17. No me esperaba tanto
Un nuevo lunes en la oficina. Vio y Vega estaban cada una a su movida, en sus mesas, tras sus ordenadores. Mientras desayunaban, a primera hora de la mañana en la cafetería de abajo, Vio le había preguntado a Vega por los avances con Alan. Ya nada puede ser un secreto cuando tienes un grupo de Whatsapp llamado GossipGirls en el que Rico es el administrador. El chico había contado lo del centro comercial nada más llegar a casa aquella tarde. Vega estaba contenta porque ese sábado habían ido ella y Alan a una exposición que él quería ver sobre animación. Era un friki de PIXAR y a Vega no le disgustaban en absoluto los dibujos animados. Después habían cenado juntos. Habían estado parte de la tarde decidiendo a donde ir porque Alan conocía mil sitios geniales en la ciudad y Vega se sentía atraída por cada uno de ellos, aunque no estaba segura de si era por la comida o porque a Alan le gustaban. Al final, como se les echaba la hora encima y no llegaron a ninguna conclusión, Vega propuso una pizza en su casa y una buena peli de fondo. Al llegar a esta parte, Vio alzó las cejas de modo sugerente y sonrió, pero Vega negó con la cabeza con una sonrisa. No, no había pasado nada. O sea, muchos besos, abrazos y esas cosas, pero nada más allá.
—Tía, qué raro —le había dicho su amiga.
—¿Por?
—En tu casa y no te mete mano. ¿Es un viajero en el tiempo y viene de los años cuarenta? Bueno, es que incluso en los cuarenta seguro que metían mano a las chicas. Mira Elvis.
—¿Elvis? Tía, deja de poner ejemplos con músicos famosos porque no tienes ni idea de nada —se rio Vega restándole importancia a las tonterías de su amiga—. No sé si es un viajero en el tiempo, pero me gusta así.
—¿Sin triki-triki-triki-mon-amour?
—Sí —se confesó Vega. Luego miró a su amiga y se rio—. A ver, no. O sea, me gusta, me da igual si pasa mañana o si pasa pasado. Sé que va a pasar.
—En el fondo es súper tierno y te envidio —le dijo Vio poniendo cara de adolescente emocionada que piensa en uno cualquiera de los One Direction—. Aunque tiene unas pedazo de cejas que no son normales, tía.
—Ah… —se rio Vega—. ¡A mí me chiflan!
—Sí, y también te chifla el entrecejo de Den Murphy. Es acojonante, sólo tiene una puta ceja. ¿Puede haber alguien en el mundo que sea guapo con una sola ceja? ¡Él es el único!
—Totalmente de acuerdo. El entrecejo más sensual del planeta Tierra.
Y acabada esa conversación que tiraba a lo absurdo, se subieron a la oficina y se pusieron a trabajar. Hasta ese rato, ya a media mañana, que alguien irrumpía en su despacho haciendo que las dos levantaran la vista hacia la puerta, que estaba entreabierta y una cabeza asomaba por allí con una gran sonrisa. Vio y Vega se miraron con estupefacción y volvieron la vista al sujeto que las saludaba. Fue Vega la que saludó primero después de soltar una risita. Vio alzó una ceja en plan escéptico y terminó saludando como si quien tuvieran delante fuera un conocido de toda la vida.
Cob abrió la puerta del todo y entró con una amplia sonrisa y una mano en el bolsillo en plan estrella del cine. La verdad es que la pose le pegaba mucho, porque era guapo a rabiar. O a lo mejor era guapo porque salía en la tele. Es de esas cosas de la vida que no sabes si una persona es guapa porque todo el mundo lo dice o porque lo es. A lo mejor si fuera el frutero en el súper de debajo de casa, pasaba totalmente desapercibido tras los melones y nadie lo miraba.
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No te emociones tanto
Romanzi rosa / ChickLitUna chica normal y corriente con una obsesión: Un cantante de rock los 90 en plena crisis de los cuarenta. Él, un cantante de los 90, en plena crisis de los cuarenta, buscando cómo volver a estar en la cumbre. Ella deseando cruzarse con él. Él no sa...