Dicen que nuestro destino esta escrito mucho antes de que naciéramos donde tenemos que enfrentarlo sin saber el precio de este, primero fui Isabella de Venecia, luego fui Reyhan Hatun, paso el tiempo donde me convertí en Kosem Sultán y finalmente me...
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Quiero aprender a defenderme, Mehmed
La Sultana Madre tocó las puertas de la enfermería, entro y vio con sus propios ojos como Mehmed se acercaba lentamente a Reyhan con demasiado cuidado como si fuera una rosa que se podría marchitar en cualquier momento, ellos estaban sentados en el suelo, tosio haciendo que la miraran–Perdon por molestar, tengo un regalo para ti Reyhan–sonríe acercándose a ellos–.
–Antes Sultana, quería preguntarle ¿Por qué le hizo eso a Mahidevran?
–Porque ella tiene que saber lo que es dolor para que pueda aprender de sus errores–sonríe leve–. En el caso de que yo no hubiese interferido, el destino lo hubiera hecho.
–Yo no he cometido errores en este palacio e igual estoy pagando por sus pecados, es injusto–dijo Reyhan en un tono triste–.
–Abuela creo que lo que le hizo a la Sultana Mahidevran agravó las cosas con Reyhan–dijo Mehmed cruzándose de brazos–.
–¿Que paso?
–Paso que la Sultana Mahidevran vino a acusarme sobre matar a su hijo no nacido además de que intentó asesinarme–se levantó enojada acercándose a ella–.
–No sabía que iba a reaccionar así.
–Es que yo tampoco sabia como reaccionar a mis múltiples ataques–sus ojos se colocan llorosos– Digame cual es mi regalo.
–Tu tendrás tus propios aposentos.
Reyhan la miró sorprendida, comienza a sollozar y la abraza–Muchas gracias, ¿Donde estara mis aposentos?–pregunta–
–Mereces ser feliz, mereces que te amen y creo que lo mejor fue que conocieras a Mehmed, tus aposentos están al lado de él–dijo la Madre Sultana, corresponde el abrazo y la mira–.
–¡Abuela!–exclamó Mehmed–. No puedes poner sus aposentos al lado de los míos, no ves que tendre visitas todo el tiempo.
–Pues principe Mehmed tendrás que acostumbrarte porque te visitare todo el tiempo–sonríe mirándola–.
–Vayan a ver sus aposentos–dijo la Sultana Madre sonriendo orgullosa–. Recuerden que ustedes aunque estén separados o juntos se volverán a encontrar, Reyhan quiero que seas feliz y llegues a ser la Valide de este imperio.
–Voy a hacer lo que esté a mi alcance–la mira sonriendo– ¿Por que creo que esto es una despedida?
–No, no es una despedida–responde– Es un hasta pronto–los abraza, sintió una lágrima deslizarse por su mejilla y la limpio inmediatamente–. Siempre esten juntos–sonríe y se va–.
