Gordos, camionetas y cigarros.

8 2 0
                                    

-¿Por que demonios no llega el maldito profesor? Ya han pasado 15 minutos.

- No tengo idea, pero por mi que no llegue, aun no estoy lista para esta carrera Hera-

-Tan dramática como siempre, no es un día si tu no haces drama por algo liz- digo moviendo la cabeza de un lado a otro.

-Pu...

-Buenos días alumnos, esta no es una carrera fácil, si de verdad creen que podrán lograr algo no haciendo nada, vayanse de aquí y no vuelvan, esto es serio, son 7 años de estudios y si no se ponen las pilas no duraran ni este semestre.-

El profesor no es tan viejo, ha de tener unos 35 o 36 años, tampoco es feo, pero nunca estaría con alguien como el, demasiados años para mi.

-Mi nombre es Jacobo Ruiz y seré su maestro de Cardiología y estarán conmigo una hora más, comencemos...

××××××ק×××××××××ק×××××××××ק×××××××ק××××ק

Las clases no estuvieron nada mal para empezar siendo que comenzaron en viernes... después de haber terminado con el primer dia de medicina fui a comenzar también Leyes, organicé mis otras carreras para poder asistir a todas ellas y aun así dejarme días y horas libres incluyendo mis clases privadas de artes mixtas, defensa personal y tácticas militares... lose, me excedo un poco pero es algo que no puedo evitar, iba camino a la salida de la universidad cuando alguien choco conmigo y me tira al suelo.

-¡Auch fijate idiota! - dije en el suelo

-¡Pero si tu fuiste quien choco conmigo!- dijo el maldito tipo que me hizo volar.

-¿yo? Pero si tu eres el gordo aquí.- le dije furiosa, y me arrepentí al momento que pude ver en sus ojos marrón obscuro que lo que dije le dolio.

-¿Crees que no lo se? Eres igual de superficial que todo el mundo.- retiro su mano, que no me había dado cuenta, había puesto frente a mi para ayudarme y se alejo por las puertas que dirigían hacia afuera.

Auch.

Me levante rápidamente y fui a perseguirlo, no podía dejarlo así.

Al momento en que lo encontré estaba subiendo a su camioneta vieja y oxidada, intento encenderla pero no funciono, lo vi golpear el volante y cubrirse la cara, me acerque a pasos lentos y me coloque en la ventana abierta de su coche.

- ¿Sabes que llorar no te ayuda en nada verdad?- dije mientras sacaba un cigarrillo de mi pantalón y lo colocaba en mi boca.

-Vete de aquí maldito maniquí sin sentimientos.

-Te dejaría llamarme así si fuera cierto.- adentre mis manos por encima de el y tome el encendedor que viene incluido en el coche, encendí mi cigarro y le di una fuerte calada.

-¿Que quieres?- dijo mirándome a los ojos y después a mi cigarro.

-Quiero disculparme por ser tan mierda contigo.

-No, no te disculpo, vete.

-¿Eres de Estados Unidos verdad?

-Si, ¿Como supiste?- volvió a mirar mi cigarro

- Tu acento es tan malo.- Mi cigarro prendió en llamas.

-Mierda, ¿Como hiciste eso?

-Yo no hice nada, debe estar defectuoso.

- Como sea... -tome otro de mi pantalón y lo volví a encender.- ¿por qué estas aquí?

- Eso que te incumbe-

Hice mi siguiente pregunta como si no hubiese hecho la anterior-

¿De verdad te odias tanto a ti mismo?- dije mirándolo a los ojos y después mirando el humo ascendía lo mas posible antes de desaparecer

- ¿Para que quieres saber lo que ya es obvio?

-¿Sabes arreglar tu camioneta?- me miro y sonrió un poco, giro la llave y la camioneta encendió como si nada.

-Eres un idiota, ¿Como sabias que vendría a disculparme?

- No se, solo lo supe.

-Bastardo- dije mientras caminaba hacia la puerta del copiloto, la abrí y me subí a ella.

-Vamonos-

Mi cigarrillo prendió en llamas.

Amor y otros cachivaches.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora