Thousand days [kth]

mil días

La carretera se va oscureciendo lentamente y siento el ambiente extraño. Según el pronóstico, lloverá por la noche, así que disfruto de esos últimos instantes cálidos que me ofrece el atardecer. La música de fondo de pronto cambia y mi mirada viaja desde el paisaje que me muestra nuestro recorrido a los largos y delicados dedos de mi acompañante, que va presionando botones para buscar alguna melodía.

Parece que no le convence ninguna y continúa saltando entre canciones hasta que suena Belong to you y ya sé lo que está pensando, cuando lo observó enarcar una de sus pobladas cejas, lanzándome esa mirada llena de lujuria que le sale a la perfección. Sonrío apartando mis ojos de Taehyung, volviendo a concentrarme en el camino.

- Te noto algo cansada. - dice con ese tono bajo y aterciopelado de voz.

- Lo estoy.

- Haré que te relajes.

- Lo sé. - digo sin mirarlo y sonrío por la sorna con la que ha hablado.

Taehyung sigue conduciendo, canturreando de vez en cuando y viéndose jodidamente atractivo, igual que cuando lo conocí. Lleva una camisa negra con un par de botones desabrochados, el cabello algo desordenado, y cada vez que toma con fuerza el volante del coche, puedo ver cómo se tensan sus hermosas manos.

Nuestro primer encuentro no fue grato. Taehyung ya era una gran estrella en Corea, un actor con muchos protagónicos y yo solo era una simple extra en uno de sus tantos dramas. Hicimos juntos una escena corta y me pareció un divo de mierda que me miró con cara de incomodidad antes de tocar mi mano para ayudarme a salir de una piscina. Hicimos la toma seis veces y él dijo que el agua estaba demasiado helada, mi toque le resultaba frío y no le gustaba.

En efecto, el agua fría me estaba congelando el culo y me metí seis veces en ella, en dónde me miraba temblar de frío, mientras no estaban grabando. Al final, cuando la toma resultó bien, nada más hizo una leve reverencia, sin mirarme y salió del set. Esa tarde, después de tomar una ducha rápida y tibia en el camerino que compartía con otros extras, caminé hasta uno de los camiones en donde nos servían comida, llevando todas mis cosas en una pequeña maleta. Ordené algo y me senté en una de las mesas que disponían al rededor... y Taehyung apareció de pronto, ocupando el lugar junto a mí.

Lo miré sorprendida, mientras que colocaba frente a él, las cosas que pensaba comerse, con total parsimonia.

- June Min. - dijo mi nombre, sin dejar de mirar su comida. - Quiero tu número telefónico.

- ¿No tienes uno propio? - le pregunté de inmediato, y sonrió. Su rostro que antes me pareció tan varonil y elegante, se volvió infantil. Se giró para mirarme un instante, con el semblante muy serio.

- De verdad quiero llamarte e invitarte a salir. - sus ojos estaban fijos en mi rostro. Miré hacia todos lados creyendo que debía ser una maldita broma.

- Y no es una broma, June Min. - agregó al ver mi expresión incrédula.

- N-no... - comencé a decir y él frunció el ceño.

- ¿Por qué no? - me interrumpió.

- No, no...

- ¿Por qué no, no? - enarco una ceja.

- Señor Kim.

Negó con la cabeza

- Taehyung. - me corrigió.

- Señor Kim... Taehyung... Kim Taehyung...

- Sal conmigo, por favor. - juntó sus manos, haciendo una súplica. De nuevo miré a nuestro al rededor y noté que ahora si, las mesas estaba vacías. La gente que entregaba comida tampoco estaba en su lugar. - Pedí privacidad para invitar a salir a la chica bonita que se estaba congelando por mi culpa y disculparme con ella. Fui muy poco profesional y no pude concentrarme como debí en la escena... por no dejar de mirarte.