Libro #2 [Completa]
Ahora las cosas son distintas.
Una decisión que marcará el rumbo de su relación.
¿Nuevas amistades o rivalidades en el amor?
Un encuentro entre un padre y su hijo que desatará sentimientos y rencores.
Una persona que se creía mue...
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La piel se me erizó al ver al poco hombre de Jesse acercándose con su mirada asesina y su cabello rubio dorado más alborotado que nunca.
— ¿Dónde está? —exigió saber, echando humo por las orejas de lo molesto que estaba.
Fruncí el ceño, irritada por su comportamiento tan hostil.
— ¿Dónde está quién?
Volteé disimuladamente a los probadores, rogando porque Lena no saliera.
—No me vengas con rodeos, ¿Dónde está Lena?
Me observó con esa fría y pesada mirada verde, dejando ver su agresividad y prepotencia, alimentadas por la desesperación de tener a Lena.
—Ella no quiere verte, así que vete —me atreví a decirle la verdad para defender a mi amiga de este patán de porquería.
—A la mierda, quiero verla —demandó.
Sacudí mi cabeza.
—Supérala, Jesse, se merece algo mejor que tú.
Giré sobre mis talones para alejarme, pero pronto sentí un jalón fuerte de mi brazo que me hizo trastabillar por un momento, obligándome a ver de frente a Jesse.
—Tú no te vas hasta que hable con Lena, sé que está aquí.
—Vete, Jesse y suéltame —exigí con calma para evitar perder la cordura.
—No quiero lastimarte, Aurora.
—Pero yo a ti, sí.
Ronald venía con pasos seguros y con cara de pocos amigos, sus cejas se habían unido. Al acercarse lo suficiente, el idiota de Jesse fue obligado a soltarme de golpe y por esa acción, mi protector de un movimiento casi imperceptible lo atenazó del cuello con brusquedad.
—Si en algo valoras tu patética existencia más vale que te alejes —amenazó Ronald con voz ruda y dominante.
Abrí mis ojos y tapé mi boca con una mano por miedo a que esto resultara mal.
— ¿Quién eres tú para hablarme así, imbécil? —remató Jesse, liberándose de la sujeción de Ronald.
—Por tu propio bien no querrás saber quién soy. Así que si te vuelves a acercar a Lena o a Aurora, date por muerto.
Tomé a mi novio de su mano y él la apretó ligeramente.
— ¿Me estás amenazando, chico rudo?
— ¡Aurora!
Era Lena quien llegó corriendo a mi lado, yo la abracé y Jesse sin pensarlo caminó como un animal hacia ella, pero Ronald lo empujó sin dejar que se acercara a nosotras. Intentó dar batalla, pero mi novio era más fuerte y logró alejarlo aún más.
