qué decidir. Si me voy a Los Ángeles sólo podré verles en fechas importantes, cómo Navidad, por ejemplo. Qué a mis 18 años me hagan tener que elegir... manda narices. Apoyo los codos en la mesa y mi cabeza sobre mis manos, mirando hacía abajo. Mi móvil me avisa que me ha llegado un mensaje, lo cojo y desbloqueo la pantalla, antes de mirar quién es mi vista se va a la hora, 11.45pm. Joder, pues sí que se me ha pasado rápido estas tres horas que llevo intentando decidir a qué residencia decirle que sí. El mensaje es de mi amiga Yune. Mi mejor amiga desde qué teníamos uso de razón, añado que también es mi vecina.

Tía, no me habías dicho que lo has dejado con Mia. ¿Es por eso que no has querido salir? Si me necesitas voy ahora mismo.

Frunzo el ceño.

¿Qué?

No lo hemos dejado.

Qué pesada es la gente con los putos rumores.

Charlotte, acabo de ver a Mia besándose con otra frente al pub Afterday.

Mi cara es un poema, no doy crédito a lo que me está contando Yune. Obviamente no voy a poner en duda su palabra. Es mi mejor amiga, jamás me diría algo así si ella no lo hubiese visto. Mis ojos, llenos de lágrimas, se fijan de nuevo en la pantalla de mi ordenador, tengo el correo de las dos universidades abierto, sólo me falta aceptar cualquiera de los dos. Escucho, en un segundo plano, mi móvil sonar. Sin pensarlo le doy a aceptar. Quizá me arrepienta y ahora sólo lo estoy haciendo por el dolor pero ya está, he aceptado. Leo el nuevo correo que me llega de la universidad.

Bienvenida a UCLA.

Estamos muy felices de que vengas a estudiar a nuestra universidad. Espero que sea de tu agrado. Ponte en contacto con el remitente de este email para información necesaria.

Atentamente:

University of California, Los Ángeles.

Suelto un suspiro mientras me seco las lágrimas con la manga de la camiseta.