En un día soleado en el bosque tropical del este los rayos del sol traspasaba las hojas de los árboles, haciendo que las plantas se vieran aún más brillantes de lo que ya estaban.
Un chico disfrutaba del aire libre en la copa de un árbol, con los ojos cerrados inhalando el fragante olor a naturaleza. Su cabello plateado y liso estaba lleno de hojas secas y sus piernas sucias de tierra.
Se había escapado otra vez de la reunión del consejo, algo que de seguro le iba a conseguir una reprimenda de su hermana, pero eso no le importaba ahora. Simplemente no quería trabajar. Era solo un chico, ¿qué se suponía que hiciera en el consejo solo con 16 años? No es que los mayores tomaran en cuenta su opinión, así que no había caso en asistir. De todas formas, aunque tratara, no entendía la mitad de las cosas que decían.
El sol ya comenzaba a perforarle la nuca, osea que ya casi era medio día. Si no llegaba a tiempo al almuerzo su hermana sí que se enojaría.
Bajo del árbol, y como siempre, hechándose una siesta al pie de este, estaba su muy buen amigo Roger. Un león de casi dos metros de alto, que por alguna extraña razón le encantaban las sandías. No sabía si cazaba gacelas o algo así, pero siempre que le llevaba sandía, se la comía muy a gusto. Ese día su melena se veía más brillante que nunca. Era casi como si se la cepillara todos los días.
- ¿Levochka? ¿Donde estas, Lev?
Escuchó a lo lejos. Esa debería de ser su hermana.
Se sentó de cuclillas al lado de Roger y le acaricio su gran melena naranja. En verdad que era el rey de la selva. Soltó una pequeña risa y se fue corriendo en dirección al noroeste..
.
- ¡¡Te estoy diciendo que eso no va a funcionar!! ¡¿Crees que el pueblo se tragaría la idea de los "recursos humanos", lo que sea que sea eso, para pagar más impuestos?!
-¡¡Pues lo harían su tu no fueras tan insistente en darles a cada maldito habitante un lugar para vivir!! ¡¿Sí sabes que los pobres tambien son parte de la sociedad?!
- Está bien, está bien. Ya es suficiente de ustedes dos. Nada de lo que dicen tiene sentido.Por el momento, en la reunión del consejo solo habían llegado Kenma Kozume, un chico bajo de pelo largo rubio, con quién parecía ser un bufón; y los tres hijos de Manabu Naoi, último integrante de la familia real Naoi, ygracias a que ninguno de sus hijos había tomado su apellido sino el de sus madres, nadie le tomaba en serio, nisiquiera sus hijos. Cosa que casi le hace perder su trabajo.
Los tres chicos no podían ser más diferentes en todos los ángulos posibles. Los tres eran de diferentes madres las cuales eran pobres, pero gracias al puesto de su padre, fueron forzados a tomar parte del consejo.
El más grande de los tres, Nobuyuki Kai, se podría decir que era el favorito de Manabu.
El chico moreno siempre logra tener una cara relajada, con los ojos cerrados y siempre sonriente. Jamás se irrita por nada ni se queja, e incluso le gusta su puesto en el consejo.
El que le sigue es el pequeño Yaku Morisuke. Y cuando digo pequeño, es porque era pequeño. Con su cabello castaño y delgada forma parecía un niño con demasiada autoestima. Y si mencionas su altura en algún momento, tremendo golpe el que te daba.
El tercero y último era más alto que los otros dos. Con el cabello negro, puntiagudo hacia arriba y con flequillo que le tapaba el ojo derecho. Con una complexion robusta y cara astuta, Kuroo Tetsuro era una persona relajada y amable, que le encantaba hacer enojar a Yaku. Gracias a su "amistad" que tenia con el consejero Kenma, casi siempre ganaba las discuciones que tenian sus cuasi-hermanos y él.Volviendo a la reunión. En esta ocasión estaban peleando sobre que últimamente el pueblo no habia estado pagando todos los impuestos. Obviamente no todos estaban en la conversación, ya que Kenma se puso a jugar con unas cartas junto al bufón. Los gritos de Yaku y Kuroo se escuchaban por toda la sala, y Kai no podia detenerlos.
En eso, la puerta se abrió de golpe, obligando a los dos miembros a cayarse de repente. Tras las puertas, dos figuras altas entraron a la sala. Por fin, Lev habia llegado. Tarde, pero habia llegado. Junto a él, un chico poco más grande que él, de pelo café y despeinado, que llevaba una sonrisa mientras se sentaban en las dos sillas al lado de Kenma.- ...Hola
- Llegas tarde... otra vez.
Lev intentó saludar, mientras fue cortado por el más pequeño del lugar.
-...Cómo lo siento, Yaku-san...- dijo en un balbuceo.
- Si tanto lo sientes, la próxima vez ven temprano.
- Ah, esta bien...
No es que fuera mazoquista ni nada, pero habia llegado tarde ese dia a propósito. No era su intención faltar al consejo, o decepcionar a su hermana. Pero era la única forma en la que Yaku ponía su atención en él. No sabía por qué, pero siempre que podía, hacía que Yaku le pusiera atención, de una forma u otra.- Bueno, entonces quedamos con subir los impuestos, pero a cambio les damos la garantía de estar a salvo en el reino a pesar de los ataques de Nohebi... ¿De verdad les tenemos que decir eso? Todos sabemos que no va a pasar...- terminó Kai, después de tres horas de discusiones.
Kuroo sonreía de oreja a oreja satisfactoriamente, mientras que Yaku sostenía sus brazos cruzados, rostro frutrado por el hecho de que Kuroo ganó otra vez. No sabía qué se traía entre manos, pero no era nada bueno si Kenma estaba involucrado. Kai se restregó las sienes al ver las miradas fulminantes de los otros dos, y al ver que nadie le respondió, dio por terminada la reunión, aún no convencido en la elección de los otros miembros.
Mientras todos se levantaban e iban de la sala, Lev seguía leyendo el mismo pergamino que le habían dado al comienzo con toda la situación y las posibles soluciones, más las cosas que eran necesarias tomar en cuenta para la decisión final. De verdad quería ayudar, pero no sabía cómo. El chico que había llegado con él iba a decirle algo, cuando detrás de él Kai gritó:
- ¡Inuoka! ¿Puedo hablar contigo un segundo?
Volteó a ver una última vez a Lev con preocupación, pero fue tras Kai. Lev seguía intentando entender cómo funcionaban bien los impuestos. Bajó los pergaminos rascandose la nuca.
- ¿Qué estás haciendo? La reunión ya terminó, ¿no tienes que hacer algo más? como, no sé, ¿huir de tus responsabilidades?- la voz fría y cortante de Yaku le habló por la espalda.
Para ese momento, eran los únicos que quedaban en la sala. Yaku veía a Lev sin expresión alguna, esperando a que reprochara algo. En vez de eso, Lev sonrió nerviosamente y regresó al pergamino.
- Últimamente he estado intentando hacer algo por el consejo. Pero no pude decir nada en toda la reunión... otra vez... - dijo Lev tomando otro pergamino.
Yaku lo vió curioso el pergamino que sostenía el menor, dándose cuenta que era su escritura, y que había apuntado mayormente solo lo que había entendido. Un par de ideas y otro par de garabatos. A Yaku le dio un vuelco el corazón. Depués de tratarlo mal todo este tiempo y el niño solo quería ayudar.
- Bueno, esto, eso es...- no pudo proncunciar ni una oración completa. Suspiró y se acercó al hombro de Lev, dirijiendose a los pergaminos en la mesa.- Si de verdad quieres ayudar, puedes comenzar en la biblioteca del palacio. Allí busca los libros que quieras acerca de los impuestos si no los entiendes bien. Solo con entender cómo funcionan podrías aportar más en las reuniones. Si el problema es que no te escuchan, solo tienes que alzar la voz. O pedirle a Kenma que te de la palabra, después de todo el es el veredicto final. Aunque sería mejor no meterte con Kenma, para ser pequeño es un monstruo. Esto de aquí está fuera de lugar, deberías...
Lev ya no escuchaba más, solo veía el perfil del rostro de su mayor, concentrado explicándole qué hacer y qué no hacer. Sintió como la sangre se le subía a sus mejillas. ¿Siempre había sido así de lindo?
- ...y ya lo tienes. ¿Entendiste?- Así sin más, Yaku ya había terminado de hablar y Lev solo entendió la mitad. Aún así, asintió con la cabeza nervioso. - Bien.- dijo parándose del lugar.- Bueno, nos vemos.
Yaku le dedicó una pequeña sonrisa a Lev, y salió de la sala. Ahora solo quedaba un Lev sonrojado y feliz. Tomó todos los pergaminos sin siquiera ordenarlos, y salió corriendo por los pasillos hasta encontrar a su hermana en su recámara.
- ¡Alisa! ¡Tengo un problema!
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Era Medieval [ A Haikyuu Fan Fiction ]
FanfictionUn fan fic de Haikyuu en donde están en la edad media, y a lo largo de la historia verás a estos personajes convivir juntos. No sé hacer descripciones. Contienen los ships de: iwaoi, que es el principal; y los secundarios se abarcan en los demás, c...