Jaemin levantó la vista de su cara, lágrimas cubrían su rostro, Renjun tragó duró pensando en si decir esas cosas había sido lo correcto. El menor miró a Jeno esperando la misma reacción, pero el chico simplemente sostenía la cara entre sus manos, leyéndola una y otra vez hasta el cansancio.
— Renjunie, es lo más hermoso que me han escrito.
El pequeño se sonrojó ante aquel halago y sonrió ampliamente, Jaemin lo abrazó rápidamente logrando que el chico ni siquiera tuviese tiempo alguno de reaccionar, Renjun se mordía el labio fuertemente, mirando a Lee que todavía lo levantaba la vista de la carta.
— Tranquilo — dijo Jaemin en un susurro — simplemente está sorprendido. Ya dirá algo.
Ambos menores se miraron a los ojos y una corriente pasó por la espina dorsal de Renjun antes de que él estampara sus labios contra los ajenos, para hacer un dulce y delicado beso a la luz de la luna. Ya estaban en la cima de la rueda cuando Jaemin tomó a Renjun del cuello de la camiseta y lo pegó más a él, cuando se separaron un sonrojo se extendió por todo su cuello y sonrió de manera inconsciente.
— Los amo.
Los tres chicos se miraron sorprendidos, habían dicho eso al mismo tiempo.
Los ojos de Jeno se habían llenado de lágrimas al ver a sus dos chicos favoritos ahí, amandose entre ellos, respiró profundo y se preparó mentalmente para lo próximo que iba a decir.
— Renjunie, Nana, ustedes son mi única razón para ser feliz. No puedo creer lo afortunado que soy de tener a dos maravillosos chicos al lado mío ¿Pueden creerlo? ¿Dos chicos? Dios debe estar loco al permitir que esto pase.
— Dios va a castigarme por esto — soltó Jaemin en una carcajada.
— Yo le tendría más miedo a tu abuela que a Dios, al menos el tipo convertía agua en vino.
— Y caminaba sobre el agua.
— Y tenía una barba bastante increíble.
— Era un hippie con onda.
El trío de chicos rieron fuertemente antes de tocar finalmente tierra firme, se maldijeron internamente porque aquel paseo en la rueda había terminado antes de lo esperado.
Yuta, Chenle y Ten los estaban esperando junto al puesto de comidas, mientras Haechan y Mark se daban muestras de cariño cerca de la máquina de refrescos. Jeno pudo notar como las manos de Ten y Chenle estaban entrelazadas y arqueó una ceja hacia Yuta, el mayor simplemente se encogió de hombros.
La noche terminó con los chicos semi-borrachos cantando canciones en el auto de Jeno, ¿Cómo cabían 8 chicos en un auto para 5? Nadie sabía, pero se las ingeniaron bastante bien. Lee, quien no había bebido nada, simplemente reía por lo ingeniosos que llegaban a ser sus amigos después de varios tragos.
El chico manejaba directo hacia la casa de Ten, de todos, solo Jaemin y Haechan no vivía solo, por lo cual, cualquier casa era buena para hacer un desastre, especialmente un viernes en la noche.
Sorprendentemente llegaron rápido al conjunto de apartamentos, 4 de ellos se tambaleaban al caminar y apenas podían mantener sus ojos en un punto fijo, los mayores se estaban burlando fuertemente de la poca tolerancia al alcohol que tenían esos pequeños.
El pasillo que llevaba a la casa era ridículamente largo, Chenle y Ten iban a la cabeza aún tomados de la mano y hablando animadamente.
— Hyung — Yuta volteó la mirada para encontrarse con la tierna curiosidad de Jaemin— ¿Ellos tienen algo?
— Bueno chico, al parecer si. Ya sabes lo que dicen, a veces las adversidades pueden ser un milagro.
Jaemin miró a Renjun y sonrió, quizás Ten tenía razón. Los chicos seguían caminando, riendo y molestandose los unos a los otros, realmente pasando un buen momento.
— Jaemin, Renun.
Ambos menores dejaron de golpearse para aminorar el paso quedando a cada lado de Jeni.
— He estado pensando, y definitivamente creo que por fin he tomado una decisión.
— Hyung...
— Renjunie, no me interrumpas esto es importante. Sé que no es el lugar, ni el momento más romántico, así que no me odien por esto.
El chico tomó a ambos de la mano y los detuvo para que no siguieran caminando.
— Na Jaemin, tu me has enseñado a ser fuerte, a no dejarme llevar por mis instintos. Me has enseñado que es el perdón, y cómo lidiar con mis propios demonios. Huang Renjun, tu me has enseñado a no guiarme por las apariencias, a ser como soy sin importar que digan los demás, y también a que el amor definitivamente no tiene edad. En ese caso chicos ¿les gustaría ser mis novios?
Los menores se miraron instintivamente, ambos sonrieron como nunca antes y cuando Jeno se estaba comenzando a preocupar, Jaemin dijo juguetonamente:
— Tendrás que atraparnos primero.
Y los chicos echaron a correr entre carcajadas para ser alcanzados por fin por el mayor quien repartió besos por todo sus rostros.
F I N.
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Del poliamor y otros pecados del Catolicismo ≤NoReMin≥
FanficNa Jaemin siempre ha sido obediente a sus creencias, y su religión no le permite salir con chicos. Y el verdadero problema llega cuando él de enamora de dos. ⊹ 🌱˚ Adaptación autorizada, todos los créditos a la autora original @BabyofCalum ¡Muchas...