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Y si, llegamos al final. Bastante intenso este capítulo, recomiendo leerlo con discreción xD

En fin... Comencemos.


Capitana


Por más que se tratara de su cama y su habitación, con aquel tan adorado cuerpo aún jabonoso descansando apaciblemente sobre el suyo, no había manera de que esa noche Samira lograra conciliar el sueño. Aquella, cuando menos inverosímil, petición se repetía una y otra vez en su mente haciendo que su estómago se revolviera con violencia.

... "lo último que quisiera ver mientras me ahogo en mi propia sangre es... Tu hermosa carita, morena" ...

Tomó una almohada con su brazo libre y la estrujó contra su rostro con desasosiego. «¿Qué le pasa a esa mujer, ¿de verdad está tan completamente desquiciada?». Luego de un rato bajó la almohada para poder apreciarla, se veía tan serena recostada sobre su pecho...

"Por favor Sam, me harías realmente feliz"

¿Qué clase de manipulación barata había sido aquella? y principalmente: ¿Cómo había sido posible que aceptara?

"Prométeme que lo harás, mi amor"

¿En qué momento se había vuelto una bastarda que obedecía sin pensar ante unas cuantas palabras bonitas?

...

Tiene un rostro tan tierno lleno de pequitas. Con pómulos atractivos y naturalmente sonrosados, no puedo evitar acariciarla todo el tiempo, con mis dedos desnudos, no puedo usar guantes para tocarla. Su boca, carnosa y deliciosa... Parece como si estuviera sonriendo, hasta dormida es una prepotente. Me muero por besarla otra vez. Pero ya no hay tiempo, debo tomar mi espada cuanto antes o me arrepentiré... Por suerte recordé dejarla en la mesita de noche esta vez.

–Oye, si quieres verme mientras lo hago tendrás que despertar y abrir los ojos.

¿Grises o azules? No lo sé, solo sé que son hermosos, un tanto picantes, pero al final cálidos. Como un buen té de menta. Allí están, enfurecidos, ella realmente detesta que la despierten. Tengo que sentarme a horcajadas sobre su vientre para contener su rabieta, me causa gracia su manera errática de comportarse, es tan impredecible que a veces hasta se porta bien, como ahora, que parece haber caído en cuenta de su alrededor y pasó de un segundo a otro a mirarme con profunda entrega como si no hubiese intentado arrancarme el ojo que me queda con las uñas hace tan solo un par de segundos... Hermosa, la amo tanto. Jamás la olvidaré.

"Ni se te ocurra pestañar, no quiero perderte ni un solo segundo"

Escucho que me dice, pero es apenas un susurro ahogado. Pensé que era debido a los nervios, pero más bien parece un poco ¿excitada? Es una imbécil... Aún sobre ella, apoyo la espada en diagonal con delicadeza a lo largo de su torso, desde uno de sus hombros hasta la cadera contraria. Es tan grande mi espada que incluso sobra un poco de los lados. Olvidé quitarme el otro guante, me doy cuenta porque mis manos tiemblan un poco en la empuñadura, me lo quitaré también, después de todo quiero recordar esto hasta en su más mínimo detalle... Para siempre.

"No dudé ni un solo segundo en que lo harías"

Está feliz. ¿Soy yo, lo que hago en este momento, la causa de esa felicidad? Su cuerpo está totalmente relajado, está rendida ante mí, es tan mía en este momento... Quiero congelarlo por siempre. El aire en mis pulmones no me es suficiente. Quiero más de ti, Sarah, ¿te hace feliz entregarte de esta manera?

Un buen condimentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora