CAPÍTULO 3

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Dos semanas.

Han pasado dos semanas desde la primera aparición del joven enigmático y desde aquel momento, viene todos los días a la misma hora, adquiere todo lo que se encuentre en la panadería y se va sin revelar ni su nombre. Siempre lleva la misma capa negra, como si no deseara ser observado, lo que me provoca más interés.

-Pienso que un ángel apareció en mi vida justo cuando más lo requería- Thomas une sus manos agradeciendo. - Indudablemente, es una persona agradable o muestra interés en algo.

Mis oídos sufren al escuchar lo mismo cada día durante dos semanas.

-Pensé que no sería inusual que un joven venga diariamente a adquirir toda la mercadería y ni siquiera nos deje saber su nombre.

Me observa como si contase con nueve cabezas y al final de una forma como si fuera inocente.

-An, mientras siga produciendo ganancias de este tipo, no me preocupa si es el mismo demonio el que está comprando.

Es claro que es un interesado.

De acuerdo, hoy me iré temprano porque necesito asistir a Nana con el establo.

¿Cómo se encuentra ella? Entiendo que no han estado bien- No me asombra su mirada triste, Thomas piensa mucho en Nana.

Es verdad que las últimas semanas no hemos tenido un buen rendimiento, las gallinas no han puesto huevos y las vacas no están produciendo suficiente leche, lo que ha impedido nuestras ventas y nos ha demorado el pago de los impuestos.

-Todo se mejorará en su momento, eso te lo aseguro.

Me despedí de mi amigo y emprendí camino hacia mi hogar, estaba tan absorta en mis pensamientos que no reconocí a la persona que caminaba a mi lado.

Era el joven de la panadería. Lo observé de arriba a abajo intentando comprender qué hacía conmigo.

-Si estás tan interesada en descubrir lo que hay debajo de la capa, entonces vamos a un entorno privado y con gusto te muestro- Una sombra de sonrisa estilosa se hace presente.

Mis ojos se oscurecen y siento que mi rostro se torna rojo como un tomate.

-¡Por supuesto que no!

-¿Por qué me miras de aquella manera?

-¿Qué estás haciendo aquí?

Examinó su entorno y me observó como si fuera evidente.

-Caminar, tonta.

¿Acaba de referirse a mí como una tonta?

-Me refiero junto a mí- Extendí mi puño directamente a uno de sus costados y observé su rostro sin exhibir una expresión de sufrimiento. -Eso es por llamarme tonta.

Duró unos minutos en salir de su postura y yo continué mi trayecto, no transcurrió mucho cuando lo vi caminar de nuevo junto a mí.

Tal parece que mi golpe no le hizo nada.

-Está bien, paz- Alzó sus manos en señal de calma -Solo te vi salir de la panadería y decidí venir a saludarte.

-Es posible descubrir cuales son sus intenciones, nunca has mencionado tu nombre, por lo que desconozco a qué se refiere.

-¿No compartes esta relación? Cielos y yo que me había creado ilusiones.

-¡No nos conocemos siquiera, deja de hablar tonterías!

-No nos conocemos y ya me agrediste, ¿conoces la sentencia por eso?

-Ni que fueras tú quien- Le extraí mi lengua y me marché sin darle una palabra de nuevo.

Reina de ReyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora