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Ese sábado, volvieron a ir en la mañana al centro comercial, como era costumbre.

Mina entró, pero no hizo más que poner un pie en el local de música y Beomgyu la saludó.

—Bienvenida a MusicWorld. ¿Puedo ayudarte en algo?

Él estaba muy cerca de la entrada y se encontraba libre, mientras que Chaeyoung se encontraba vendiendo unas púas más en el fondo. Beomgyu estaba algo celoso de Mina, cosa que era bastante estúpida, ya que Mina era una chica; pero si podía impedir que hablaran no estaría nada mal, pensó. Ella se puso muy nerviosa. Tenía la idea fija de que fuera Chaeyoung quien la atendiera, como todas las semanas. No contaba con la posibilidad de que alguien más lo hiciera. Ella iba a esforzarse en hablar más, pero no con todos, no ahora. Ni siquiera había tenido tiempo de tomar un CD cualquiera entre sus manos. Pero agradecía en parte por ello. Si él era quien se encargaba de la compra ni siquiera tendría excusa ni oportunidad de hablar con Chaeyoung. No podía permitir eso. La veía una vez a la semana y sólo unos momentos. Era demasiada la espera para desperdiciar el momento de esta forma ¿Qué debía hacer?

—Mina.

Oyó esa voz que hacía que todos sus problemas se disiparan y sintió como si un peso de toneladas de kilos se cayera de sus hombros. Estaba a salvo. Tanto ella como el peli negro voltearon su cabeza fijando la mirada en Chaeyoung que se había acercado a ellos. Había terminado de atender al cliente con quien estaba ocupada.

—No te preocupes, Chaeyoung. Yo me encargaré de atenderla -dijo él con una gran sonrisa boba hacia Chaeyoung. Sí estaba más que claro que le gustaba.

—No -dijo en seco haciendo que el muchacho dejara de sonreír- verás -cambió su tono de voz a uno más suave al notar que había sonado algo fría antes- Mina es mi clienta favorita, y yo soy su vendedora favorita -le guiñó un ojo con una sonrisa de lado- es algo mutuo, por eso seré yo quien la atienda siempre que venga. Si estoy ocupada, esperará a que esté libre. ¿Entendido? -finalizó en tono algo descarado.

—Como quieras -escupió molesto y se dirigió a otra parte del local rápidamente para desaparecer de su vista.

—Ya se le pasará -dijo sonriente a Mina quien la miraba sorprendida- ¿Estás bien?

Mina sentía ganas de sólo asentir. Eso era simple. Pero habían acordado que dejaría de hacerlo.

—Sí -dijo con la mirada hacia abajo.

—Bien ¿Qué va a necesitar mi clienta favorita el día de hoy?

Mina sintió un escalofrío en su columna. Cada cosa buena que Chaeyoung decía sobre ella le ponía el corazón a mil por hora. Volteó a penas su rostro y tomó cualquier CD, entregándoselo. Chaeyoung la miró con el ceño fruncido y tratando inútilmente de ocultar una sonrisa. Chaeyoung mordió su labio inferior, eso la hizo ver condenadamente sexy. Mina tragó saliva.

—¿Sabes? Es una pena que no podamos tener más tiempo juntas el día de hoy. Pasar mi tiempo para almorzar contigo fue mucho más entretenido que pasarlo sola. Y no puedo usar mi descanso en este momento. Si almuerzo a las once de la mañana moriré de hambre el resto de la tarde -hizo una mueca graciosa.

La combinación de oír esas palabras y ver la mueca divertida de Chaeyoung hizo que Mina sonriera.

—Sonreíste -dijo sorprendida, interrumpiéndose a sí misma mientras hablaba.

Mina borró la sonrisa de su rostro como acto reflejo y la miró fijamente.

—Sonreíste -volvió a repetir, pero esta vez con una gran sonrisa en el rostro- no puedo creerlo. Sonreír definitivamente es algo que también deberías hacer más a menudo.

La chica de los CDs [ADAPTACIÓN Michaeng] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora