Capítulo 5: Mosquito

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Quedamos a las ocho para vernos en su casa, le avisé a Chloe que no podré ir hoy a comer a su apartamento, me dijo: "Normal chica pásatelo bien, ¡Usen condón, no quiero sobrinos!" Esas fueron sus palabras por mensaje de texto, estoy segura de que si me lo hubiera dicho a la cara estaría roja por todas partes.

Estaba pensando que llevar y opte por lo típico, palomitas y unos refrescos, como va a ser en su casa no sabía que ponerme, soy de esas chicas que prefieren la comodidad antes que verse bonita.

¡Pero eso no significa que te vayas con eso!.

Es muy cómodo.

Ignorando a mi conciencia que dice que no me vaya con mi pijama de la princesa Aurora, salgo de mi apartamento y me dirijo al suyo, tocó dos veces la puerta y se abre rápidamente, sale Cassian con una sonrisa muy amplia, el lleva una polera roja con un pantalón de pijama negro.

—Me imaginé que vendrías con algo así —me dice al mirarme de arriba a abajo.

Le sonrió, talvez si me conozca bien después de todo.

—Traje esto —le señalo la bolsa.

—Perfecto.

Me quita la bolsa y me invita a pasar, su apartamento es igual al mío, hasta podría decir que está más limpio.

—¿Que película tienes en mente? —me pregunta, mientras me invita a sentarme asu lado en el mueble, frente de la televisión.

—Elige tu, no creo que te guste mis...

—Si lo veo contigo, no hay nada que no me pueda gustar, así que no seas ridícula y dime qué vemos.

Y así es como terminamos viendo la Cenicienta.

—Gus Gus es mi personaje favorito definitivamente. —comenta —siento que se parece a mi.

—¿Por lo gordo? —le digo divertida.

—¡Hey, yo no estoy gordo que te pasa! —nos reímos —lo decía por lo divertido.

Es cierto, no está nada gordo, es muy atractivo de todas las formas posibles.

Me gusta poder ver este tipo de cosas con el sin que le parezca molesto, a Mateo nunca le gustó, decía que era muy inmaduro de mi parte ver algo así, pero con Cassian parece todo diferente.

—Hay algo que te quise preguntar desde que te conocí.. —hablo mientras el busca la película de la bella durmiente.

—Dime.

—¿Que hacías en esa banca esperando el bus si tenías carro? —el se tensa al principio pero gira a verme, nuestros ojos conectaron, los de él tienen ese brillo que tanto me gusta.

Traga saliva y puedo ver en sus ojos cómo se debate si contarme o no, al final suspira y me sonríe.

—Es que, tuve un problema familiar, maneje sin rumbo y me detuve cerca a esa banca, salí con un libro buscando relajarme mientras leía sentado en esa banca, hasta que tú te sentaste —sonrie más —estabas llorando mirando a la nada y solo te hablé para que callaras no pensé que me contestarias y nos pondríamos a discutir.

—Si, te comportaste como un imbécil.

Se ríe.

—Ya me disculpé por eso —alza las manos en señal de rendición.

—Me vuelves a interrumpir mientras lloro y esta vez no solo te voy a gritar.

Ríe y vuelve la vista a la televisión a buscar la película.

Entonces te das cuenta..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora