Gwen es un Crox, una criatura mágica que vive en los bosques en manada. Su vida tranquila está apunto de cambiar, pues, muy pronto, llegará la noche de las estrellas de plata y, con la magia de sus brillantes luces, la toma de liderazgo en la fría a...
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El día que nací, se celebró una gran fiesta en la aldea. La euforia llenaba los tórax de los integrantes de nuestra gran manada, las estrellas de plata, aquellas que sólo pueden verse cuando los hijos de las rosas rojas nacen o son lo suficiente mayores para obtener el cargo de líder, iluminó el cielo de una forma tan bonita que las nubes decidieron desaparecer y la aurora acarició los techos negros de las casas de piedra del interior del bosque.
Todos estaban fascinados, y no solo por el tremendo espectáculo visual que el cielo había decidido regalar, sino porque aquel congelado día de diciembre, nació la hija menor del líder Raus.
Una niña, la primera fémina en portar la mágica sangre de las rosas y, con ello, la primera sucesora del liderazgo de la aldea.
Gwendoline Ren.
Fue tal la sorpresa que, en cuestión de horas, el consejo de todos los Crox del planeta decidió convocar una reunión de urgencia. Una emergencia que mi madre no llegó a comprender del todo conforme los grandes líderes se cuestionaban si una mujer sería capaz de desempeñar el rol correctamente.
¿Cómo podían dudar de las habilidades de guerra de la hija de Raus, el sangriento capitán del ejército rojo?
Muy fácil, era una mujer y, para ellos, mi única función consistía en encargarme de los niños de la manada. Cuidar, aumentar nuestra escasa población y criar.
Los Crox éramos los única especie mágica del planeta 20 en seguir aquellas normas conservadoras, los lobos o los mismos cazadores que nos acechaban habían dejado atrás aquellas prácticas hacía siglos, sin embargo, nuestra raza parecía no querer prosperar de la misma forma y nos ateníamos a unas reglas que no iban a cambiar de la noche a la mañana.
Ni siquiera por un cachorro rebelde de la manada.
Pero, como mi sorprendente nacimiento, yo no estaba dispuesta a seguir la tradición.
