El ángel de la muerte -민에 (YoonKook)

-02-

Mientras que Gigi estaba cocinando, no se había podido quitar de encima a aquella pulga humana de 20 años que traía detrás de él pidiéndole una y otra vez que lo dejase quedarse en su casa.

Ya le había dicho miles de veces que no, que no podía, que debía irse a su casa, pero el niño llevaba insistiendo ya aproximadamente... tres horas.

–Por favor señor, puedo limpiar la casa, lavar los trastes, su ropa también si quiere y...–

–¡No!...– Lo interrumpió.

Jungkook hizo un puchero y se sintió muy triste, realmente quería quedarse y ya no tener que volver a casa de su tía, prefería hacerle de sirvienta con aquel hombre que seguir viviendo bajo las humillaciones de su tía.

Tomó asiento en la pequeña isla que tenía en la cocina y se recargó ahí aún con su puchero, como si aún fuera un niño de cinco años.

El ángel dejó un plato frente a él, olía muy rico y no dudaba en que sabría aún mejor, el mayor tomó asiento frente a él igual con su plato, y sin decir nada comenzó a comer.
Jungkook solo lo miró y decidió comer también, el hombre parecía ser muy serio, pero si no lo iba a dejar quedarse en su casa, ¿por qué lo llevó ahí?.

Será porque...

–¡Ah!– Exclamó Jungkook de pronto con la boca llena, el ángel detuvo su acción de llevarse una cucharada de comida a la boca y miró a Jeon.–Es casado, ¿verdad? Por eso no me deja quedarme, porque teme que su esposa... o esposo... me vea aquí, ya decía yo que usted no estaría solo en esta enorme casa– Dijo con el alimento aún en su boca y riendo.

Sin embargo Gigi solo lo miró sin entender exactamente cómo era que había llegado a esa ridícula conclusión.

Miró a su al rededor, después de varios años pudo notar la inmensidad de su casa, lo solo que había estado durante mucho tiempo, es decir, jamás le había tomado importancia, pero, ¿por qué ahora le daba nostalgia?.

Miró de nuevo a Jungkook quien alzó ambas cejas mientras sonreía, como invitándole a contarle sobre su supuesta relación marital.

–No estoy casado, ni en ningún tipo de relación– Aclaró volviendo a su comida.

El menor dejó de sonreír entonces y frunció su ceño con confusión.

–¿No tiene amigos tampoco?– Preguntó el castaño, más curioso aún.

En cambio el ángel comenzó a hacer un recorrido rápido en su memoria tratando de buscar si alguna vez tuvo algún tipo de relación, obviamente no encontró nada, no tenía más que una relación estrictamente profesional con sus compañeros ángeles...

¡Ah!

–T-Tengo uno...– Dijo dudoso.

La verdad es que no estaba cien por ciento de decir que lo que tenía con Seokjin era una amistad, es decir, para él si lo era, estimaba al ángel y le agradaba mucho su compañía.

–Vaya, yo no tengo ninguno...– Dijo ahora Jungkook triste.

El ángel lo miró con sorpresa, ¿un humano no tenía amigos?, según él, los humanos hacían amigos muy fácilmente y durante lo largo de su vida llegan a hacer lazos casi inquebrantables.

En especial los humanos que eran de la edad de Jungkook.

–¿En tu escuela no hiciste amigos?– Preguntó entonces.

Y en cambio a la reacción que esperaba, Jungkook bajó su mirada con vergüenza, incluso lucía triste.
Por alguna razón el ángel sintió su corazón estrujarse por ver de esa manera a ese niño de linda sonrisa y ojitos brillantes.