Girl.
Empezó a brisar, no era gran cosa. Las gotas parecían pegarse a mi abrigo como si fueran copos de nieve pero no queríamos que el gatito enfermara.
Seguía pensando en su nombre.
Metimos las cosas en el maletero del auto, y luego mi bicicleta, batallando un montón sin lograr meterla, hasta que a Simon se le ocurrió comprar algo de cuerda. Esperamos dentro del auto en lo que volvía, jugando con el pequeño Batman dentro de su caja, viendo las gotias resbalar por el espejo que comenzaba a empañarse.
"Quiero agradecerte" le dije, girandome a él con una sonrisa "Es el mejor regalo que me han dado" miré los ojos redondos del minino, estaba tan entusiasmada de llevarlo a casa
Robert asintió acariciandole la cabeza. Al mismo tiempo que yo estiraba mi mano para tocar los tres rasguñones en su cuello, apenas dos marcas visibles entre la maraña de pelo oscuro.
Robert tomó mi mano entre la suya, deslizandola hasta la altura de sus labios para besar mis nudillos, sobre el dedo índice y uno más en el torso.
Miró mi cuello e hizo de lado el borde de mi saco para mirar, su roce con mi piel me causó escalofríos. Acarició sobre la zona que estaba ligeramente roja, donde había besado repentinas veces.
"¿Tu papá lo notó?"
"Nada" solté una risita "Nunca nota las cosas"
"¿Lo notará a él?"
"Bueno, no diré nada, hasta que él lo haga" acaricié las orejas del gatito que comenzaba a quedarse dormido boca arriba con las patitas estiradas "Ya habrá una excusa"
Robert subió su mano hacia mí pelo, jugando con un mechón, llevándolo a la altura de su barbilla y luego sobre los labios, haciéndolo parecer un bigote. Me eché a reír.
Luego nos quedamos en silencio, mirando la brisa, el camino llenándose de lodo, y los árboles meciendose lentamente. Su mano seguía dando toques suaves sobre la mía, supe que taradeaba algo porque llevaba un ritmo y la comisura de sus labios se separaba un poco.
"Tu bicicleta se va a estropear"
"Eso supongo" dije con cierta tristeza, siempre le tenía un cuidado especial pero no era la primera vez que se empapaba "La arreglaré"
"Si quieres te ayudaré. Compraremos algo de comida, dejamos a Simon en su casa y te llevo a la tuya"
"Pero..." pensé en mi padre, repasando sus horarios en mi mente, no tendría por qué ir a casa "Está bien" me acurruqué sobre su pecho, con mi nariz a la altura de su cuello, olía a pino, detergente de lavanda, vainilla.
Robert pasó su brazo por detrás para abrazarme, volviendo a taradear esa canción, no me dijo cuál era, sólo que se le había ocurrido, nos quedamos pensando un tiempo para la letra adecuada, a ninguno de los dos se nos ocurrió algo, y yo era menos creativa que él.
Al poco tiempo, Simon apareció en el retrovisor, sosteniendo un montón de cuerda y una bolsa en la mano. Robert bajó del auto para subir la bicicleta, atarla y usar la bolsa como impermeable, para cuando entraron su cabello goteaba sobre el asiento y el olor a tierra mojada invadió el ambiente.
Robert condujo hasta la plaza mientras Simon me hablaba animado sobre una banda llamada Van der Graaf, jamás había escuchado de ella. Luego me pidió al "pequeño Batman" y lo cargó en brazos hasta que este despertó. Miré como saltaba de sus piernas al asiento y de vuelta, sus patas eran ágiles y muy rápido, como uno de esos leopardos que solía ver en los documentales cuando era pequeña, recordaba aquellas tomas que les hacían cuando andaban por los árboles la cola la usaba de equilibrio, tal y como hacían los felinos salvajes.
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Just Like Heaven | PAUSADA
FanfictionUn pueblo tranquilo y una vida cotidiana, el deseo de Zoe de que llegara algo emocionante a su vida parece cumplirse con la mudanza de un extraño chico de ropas oscuras.