𝑮𝑳𝑨𝑺𝑺𝑬𝑺 ༄ 𝑲𝑶𝑶𝑲𝑴𝑰𝑵 𝑶𝑺

↺. 𝑼𝒏𝒊𝒄𝒐 𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐

Luego de que el pelinegro volteara la pila de revistas por tercera vez, Jimin decidió intervenir.

-Jungkookie- el mayor se volteó ante su llamado-. ¿Qué sucede? Si sigues dando vueltas por la sala le harás un agujero al piso, y no creo que a Tae le haga gracia limpiar después el desastre.

-Ah, Minnie. No es nada grave- se llevó la mano a la nuca y Jimin supo que mentía. Jungkook siempre hacía ese gesto cuando ocultaba algo-. Perdí mis lentes de lectura y los necesito para hacer unas tareas.

El rubio tuvo que morder el interior de su mejilla para no reírse de la situación. ¿De verdad Jungkook no se había dado cuenta?

-Entonces, ¿Necesitas ayuda?- una media sonrisa traviesa le pintaba las facciones, pero el más alto no pareció percatarse de aquel detalle-. Puedo darte una mano, si gustas.

-Ah, gracias Minnie-

-Pero- alzó su mano y sacudió su dedo índice frente al rostro del pelinegro-, Si te ayudo a encontrar tus lentes, ¿Me darías un beso a cambio?

Como esperaba, Jungkook bufó a la par que rodaba los ojos. Se dio la vuelta con algo de fastídio.

-Olvídalo. Le pediré ayuda a alguien más.

-Te recuerdo que sólo estamos tú, yo y Yoongi, el cual está durmiendo muy plácidamente su siesta- le recordó el mayor y Jungkook quiso darse un tope contra la pared. Sabía lo que eso significaba-. Así que, a menos que desees que Yoongi te asfixie con uno de sus peluches por despertarlo, o quieras esperar al menos tres horas para que Tae y Jin vuelvan, tu única opción soy yo.

Harto de la situación, Jungkook se masajeó el puente de la nariz antes de acortar los pasos que lo separaban del menor, quien tuvo que alzar ligeramente el rostro debido a su diferencia de estaturas.

-Acabemos con esto- murmuró antes de tomar al contrario por la cintura y estampar sus labios con los ajenos por una fracción de segundo-. Listo, ahora ayúdame con mis lentes.

-¿¡Eh!? ¡Eso no fue un beso! ¡Jungkookie!- lloriqueó el menor aferrándose al cuello contrario, haciendo pucheros y zarandeando de un lado al otro al mayor-. ¡Dame un beso real o no te ayudaré!

-Minnie...

-Kookie... Por favor- abultó sus labios y abrió los ojos al máximo, haciendo que las mejillas de Jungkook agarraran color.

No podía resistirse si se ponía así; así que, de nuevo, juntó ambas bocas, moviéndose esta vez con suavidad y afianzando su agarre sobre aquellas estrechas caderas.

Por su parte, Jimin cerró los ojos y acarició la nuca del mayor, dejando que sus lenguas se encontraran y tenues gemidos brotaran de su garganta a la par que la temperatura de su cuerpo se elevaba. Se separaron segundos después con un chasquido y, al momento de hacerlo, Jimin tomó algo de la camiseta de Jungkook en un movimiento ágil que el otro no percibió.

-Bien- los labios de Jungkook estaban rojos y brillosos cuando volvió a hablar.

-. ¿Estás contento, Minnie? ¿Ya me vas a ayudar?

-Claro- con una sonrisa de oreja a oreja, levantó la diestra, revelando unos armazones negros redondeados.

Aquellos anteojos perdidos-. Ten, de nada.

-P-Pero, ¿Dónde estaban?- Jungkook tomó lo que el otro le tendía con confusión pintando sus facciones.

-En el único lugar donde no revisaste: el cuello de tu camiseta- Jimin se partía de risa ante la reacción del otro. Molestarle era su pasatiempo favorito.

Bueno, eso y aprovechar cada oportunidad que tenían para pedirle besos.

-Ahora, querido- tomó la mano de Jungkook y la llevó hasta su entrepierna, donde un pequeño bulto se asomaba-. ¿Me ayudarías tú con mi problema? ¿Mh?

Y aunque el rostro ajeno se tiñó de todos los tonos de rojo, no protestó cuando el contrario lo fue empujando lentamente hasta su habitación, cerrando la puerta con seguro y haciendo un gesto de silencio para evitar despertar al menor del grupo.

Oh, al diablo, pensó Jungkook, los deberes pueden esperar.