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Era de noche, la luz de luna iluminaba un poco su pelo rubio. Había salido a tomar aire un rato, viendo autos pasar y personas caminando, a veces siendo empujado por personas que tenían prisa, pero estas paraban para disculparse rápidamente.

Sus pasos eran tranquilos, su respiración era relajada. Podía salir tarde de la Universidad pero la vista la vista de aquel lugar ers maravillosa, tranquila y serena.

Escuchó su estómago rugir y la noche ya no parecía tan calmada. Todos los locales a esa hora estaban cerrados, o estaban a punto de hacerlo.

Optó por ir al barrio Coreano que quedaba cerca de su lugar de estudio. Siguió derecho por la acera y luego cruzó hasta llegar al gran barrio.

JiMin entró a este y muchas luces lo iluminaron. Había bastante gente; se podían ver desde ojos rasgados y pálidos, hasta un moreno de cabellos ondulados.

El chico suspiró para luego ir a buscar en donde comprar algo de comer esa noche, mañana saldría al supermercado.

Mientras veía todos los puestos de comida, un puesto de ramen llamó su atención. Se acercó y encontró a un anciano de cabellos canosos, le hizo una reverencia y el señor, con una sonrisa, hizo lo mismo.

—Buenas noches, ¿Qué te podemos ofrecer jovencito?—Preguntó el anciano gentilmente.

—Buenas noches. —Le devolvió el saludo con una sonrisa. —Me preguntaba si le quedaba algún ramen de verduras.

—Oh... Creo que si, solo dame un segundo. —El hombre hizo el número en su dedo y se dió la vuelta. —¡YoonGi! —Llamó. Un chico pelinegro se acercó a él. JiMin se dió cuenta que ambos tenían rasgos semejantes.

—¿Mmh? —Respondió el joven con voz relajada.

—El jovencito pregunta si nos queda algún ramen de verduras. —El anciano solo suspiró en espera de la respuesta de su nieto.

YoonGi dirigió la vista hacia el chico frente a ellos. Ambos cruzaron miradas, haciendo  que él rubio se pusiera un poco nervioso y que se sonrojara levemente.

—Claro, yo lo atiendo. —Sonrió. —Puede tomarse un descanso ajhussi. —Propuso YoonGi mientras que el anciano solo asentía, se dió media vuelta para despedirse amablemente del chico de anteojos y se fue.

—¿Quieres comer aquí o lo para llevar?

—A-ah, yo podría comerlo aquí.

—Está bien. —El chico mostró una linda sonrisa, le había parecido tierno al rubio parado frente a él. Se dió la vuelta y empezó a servir alimento en una vasija limpia. —¿Eres nuevo por aquí? Nunca te he visto. —Preguntó aún dándole la espalda.

—Eh, ¡Sí! estudio un poco cerca de aquí, mi plan era sólo salir a caminar, pero creo que el hambre me ganó. — Contó mientras soltaba na risita nerviosa, YoonGi lo observó y sonrió también.

—¿En la universidad que queda cruzando ésta calle? —El rubio asintió. —Okey...aquí tienes. —Dijo entregandole la vasija y unos palitos.

JiMin le agradeció con una sonrisa, tomó los palillos y probó un poco del ramen, el cual se veía bastante bien.

Era la gloria.

—Esto...es el mejor ramen que haya probado. —Soltó gustoso, el pelinegro sonrió y peinó su cabello haia atrás. —¿Quién lo hizo? Quiero besarle las manos.

Yoon soltó una carcajada y lo miró divertido. —¿Quieres besar mi manos?

—A-ah...¿Lo hiciste tú?— El pálido asintió. —Está delicioso, cocinas bastante bien. —Alagó.

—Gracias bonito. —JiMin sonrió nervioso. —¿Vives lejos?

—Si te digo...¿Qué me asegura que no vas a irrumpir en mi casa y robarme? —Mencionó mientras lo apuntaba con los palillos haciendo que Min ríera mientras negaba.

—¿Tengo cara de ladrón? —Vió como el rubio lo pensaba pero luego de un tiempo negó. —¿Ves? además ¿Para qué robar tus cosas si puedo robarte el corazón? —Bromeó mientras ponía su brazo en la mesa para apoyarse.

JiMin se atragantó cuando escuchó aquel comentario y luego de haber tosido por un buen rato, miró al pelinegro. —¿Q-qué?

—Es una broma o tal vez no, tómalo como quieras. —Sonrío. Park negó y siguió comiendo.

—Eres pésimo bromeando. —YonnGi soltó una risa y se disculpó. —¿Y tú estudias por aquí?

—Claro, pero me queda algo lejos. —Suspiró—Últimamente no ha estado tan pesado, así que de vez en cuando al local para ayudar a mí abuelo.

—Eso es genial. —Sonrió terminando de comer. —Yo sólo veo a mi abuela por videollamadas, pero está bien, se que cuando vuelva a casa pasaré mucho tiempo con ella.

—Mmh... ¿Volverás a Corea cuando empiece el invierno? —Park asintió. —¿De dónde eres? —Preguntó curioso mientras agarraba la vasija del más bajo para llevarla al lavadero.

—Busan, ¿Y tú?

—Daegu. —Se acercó a él. —Rspero que nos volvamos a ver, chico bonito.

—Basta. —Carcajeo. —¿Dónde pago?

—Yo lo haré, no te preocupes. —El rubio abrió sus ojos como platos.

—¿Qué? no, no, no. Yo... ¡No! —Chilló. —Enserio, ¿Dónde pago?

—Te acabo de decir que lo haré yo, no te preocupes. —Le guiñó un ojo. Park estaba a punto de irse a llorar.

—O-oye... No es necesario, enserio. —Puchereo. Yoon sonrió y negó, mientras más insistía JiMin; más se negaba Min.

—Lo pagaré yo y punto.

—Esto es vergonzoso. —Se quejó el menor, el pelinegrosonrió ligeramente y negó.

—Lo hago porque quiero, tomálo como... Un regalo, como amigos. —JiMin suspiró y asintió rendido.

—Tengo que irme, hay una maravillosa pintura que debo terminar. —Mencionó mientras se levantaba.

—No sé tu nombre. —Hizo saber Yoon. El de mejillas rechonchas lo miró y extendió su mano.

—Park JiMin. —Sonrió cundo Min tomó su mano.

—Min YoonGi. —Dijo. —Espero verte más seguido por aquí, Park JiMin.

—Espero lo mismo, YoonGi. —Rió.

Luego de despedirse del joven y del señor, se encaminó hacia su Universidad con una sonrisa boba. Su corazón latiendo como loco gracias aquel chico de ojos gatunos llamado Min YoonGi.

Un tonto.

Sin saber que el también había dejado a un pelinegro con una sonrisa estúpida en sus labios.


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⏰ Última actualización: Jan 15, 2022 ⏰

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⌗ Korean Neighborhood! [YM] ©APR00DITHEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora