Cartas secretas ~Nils k. y tu~

Capitulo 21

7:am

—O por dios, es hoy—me dije a mi misma, abriendo los ojos de golpe.

Por fin es el día, después de mucho tiempo, por fin lo conoceré, aunque sigo pensando que es uno de los chicos que vive en este departamento, apostaría todo a qué es Kurí, se ve un poco sospechoso, aunque no hay que descartar a Phil y Niclass, aunque puede ser nils...

Bueno t/n, solo hay una manera de saberlo, y es llendo al lugar ese.

—¿Que me pondré hoy?—susurre para mí misma, mientras revisaba mi ropa.

—Esta es la indicada—agarre un suéter blanco, un pantalón beish y unos tenis negros, que me había comprado la otra vez (es la imágen que está arriba, si no les gusta pueden pensar en algo que les gustaria usar) y me metí a bañar.

*10 minutos después *

—¿A donde vas vestida así?—dijo Carlos un poco serio, mientras me miraba desde el sillón—olvidalo, ya me acordé

Sonreí

—¿A qué hora quedaron en verse?—pregunto mirando la hora de su teléfono

En cuanto dijo eso, abrí como platos mis ojos, y recorde que no le dije hora

Maldije—Creo que no le dije la hora—cerré los ojos y puse mis manos en mi cara—¿Debería irme ya?—agarre una manzana, la lave y metí algo de dinero, y mi teléfono en mi bolsa—me voy—abrí la puerta del departamento, salí y la cerré—

Espera...

¿A dónde se supone que voy?

Carlos es el único que sabe. Me dí la vuelta y abrí la puerta del departamento.

—Volví—reí—¿Sabes cómo se llama este lugar y como llegar ahí?—hice una cara de perrito tierno mientras le mostraba una foto del lugar

—Ese lugar es La cúpula del Reichstag—se rió

—¿Por qué te ríes?—arqueé una ceja

—¿Por qué decidiste ir a ese lugar?—continuó riéndose mientras ignoraba mi pregunta

—Pues se veía bonito—dije encogiendo los hombros

El volvió a reír

—Dime que te parece gracioso—fruncí el ceño

—Luego lo verás—dijo aguantandose la risa—pero puedes irte en taxi, creo que es más fácil—

—Gracias—sonreí dándole un mordisco a la manzana—Ahora si, me voy, nos vemos luego—le guiñe un ojo y me fuí

***

Si, bueno, ahora se por que Carlos se reía.

Aunque el lado positivo es que solo es el lugar de encuentro, o eso creo.

—¿Ya habrá llegado?—mire la hora en mi teléfono, eran casi las 9 am

Agh, por qué rayos no puse la hora

Decidí darme vueltas por el lugar hasta que vi a una persona de espaldas que sostenía un sobre con la estampilla que yo misma hacia para decorarlos, me acerqué más y en su mano tenía la carta que yo escribí, hasta que caminé y me detuve frente a el.

—No puedo creerlo, eres tú...—quedé sorprendida

—Asi que por fin se quién escribía las cartas—sonrió el

Sonreí—Asi es—