Capítulo 5: La cago frente a todos

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Al entrar, me paro en seco al ver a tantas personas reunidas

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Al entrar, me paro en seco al ver a tantas personas reunidas. Es una sorpresa grande teniendo en consideración que pensaba que solo sería un evento cerrado y pequeño en comparación.

Por suerte, todos estaban concentrados hablando o fingiendo reír de algún chiste malo que no notaron cuando Jade y yo llegamos juntas, tomadas de la mano y compartiendo calidez. Suspiro aliviada al realizar en que me había ahorrado una gran sección de preguntas incómodas de parte de todos.

Aún no entendía la necesidad que tenían de meterse en todo, pero lo hacían como si fuese una profesión.

Me permití ver lo lujoso del lugar. El salón en el que nos encontrábamos tenía tres grandes ventanales que dejaban a la vista nuestro jardín trasero, en el cual se podía ver la fuente en cascada en la que casi me ahogo cuando tenía 5 años, sin embargo, esta vez servía para darle un aire agradable y natural al lugar.

Justamente todo lo contrario a la persona que había preparado todo:mi madre. Sin importar qué, tenía que admitirlo, había hecho un buen trabajo con la decoración.

Ahí me tiraría mis fotos para instagram.

—¿Tus padres no vendrán? No los veo por ninguna parte. —Le pregunto a Jade mientras paseo la mirada por todo el salón, nerviosa.

Nuestros padres son grandes amigos. Siempre se tomaban un tiempo para poder verse y conversar, o asistían a los eventos del otro. Considero que son los únicos verdaderos amigos que tiene mi familia: La familia Williams.

Eran, prácticamente, una familia de celebridades. Su madre era diseñadora de modas, su padre, jefe de una de las empresas más grandes del país y su hermana... Ella era una de las actrices y modelos más buscadas.

Había estado lamentándome tanto de mi horrorosa vida que estuve ignorando pequeñas cosas como que sus visitas espontáneas habían parado de un día a otro. Además de que ya habían pasado unos dos meses desde la última vez que los había visto por aquí; la única integrante de la familia que aún venía a molestar era Jade.

Presentí que la cosa no iba bien cuando la sentí tensarse a mi lado.

—No. —dice de manera seca, y por un instante no puedo ver a la Jade que minutos antes me prometía ir a la mierda conmigo si se requería. Trago saliva—. ¿Sabes a donde fue Monse?

La mención de mi prima hizo que el tema anterior se esfumara completamente de mi mente y abrió paso a una sensación horrible en mi pecho.

Definitivamente el hambre acabaría conmigo.

—No la he visto, pero si tanto te apetece verla puedes ir a buscarla. —Suelto su mano y me encamino a buscar algo de comer.

La mesa de los mariscos se veía interesante...

No hay un final feliz para cenicientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora