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KOZUME KENMA:

Cerca de la una de la mañana Kuroo y su novia se fueron luego de un par de cervezas y una cena, la verdad era que no habían venido para quedarse hasta tan tarde, solo íbamos a pasar Kuroo y yo a tomar algo luego de las clases para hablar sobre una asignatura, su novia quiso venir con nosotros y a pesar de saber que tal vez no era una buena idea la deje venir porque me parecía de mala educación decirle que no se metiese.

Me esperaba que al llegar a casa me encontrase con Hiroko desparramada por el sofá o en el balcón mirando al más allá, pero no me esperaba del todo encontrarla con Isamu en una situación que deja mucho a la imaginación, encontrarlos en el pasillo me hizo reír al tan solo imaginar la batalla que abra sido para Hiro mantenerlo lejos, he hablado con Isamu al respecto antes, es decir, unos meses después que nos conocimos y los tres comenzamos a ser amigos por así decirlo.

Hablamos sobre la sexualidad y todo lo referido, sabía desde antes que Isamu es un lanzado insistente y a la otra le encanta complicarse las cosas, así que lo más probable es que siga follandose a Isamu tanto como quiera mientras que en el mismo momento piense que no es él a quien está buscando su cuerpo, evidentemente, creo que la conozco lo suficiente como para saber hacia dónde va su mente.

Para cuando solo quedamos Hiro y yo en casa Isamu duerme en nuestro sofá como una morsa, roncando de vez en cuando, Hiroko cierra las puertas y cortinas del balcón mientras yo pongo llave a la puerta principal, apago las luces de la casa, quedándonos a oscuras. —Alcánzame esa manta de ahí. — Suelta al aire ella, a pesar de estar a oscuras sé a qué se refiere así que tomo la manta a los pies del sofá y se la alcanzo como puedo, por un momento pienso que se va a acurrucar con él y dormir ahí.

Escucho como le tira la manta a Isamu, tapándolo de mala gana y suelto una risita, no sé cómo puede siquiera pensar que iba a dormir con él en el sofá. —¿De qué te ríes? — Pregunta Hiro en voz baja una vez que nos dirigimos hacia el pasillo. —Por un momento pensé que ibas a taparte y dormir con él en el sofá. — Confieso en un susurro, sonriéndole a pesar de que probablemente no me esté mirando, si no que teniendo cuidado de a donde pisa, escucho un resoplido de su parte. —No jodas Kenma, solo me lo folle, no me voy a poner a dormir con él como un cachorrito abandonado. — Responde entre risas, intentando no hacer mucho ruido.

Antes de entrar a mi habitación me doy la vuelta, mirando hacia donde esta ella. —¿Qué? — Cuestiona antes de cerrar su puerta. —¿Quieres hablar? — Le ofrezco, no escucho su respuesta así que vuelvo a hablar. —De lo que paso hoy, me refiero. — Aclaro luego de una pausa, intentando no hacerla sentir incomoda. —¿Estas bien con hablar de eso? — Me devuelve la pregunta con voz suave y sonrió por eso. —No hace falta que me cuides de todo, sé de qué se trata esto. — Le respondo y ella ríe por lo bajo.

Ambos pasamos a mi habitación y mientras cierro la puerta detrás mío la escucho tirarse con comodidad y confianza en mi cama, rebotando en ella, echo una mirada a la vista y prosigo con lo mío. —¿Te sientes mal? — Pregunto sentándome en la cama, ella gira su cabeza y se sienta sobre la cama en mí misma posición. —¿Por qué lo haría? — Devuelve la pregunta arqueándome una ceja. —Se cómo funciona tu cabeza, no hace falta que pretendas conmigo. — Aclaro, mirando sus ojos profundos.

—No me siento mal, pero es... ¿raro? — Responde ella sin estar muy segura. —¿No te gustó? — Cuestiono yo y ella me mira intentando procesar una respuesta en su cabeza. —Me gustó. — Afirma, pero el toque de inseguridad golpea su rostro, sin cambiar mucho su expresión sé que hay un "pero" aquí mismo. —Hay un "pero", ¿Verdad? — Interrogo a pesar de saber que así es, Hiro asiente.

—Pero no se siente como lo esperaba. — Contesta mientras sigue asintiendo con la cabeza, no hago otra pregunta porque veo que quiere proseguir con su respuesta. —No lo sé, supongo que no estaba del todo segura, yo tenía ganas y él tenía ganas, no había nadie en casa, fue un poco como contradecirme, pero en el momento me dio igual. — Dice, no parece arrepentirse, pero la veo dudar. —¿Cómo esperabas que se sintiera? — Pregunto, haciéndola pensar más de lo que ya lo hace. — Más cálido o cómodo, tal vez fue por la posición, o por la habitación, o por el momento o quien sabe, no digo que fuese incomodo de incomodidad interior, si no que cuando me quise mover sentía que no podía, mi cuerpo se había quedado atascado ahí. — Me dice medio riendo a lo último y le hago una cara de desagrado fingida. —Quiero creer que desinfectaste el baño. — Suspiro.

Ella suelta una carcajada. —Déjame adivinar ¿Lavamanos? — Digo y Hiro asiente entre risas. —Ah, que desagradable. — Me asqueo entre risitas. —E incomodo, ¿A quién se le ocurre la tan mala de idea de hacerlo sobre un lavamanos? —Agrego cuestionando mientras niego con la cabeza. —Al parecer a Isamu, no fue mi idea en absoluto. — Replica suspirando. —¿No podrías haber sugerido otro lugar? — Reprocho. — Kenma, estaba caliente como el infierno, si viviera sola hubiera sido en el sofá sin pensarlo ni una sola vez, en la cama es muy común y en el baño es muy incómodo. — Me responde y frunzo el ceño. —Guarra. — Respondo temiendo por mi sofá.

—¿Y lo de la edad qué? — Consulto, curioseando tal vez un poco de más. —Eso mismo le dije yo, pero realmente pienso que ambos somos mayores de edad, en diferentes etapas evidentemente, pero no pasa a nada más que algo casual, un evento que no pasa a mayores, así que creo que no me importa tanto. — Aclara.

—Opino lo mismo, pero pensé que él ya se había enganchado con alguna enfermera del hospital. — Digo y ella ríe, me uno a su risa sin sentido alguno. —Fue lo que pensé al inicio, super random su forma de insinuarse. —Responde entre risas. —¿Qué hizo? — Intento averiguar. —Creo que me da hasta vergüenza ajena decirlo. — Ríe ella.

—¿Qué opinas de Aiko? — Pregunto, cambiando un poco de tema, la veo hacer una mueca. —No me cae ciertamente mal, chica promedio, tal vez finge un poco la voz, pero no es algo que me importe. — Dice, dándome su análisis resumido, me la quedo viendo un rato y luego asiento, dándole la razón con lo de la voz fingida. —¿Qué opinas tú? — Devuelve la pregunta y la tomo. —Mh, no estoy muy seguro, siento que toda su personalidad es fingida, así como esos personajes en los animes que te hacen creer que son alguien cuando en realidad son otra persona. — Respondo y se me queda viendo. —Demasiado anime para ti por ahora. — Se ríe de mí y no me lo tomo personal.

Seguimos hablando de un par de idioteces más que no tienen relación a lo del principio y cuando mira la hora en el móvil se da cuenta de que es realmente tarde. —Se nos pasó media noche hablando aquí. — Me dice y le doy la razón. —Sal ya de mi cuarto intrusa, no me estas dejando dormir. — Bromeo e Hiro ríe bajo, ambos cansados, pero con ganas de seguir hablando de cosas sin sentido alguno, se desliza fuera de la cama, bajándose con cuidado, antes de abrir la puerta me mira. —¿Quieres un abrazo? — Pregunta, sonriéndome a medias.

—No te gustan los abrazos. — Le recuerdo y ella me mira mal en juego. —Esa no fue mi pregunta, Kenma. — Al oír mi nombre me deslizo fuera de la cama también y camino hacia la puerta donde esta ella, iba a envolverla yo en un abrazo, pero fue ella primero, envolviéndome como una manta. —Yo te abrazo a ti, no al revés. — Aclara, no le doy mucha importancia a lo que intenta decir y disfruto de mi abrazo, algo emocionado.

En mucho tiempo, por no decir nunca, recibí un abrazo de ella, me suelta luego de un tiempo y me empuja levemente a la cama.

—Vete a dormir, larva. — Ordena, le hago caso sin reprochar.

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⏰ Última actualización: Jan 16, 2022 ⏰

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𝐹𝐴𝐾𝐸 𝐿𝑂𝑉𝐸𝑅, 𝐼 𝐿𝑂𝑉𝐸 𝑌𝑂𝑈. ( Tetsurō Kuroo & Lectora).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora