Si dijera que los temas del resto de la velada fueron más interesantes que mis clases, mentiría colosalmente, pues en realidad las tonterías se habían multiplicado ante el cansancio del día. Ya nadie podía decir nada con cordura.
De un momento a otro, perdí la noción del tiempo, a tal punto que terminé dormido con la cabeza recostada en el hombro de Ami.
No recuerdo a qué hora llegamos a casa, ni como lo hicimos; pero al día siguiente ahí estaba en mi cama, recibiendo la luz directa de los rayos de sol de medio día.
Me estire en el colchón y luego me levante perezosamente para bajar a la cocina. Fue de camino, cuando me encontré a Ami sentada en las escaleras mirando con recelo la cocina.
-¿Buenos días? - dije mirándola con extrañeza.
-¿ese gato gruñón preparando el almuerzo? - se dijo a si misma mi madre.
Confundido mire a donde ella lo hacía. Más allá, frente a la estufa, Levi cuidaba su preparación, teniendo más allá un tabla con verdura picada.
-¿qué le hiciste? - le pregunté a mi madre sentandome a su lado.
-nada, no que yo sepa - confesó Ami encogiendose de hombros. - aunque puede que... ¿Es ese día?
Se cayó a media frase y luego negó con la cabeza. Se llevó la mano izquierda a su hombro derecho e hizo presión sobre el mismo.
-no lo es - respondió Levi girando en busca de los platos.
-¿entonces? - le preguntó mi madre.
Mi mirada hiba de uno a otro, sin saber al 100% a que se referían. Tenía una vaga idea, pero por la descripción dudaba de que se tratase de ese momento.
-no hay razón - soltó Levi. Sirvió el almuerzo y puso la mesa - ya está listo.
Con preocupación, tango mi madre como yo, nos levantamos y caminamos con cuidado hasta la mesa. Que Levi preparará el almuerzo era algo que pocas veces al año sucedía y las razones de esos impredecibles momentos eran: o el había hecho algo que enojaria a Ami y buscaba remedio, o Ami lo había hecho enojar a él, o estaba de excelente humor, o bien, necesitaba aclarar su mente y recordar algo. Que no hubiese razones esta vez, no era algo que me diera buena espina.
-iré a la ciudad mañana - soltó Levi cuando Ami apenas comenzaba a comer.
Así que era eso. Aunque, no parecía ser algo que molestase a mamá demasiado, así que eso no era todo.
-¿tienes trabajo? - pregunto Ami sin preocuparse, saboreando el talento culinario bien oculto de papá.
No era una gran preparación, pero siempre podía contar con un sabor especial que distinguía a los platillo de Levi. Y lo que era mejor, siempre me servía de más, pues sabía que amaba cuando el cocinaba.
-no, tengo que ir a buscar algo - confesó Levi.
-¿qué cosa?
Levi y Ami se enmudecieron al instante, solo sus miradas podían pronunciar las palabras necesarias, lo que no me dio buena espina.
-¿en la tabla floja no están? - dijo Ami sin poder seguir con aquella silenciosa platica.
Pase con dificultad mi bocado. No esque fuera paranoico, pero si existiera la posibilidad de que hubiera más de una tabla floja en la casa lo sabría, así que de lo único que podían estar hablando era de...
-no, pero estoy seguro de que quizá lo moví a la oficina - explicó Levi.
Seguí comiendo con tranquilidad, fingiendo que sólo tenía poco interés en su conversación cuando en realidad, me estaba torturando mentalmente.
-sólo era...
-no...
-saben es muy temprano para que yo trate de descifrar su código - me queje bostezando un poco. - ¿qué perdieron?
-¿cuándo fue la última vez que entraste a la biblioteca? - pregunto Levi tomando su taza de té.
Lo pensé y me puse a contar los días con los dedos, cada vez me sentía más nervioso.
-creo que hace unos 3 o 4 días, cuando mamá me pidió que fuera a limpiar como siempre - explique pensativo y luego con curiosidad, pues esa se supone debía ser mi reacción- ¿por qué?
-¿y no había nada inusual? - insistió mi padre con neutralidad.
-¿algo como esa dichosa tabla floja que acaban de mencionar? - le pregunté con una débil sonrisa.
Había veces en las que era tan bueno mintiendo como Levi, aunque para mis padres yo siempre sería pésimo mentiroso como Ami.
-tal vez... - dijo mi padre desconfiado y bebiendo un poco de su taza.
-pues no, lo más sospechoso fue encontrar una inmensa capa de polvo cuando yo había limpiado días antes - me queje molesto con la suciedad.
-¿y que hay de un cuaderno y unos trozos de tela? - pregunto.
Ami miro al instante a Levi, con su rostro transparente no podía ocultar su sorpresa. Así que mamá no sabía del diario...
-¿un cuaderno? - lo pensé -no que recuerde, ¿cómo era?
-Levi... - dijo Ami como advirtiéndole.
-un cuaderno normal con un forro verde - explicó mi padre ignorando a mi madre.
Guarde silencio para darme el timepo de seguir comiendo y masticando.
-¿estaba en tu escritorio? - pregunté tratando de hacer memoria - que recuerde sólo estaba tu agenda...
-estaba guardado en una tabla suelta - confesó Levi.
-ah, entonces ni idea - dije finalmente encogiendome de hombros - ¿tenemos tablas sueltas? ¿Tipo escondites y eso?
Bueno, al menos aquella emoción final por saber era genuina, ya que realmente si había descubierto aquella tabla suelta y sí me intrigaba saber si había más.
Levi suspiro, recibiendo una mala mirada de Ami.
-solo hay una, en la biblioteca - dijo Levi sin darle importancia.
-¿seguro? - insistí curioso.
-si.
-bah, no creo - me negué divertido, luego sonreí malicioso - ya encontré como entretenerme esta última semana de vacaciones.
Seguimos comiendo en silencio, lo cual no era mucho de mi agrado así que al poco timepo hable.
-momento - dije a medio bocado, como si acabase de tener una gran revelación - ¿por qué es tan importante ese cuaderno y esos trozos de tela?
Mi padre casi se atraganta, aunque seguramente no esperaba que yo dejase pasar algo tan importante como eso.
-grandioso Levi, simplemente grandioso - se quejo Ami siguiendo con su comida.
-los trozos de tela son con los que limpio los libros - mintió Levi sin inmutarse, claro que de él lo había heredado - y el cuaderno, sólo es el registro de nuestro dinero...
-ah, ya veo su importancia - comenté pensando seriamente en lo fácil que debió engañarme en otras situaciones - ¿les ayudó a buscar?
-no, estoy seguro de que lo lleve a la oficina - me detuvo él, pero ambos sabíamos que eso era imposible.
-bueno, igual buscaré esas tablas flojas, haré de ellas mis cofres del tesoro - dije entusiasmado..
Con aquello Levi se quedó satisfecho y yo igual. Así, para cuando acabamos de comer, como prometí, me puse a inspeccionar la casa comenzando por donde me dijeron que estaba la tabla floja; claro que yo sabía la ubicación exacta, así que tuve que fingir buscar tabla por tabla, tardando un hora en encontrar la misma de la que había extraído el diario.
-¡la encontré! - grite saliendo de la biblioteca con la tabla en mano.
Ami y Levi intercambiaron miradas divertidas, mi hallazgo los dejaba tranquilos pues ahora solo podían pensar con alivio que yo no tenía ni idea de lo que buscaban, por algo me había tardado tanto en encontrar la tabla suelta. Pero, ¿cuánto duraría aquella mentira?
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Levi's diary
FanficMiembro de la Legión de Reconocimiento, proveniente de la Ciudad Subterránea, hijo de una Ackerman, soldado, compañero, líder, amigo... ¿Qué más podría decir para describirlo? Levi Ackerman, uno de los grandes héroes. Pero... Aún hay más que contar...