Jade Dorado (Zhuiling)

Capítulo 24: Entre tónicos herbales y la verdad.

Lan XiChen miraba con la vista perdida hacia el cielo nocturno, desde arriba del alero de su habitación todo parecía tan tranquilo.

No estaba seguro del porque no se largó en el primer momento, pero ahí estaba, en la secta Qinghe Nie a la espera del sueño que la ansiedad le privó. Se había perdido la cena de bienvenida usando de excusa la " meditación" que fue lo suficiente creíble para todos los discípulos excepto para Nie HuaiSang que había pasado un verano en Gusu Lan y conocía a la perfección la rutina completa, sin embargo debía agradecer que el líder Nie no mencionó palabra alguna en ese momento.

Su A-Cheng había intentado llamar su atención durante el trayecto para llegar al territorio de los Nie, pero en cada ocasión lo ignoró y la mujer que se encontraba a su lado solo le hacia mantenerse firme.

Su WanYin...

Desde el principio supo que sería difícil; lo de dos hombres no funcionaria para siempre y lo que ocurría en esos momentos solo era el resultado que ambos se negaron a aceptar todo este tiempo.

Matrimonio, deberes, caminos separados; solo estaban en el inicio de toda la agonía que atravesarían.

Y hay que admitirlo, esto dolía. Dolía no ser el que compartiría nupcias y un lecho con su amado por el resto de tu vida, no ser capaz de darle un futuro certero a su WanYin y no tener una vía de escape ni para el mismo ni para A-Cheng.

Quisiera ser valiente como para dejar atrás las responsabilidades, aunque aquello implicara el repudio de su tío QiRen que tanto esmero hizo para convertir a los dos jades en lo que son hoy.
Siempre se detenía al pensar en las responsabilidades que arrojaría sobre los hombros de WangJi y de Lan JingYi, el menor aún no estaba ni la mitad de listo para afrontar tanta carga y tampoco quería que su hermano menor tuviera problemas con su esposo.

Al pensar en lo ultimo, una sonrisa melancólica se reflejo en los labios de XiChen.

Wei WuXian y Lan WangJi, ellos representaban todo lo que el líder de Gusu deseaba; un matrimonio estable sin peleas de por medio, una vida donde la única preocupación presente fueran los constantes regaños de Lan QiRen. Compartir días eternos con su verdadera alma gemela... 

Seguía pensando en lo mucho que envidiaba la suerte de algunas personas cuando una figura de ropas moradas hizo acto de presencia después de saltar por las ramas.  

—Lan Huan...— Lan XiChen no lo miró, pero palmeó el lugar junta él en una clara invitación, Jiang Cheng se mostró reacio a avanzar pero el Lan volvió a repetir el gesto que esta vez no pudo ignorar. Ambos permanecieron en un silencio tenso admirando el cielo obsidiana hasta que el Jiang lo rompió— Iba a contártelo, pero no encontré las palabras y ...

—Lo sé—Lan XiChen se rasco el lóbulo de la oreja mientras hablaba nostálgico— pude notar que algo te inquietaba cuando por las noches me abrazabas como un niño. Solo me abrazas de esa forma cuando algo te aflige.

—Lo lamento, yo no quería lastim...

—¿La amas?.

Aún conociendo la respuesta pregunto a Jiang Cheng que no dudo ni un segundo en responder con certeza— No. Solo se trata de un matrimonio por conveniencia.

Lan XiChen dijo como si se tratara de una doncella caprichosa—Dijiste que no lo harías, casarte.

Un bufido brotó de Jiang Cheng—Creí que podría no hacerlo y evadir a los vejestorios de la secta, pero me equivoque. Esos burros calvos son unos odiosos.

Permanecieron en silencio por los segundos siguientes hasta que una suave pregunta salió de los labios de Lan XiChen—... ¿Que pasará con nosotros?,¿Deberíamos terminar con esto?.