Tú

Hundida

A veces me hablas, nos sé muy bien por qué, me dices que eres feliz con tu nueva pareja, parece que quieres restregarme por la cara que tú has salido a delante, que no te has quedado atascada en nuestra relación. Yo te contesto, por educación, no quiero ser grosera con la persona que más he amado en mi vida, la persona por la que lo habría dado y hecho todo. Me emociono cuando me hablas, pienso que no me has olvidado, y eso me pone un poco contenta. Pero las conversaciones que mantenemos duelen, porque todas giran en torno a tu felicidad, a tu pareja, a mi soledad. Sigo soltera, no he encontrado a nadie tan especial como tú. Dices que si no lo intento nunca conoceré a nadie, quizá no quiera hacerlo, quizá tenga miedo de olvidarme de ti si conozco a otra persona, si me vuelvo a enamorar, quizá tenga miedo de descubrir que los recuerdos buenos que tengo de lo nuestro en realidad no sean buenos, pues los momentos con mi nueva pareja los superarán en felicidad, y en número. Quizá no te quiera olvidar, porque quizá siga enamorada de ti. Pareces no darte cuenta de que esto no me hace bien, que esto me hunde todavía más, o igual sí te das cuenta, pero disfrutas viendo como caigo, como sufro.