Capítulo 4

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Ali siguió al botones junto con Lola y Lorena hasta las habitaciones, ambas situadas una frente a la otra. El punto bueno de aquello es que no tendrían que moverse mucho para llegar a la otra habitación. Ali pasó la tarjeta magnética por la puerta y dejó que el botones metiera las maletas en la habitación y luego se fuera. La verdad es que nos había tocado una habitación bastante amplia, con un sofá frente a las camas, un baño bastante grande y vistas a la piscina. Esto último le disgusto a Ali, ya que significaba que por la mañana, cuando la gente se despertara y no les apeteciera ir a la playa, iban a ir a la piscina y ella no podría dormir.

Por ese motivo, yo había sido la afortunada ganadora de la cama que daba junto a la ventana. Lo cual me dio exactamente igual, no solía dormir demasiado.

Nerea y yo salimos del ascensor comentando la mala suerte que nos perseguía allá donde fuéramos. No solo no nos valía con que nos tocaran profesores de mierda, jefes de mierda, sino que también la mala suerte se venía con nosotras de vacaciones.

⁃         Siempre nos pasan están cosas a nosotras -se quejó Nerea-. Que no queremos ver a un tío: bum! No solo se inscriben en nuestra uni, sino que además está en nuestro edificio.

Reconocí el ejemplo al instante.

⁃         El ex de Lola –me reí acordándome del chico con chándal que habíamos visto una millonésima de veces por la uni.

⁃         ¿El de Lola? –Nerea me miró y me pellizco el brazo-. ¿Y qué pasa del amigo de tu amigo? Ese que según tu "no está mal, pero es demasiado plasta". O quizás uno que según tu es guapísimo pero...

La corte devolviéndola el pellizco, no necesitaba que me leyera la cartilla de los chicos por los que me había interesando alguna vez o por los que se habían interesado por mí.

⁃         Reconozcamos que en cuanto a los tíos nos ha mirado un tuerto –concluí-, bueno, nos ha mirado a mí y a Lola, a vosotras que os den.

⁃         Eres un amor titi, un amor –dijo con ironía mientras nos acercábamos a las habitaciones.

⁃         Reparto amor y simpática, ya lo sabes.

La puerta 405, que aparentemente era la que compartía con Ali, estaba abierta y se oían voces y risas en el fondo.

⁃         No, si al final estas empiezan las vacaciones sin nosotras –Nerea se pasó la mano por su pelo negro y entró a la habitación.

Las tres estaban encima de una cama, sirviendo champan en copas de plástico mientras reían. No tarde averiguar que era mi cama, ya que la maleta de Ali está abierta sobre la otra. Cabritas. Esta noche ya me veía durmiendo sobre sabanas con olor a champan.

⁃         Llegáis justo a tiempo –chilló Lola levantándose corriendo y dándonos dos copas repletas de burbujeante champan.

⁃         Hemos decidido que antes de empezar con el planing del día vamos a brindar por el comienzo de estas maravillosas vacaciones –explico Lorena, que también se levantó, botella y copa en mano.

Ali acabó de echarse champan en su copa, y las cinco formamos un circulo, donde nos miramos las unas a las otras con una gran sonrisa.

⁃         Por nuestro fin de curso –dije.

⁃         Porque después de esto, vengan muchos viajes más –esta vez fue Ali la que hablo.

⁃         Porque no perdamos el contacto jamás –Nerea ya tenía los ojos brillantes cuando dijo aquello.

⁃         Porque un día vayamos todas al Caribe, a beber de cocos –añadió Lola.

⁃         Por nosotras, y por el día en que nos conocimos –concluyó Lore.

Incondicional (Luke Hemmings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora