Capítulo doce

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Esto es imposible, papá desapareció, yo lo daba por muerto, pero al parecer estaba equivocada ya que lo estaba viendo en frente mío.

Rápidamente me escondí detrás de una maceta grande de savila, Molly por poco y me delata pero la tome antes de que pasara.

Al parecer Mirabel tenía que abrazar a Isa para salvar el milagro, lo cual hasta yo se que estaría difícil ya que esas dos de milagro y se hablaban, cuando papá terminó su discurso emotivo se acercó a uno de los cuadros mientras se escondía tras una maceta.

-Temes que te vean la abuela y Marita-Dijo Mirabel segura de sus palabras, aun sabiendo que odio ese apodo con todo mi ser.

-Si digo si...-En ese momento mi cabeza explotó, el cuadro resultó ser una entrada secreta-Pero Mariana ya es más grande y bueno dudo que me necesite-Dijo y se volvió a Mirabel-Oye después de salvar el milagro visítame-Pidió con una sonrisa.

-Después de salvar el milagro volverás a casa-Dijo Mirabel devolviendo la sonrisa, papá asintió para luego desaparecer detrás del cuadro.

Apenas Mirabel se fue al cuarto de Isabela me acerqué a l cuadro y puse mi mano lentamente, suspiré en tristeza.

-Aún te necesito principito...-Dije algo triste.

Hace cinco años...

Papá estaba leyéndome un cuento para dormir, el principito para ser más específica, tenía nueve a pocos días de cumplir diez y por ende recibir mi don.

-Entonces el principito escapó aprovechando la migración de aves salvajes, abandonado a su rosa en la esfera de cristal-Contó y yo bostecé, estaba algo cansada, papá me abrazo-Muy bien a dormir rosita-Dijo dándome un beso en la frente.

-Tú nunca me abandonarías verdad principito?-Pregunte y papá me arropó.

-Claro que no siempre estaré contigo-Dijo dándome un besito en la frente-Ahora duérmete-Papá terminó de salir de la habitación con cuidado ya que Mirabel estaba dormida y vaya que al tío Agustín le tomo lo suyo dormirla.

Así que despertarle no era lo ideal.

Estaba muy feliz y segura en que papá nunca me abandonaría, a los pocos días ya todos saben lo que pasó.

Pero ahora resulta que él siempre estuvo en la casa, nunca se fue, nunca rompió su promesa.

UN MOMENTO! Si papá estuvo viendo entre los paredes todo este tiempo...Eso significa que...

-Mierda...-Pensé en voz baja al darme cuenta-Camilo!-Llame al chico.

No pasó mucho para encontrármelo subiendo las escaleras.

-Si?-Pregunto y sin previo aviso lo jale a uno de los balcones de la parte de atrás de la casa-Que sucede mujer?-Pregunto sin entender nada.

-Lo sabe, él lo sabe, sabe que estamos en este amorío...-No quería decir su nombre para que no se alarme.

-Quien lo sabe? Mi padre? Antonio? El tío Agustín?-Negué con la cabeza y el me tomo de los hombros-Quién lo sabe Mariana?-Pregunto.

-Mi padre, Bruno, el es el que lo sabe...-Camilo tenía cara de que hubiera visto un fantasma.

-Que cosa...?

Nota:

Se que este capítulo es cortito y de relleno es que si no hacia este corto el siguiente me quedaría quilométrico.

La Chica de Los Ojos Oceánicos (Camilo Madrigal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora