"Para mi querido Dean"

Capítulo 1

Una estruendosa pero dulce voz me hizo salir abruptamente de mis pensamientos.

—Lanza el maldito balón de una vez, Elio. Ahora! – gritó.

–Sí, voy. – mencionó sin mucha confianza y con una voz temblorosa.

Sus manos temblorosas y sudorosas lanzaron torpemente el balón que pasó de estar en ellas a rápidamente volar débilmente por los cielos, aterrizaron en la canasta, recorrieron todo el diámetro de la canasta pero finalmente se desvío y no cayó dentro. Millones de risas del equipo contrario y sus animadores comenzaron a surgir sin control, risas burlonas y llenas de malicia. Los animadores de nuestra parte comenzaron a hacer caras de disgusto y a abuchear, también le lanzaban varias cosas, con un pequeño rayo de esperanza en su mirada volteó a ver al dueño de la dulce voz, pero este rayo se disipó rápidamente al ver la mirada hostil que tenía en él, lo miraba con un desprecio enorme, iba a acercarse para tratar de hablar con él, sin embargo al acercarse este pasó a su lado, ignorando cualquier contacto con él. Su contrario se paró en seco y con una voz gélida soltó.

—Me caías mejor cuando sólo eras objeto de maltratos. Eras más fácil de manipular. –

Dijo eso y se marchó y cuando finalmente iba a empezar a llorar me paré en seco, con una ligera capa de sudor por todo mi cuerpo, el cabello desordenado; era sólo un sueño.

-Mierda, ¿Otra vez ese horrible sueño?, Es horrible, preferiría quedarme a dormir. - Me envolví en las cobijas hasta que mi teléfono vibró con el sonido de una notificación.

"¿Dónde mierda estás enano?, Tengo algo que contarte. Ven a tu café favorito en 40 minutos"

Tras leer eso apresurado le contesté, tenía miedo de que me diría Dean, ¡oh Dean!, mi amado Dean. Soy un tonto enamorado sin remedio. Sin gastar más el tiempo cuidadosamente me alisté, me ví al espejo una última vez. ¿Era alguien lindo?, ¿Alguien que valía la pena?, ¿Alguna vez él se enamorará de mí?, Al pensar en lo último sonreí frente al espejo, giré la cabeza rápidamente en forma de negación.

—No digas tonterías Elio, es tu mejor amigo, eso jamás pasará. — comentó con cierta melancolía en la voz.

Salió deprisa de el cuarto de la facultad,  realmente estaba emocionado por lo que le podía decir, tomó prestada un bicicleta de las que se prestaban en la ciudad, la dejaría en la estación cercana a la escuela, así alguien más podría usarla, cuando él llegara al café, claro está. En su transcurso venía escuchando música, esto le alegraba el día, le sacaba una sonrisa y le hacía sentir bien. No transcurrieron ni 20 minutos para llegar al café cerca de la Universidad, todavía faltaba algo para que comenzaran las clases, así que no me preocupaba. Llegué al café y abrí la puerta, una campanita retumbó por todo el lugar, era colores pastel y había flores artificiales en varios lugares. Busqué con la mirada hasta que lo ví, me acerqué lentamente y mi sonrisa se esfumó al ver que tenía compañía.

–¿Hola? – interrogué.

- Oh, hola Elio, finalmente llegas, quería presentarte a alguien. Toma asiento. – dijo y señaló el sitio vacío enfrente de él y la chica.

Me encogí de hombros y me senté, una mesera con un traje rosa y el pelo trenzado con flores se nos acercó.

– Bienvenidos a l'amour café, yo los estaré atendiendo. ¿Están listos para ordenar?– asentí sin mirar a mis acompañantes.

–Me gustaría ordenar un cappuccino vainilla y una orden de macarrons de flor de cerezo con helado de frutos rojos y chocolate blanco. – respondí con confianza, no era mi primera vez aquí, y ya sabía que ordenar, después de todo, él sabía bien que era mi café favorito.