DÍA 2
Y no se han reportado noticias de Mark.
Recién un detective había tomado el caso, y desde entonces, aparentemente, todos han puesto su confianza en manos de él y su equipo menos Haechan, que no puede dejar de pensar en su mejor amigo y su desconocido paradero.
Las horas de la noche avanzaban, y Haechan estaba sumido en un terrible insomnio que ha perdurado desde que esto empezó. Su ansiedad andaba a flor de piel, y junto con esos episodios, no podía ir peor. Empezaba a creer que era algo premeditado, que Mark estaba en peligro en alguna parte y que alguien malintencionado le hizo daño.
Y lo que más lo impacientaba y desesperaba, es que, al parecer, nadie más veía la gravedad de la situación a excepción de él.
Aquella mañana se levantó con el peor de los ánimos con los que alguna vez pudo haber despertado. La alarma sonó, pero él ya estaba despierto hacía horas. Su compañero de cuarto, Johnny, fue el primero en levantarse. Lo oyó cantar en la ducha, mientras tanto, él intentaba darse ánimos para un día en donde sabía, sería aún más mierda que el anterior.
A veces le gustaría desaparecer también, que lo tragase la tierra, como Mark, o simplemente, estar muerto. Así quizás lo sobrellevaría mejor, no tendría que estar tomando pastillas para mantenerse a raya, mucho menos forzar una sonrisa cuando estaba frente a las cámaras, porque simplemente, no estaría.
Suspiró. No debería estar pensando esas cosas, pero a veces, en su estado, era inevitable.
Se levantó por fin. Arrastró sus pies descalzos por el suelo y tomando una toalla que estaba tirada a los pies de su cama, se acercó al baño. Johnny salió con la toalla anudada en la cintura, y al verlo, se preocupó.
—¿Estás bien?
—¿Tú que crees? —soltó, sarcástico. Entró al baño arrastrando los pies, sin siquiera mirarlo.
Era consciente de la mirada que Johnny le estaba dando. En un día normal, Haechan se habría levantado y corrido a la ducha porque, como siempre, estaría retrasado. Se metería bajo el agua y se quejaría de que está atrasado y maldeciría porque Johnny siempre usaba el agua hirviendo y él la prefería más bien fría. Luego cantaría en la ducha, se peinaría —también cantando— y saldría con el cabello lleno de frizz y un diente enorme por el hambre que tendría.
Pero ahora, con suerte logró levantarse.
—Ay, Haechannie... —Posó ambas manos sobre sus hombros. Haechan bajó la cabeza para evitar el contacto visual—. ¿Qué pasa? ¿Te preocupa Mark?
—Pues claro que me preocupa, ¿acaso a ti no? —saltó.
Johnny abrió sus ojos, algo sobresaltado por su tono de voz, y sólo entonces se dio cuenta que había sonado muy tosco.
—Digo, es que... —bajó el tono de voz de inmediato— no dejo de pensar en lo que pudo haber pasado y... y... ¿y si lo secuestraron? ¿Y si está encerrado en un sótano, amordazado, amarrado sin poder pedir ayuda? O peor aún, ¿y si está siendo torturado? ¿O... o... o... si está muerto? Yo... no puedo... no puedo dejar de pensar en lo peor y me... me preocupa que... que... sea peor de lo que pensé y...
—Haechan, por Dios —exclamó Johnny, interrumpiéndolo. Se veía atónito con sus comentarios—. ¿Por qué piensas eso?
—¡Porque pudo haber pasado cualquier cosa, hyung! ¡Me desespera no saber en donde está...! —Aquel grito suscitó su llanto.
Johnny lo contuvo entre sus brazos con fuerza al oírlo sollozar. Haechan lloriqueó contra su pecho, sabiendo que había perdido el control de sus emociones. Sus hombros temblaban ligeramente por el llanto.
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desvanecido
Fanfiction❝Esto no es un juego. Su carrera se arruinará. Uno desaparecerá, Y un culpable habrá. ¿O podrían ser más?❞ El grupo NCT no ha dejado de romper récords desde que el quinto año de su carrera comenzó. Sin embargo, en medio del auge de su carrera, l...