❝FORGET❞ [Vhope] [Namjin]

D i e z

"No importa cómo seas tú, no merezco tenerte."

El sol iluminaba su rostro a la par que caminaba por entre la gente que pasaba rápidamente por su lado sin siquiera notarlo.

— ¡Seokjung! ¡Detente! — gritó en medio de risas al ver a su hermano menor correr en dirección al río que estaba a pocos metros del camino.

Sin embargo el niño le miró de reojo antes de acercarse travieso hasta las aguas cristalinas, importándole poco las quejas del mayor. Kim Seokjin rodó los ojos antes de correr hacia él, soltando un grito cuando lo vió quitarse los zapatos con la intención de meterse a las aguas.

— ¡Yah! ¡Kim Seokjung! — el menor giró su rostro, sonriendo travieso, y negó antes de inclinarse hacia adelante y meter uno de sus pies descalzos a las aguas, disfrutando demasiado el ver a su hermano mayor mirarlo sin aire alguno, completamente indignado. — No te atrevas... — susurró Seokjin mirándolo con los ojos cerrados.

Seokjung sonrió de tal forma que sus dos ojos desaparecieron. Cuando metió el segundo pie a las aguas, sintió como los brazos del mayor le tomaban del cuello de su vestimenta y lo alejaban de las aguas frías.

— ¡Hyung! — se quejó el menor cuando su hermano mayor le colocó los zapatos de forma rápida.

— Silencio, ya vamos tarde. Nos quedaremos sin comer si es que tardamos mucho, no sé tú pero yo si quiero comer algo antes de que Sooyun acabe con toda la despensa.

Antes que el otro pudiera replicar, Seokjin se levantó y tomó la mano del otro, comenzando a caminar en dirección a casa sin siquiera molestarse en prestar atención a las quejas del pequeño.

— ¡Oppa!

La voz de su hermana más pequeña hizo que Seokjin se detuviera. Apenas fue capaz de mantenerse de pie cuando la niña corrió hacia él y se abrazó a sus piernas, haciendo que el otro niño soltara un bufido al ser ignorado.

— ¿Qué haces aquí, Sooyun? — preguntó Seokjin ladeando su cabeza, sin dejar de mirar a ambos menores.

— Sentí tu aroma. — dijo ella emocionada — Seguramente mamá se enojó al darse cuenta que no estoy con ella. — murmuró esta vez frunciendo su ceño.

— Sabía que la comida aún no estaría servida. — refunfuñó Seokjung desviando la mirada hacia la gente.

Seokjin soltó un suspiro y asintió al aire. — Vamos a casa.

Ambos pequeños asintieron, uno de ellos con el entrecejo fruncido mientras que la otra caminaba alegremente al lado de sus dos hermanos mayores, saltando entre las piedras que habían en el camino.