| LOKI |
Sus ojos se movieron de un lado a otro, barriendo las páginas de aquél pequeño libro con una mezcla de curiosidad y confusión creciente. Tal parecía que entre más leía, menos comprendía, a pesar de que la información era concisa y la tenía frente a su mirada. Había repasado el último párrafo al menos unas veinte veces, y aún no podía digerir el hecho de que el libro decía que un parto podía ser tan doloroso como la sensación de veinte huesos rompiéndose al mismo tiempo o, citando la frase de aquel texto humano, era "Una sensación similar a la que sienten los varones al recibir un golpe en los genitales".
Simplemente no podía comprenderlo, ni aceptarlo. Él estaba completamente seguro de que dar a luz era algo más doloroso que un simple golpe en los bajos, y que lo compararan con algo tan efímero como eso le parecía de cierta forma ofensivo e ignorante. Estaba claro que la persona que había escrito el libro, que aún sostenía en sus manos, nunca había dado a luz en su vida.
Sólo esperaba que traer al mundo a una persona fuera menos doloroso que alumbrar a un caballo de ocho patas.
—Príncipe Loki.
El libro escapó de sus manos cuando la voz de uno de los guardias del castillo le tomó por sorpresa. Antes de que el ejemplar tocara el suelo, el dios lo atrapó ágilmente y luego lo hizo desaparecer en una brillante luz verde. Enseguida se sintió un poco avergonzado por haber reaccionado de esa manera, aun cuando la biblioteca del palacio estaba sumergida en un silencio tan profundo que podría haber escuchado al guardia desde antes de que éste se adentrara en la habitación.
—¿Cuántas veces debo decir que no me interrumpan cuando estoy leyendo? —bramó en voz baja.
El guardia se mantuvo erguido en su lugar, sin moverse en lo más mínimo y sin reaccionar de ninguna forma a su reclamo.
—Su consorte— dijo en cambio, con voz diplomática y mirando al frente— la princesa Alexandra, lo espera en sus aposentos.
Para cuando el hombre hubo terminado sus palabras, Loki ya se encontraba en la habitación que compartía con su mujer. Se había esfumado en un parpadeo, envuelto en una luz esmeralda, en cuanto le escuchó decir las primeras palabras. Y había aparecido, en el mismo instante, detrás de su esposa mientras ésta veía su reflejo en el enorme espejo que decoraba su habitación. Sus manos vagaban delicadamente sobre su barriga, observando la forma en que su cuerpo se adaptaba a aquella nueva vida que crecía en su interior, hasta que sus ojos se vieron cautivados por la presencia del dios a unos metros detrás de ella.
—Gracias a Dios que estoy acostumbrada a tus trucos.
Una suave sonrisa se dibujó en el rostro de Loki, quien mantuvo su distancia para admirar la figura de aquella muchacha, ceñida en las más finas sedas y cueros asgardianos. Sus ojos le recorrieron de pies a cabeza, deleitándose, pero se detuvo especialmente en su vientre combado que sobresalía notoriamente. Parecía que la tela daría de sí en cualquier momento, y que el bebé que se formaba en sus entrañas saldría en un parpadeo.
—Sí, bueno, no iba a cruzar la mitad del castillo a pie para llegar aquí— respondió, ésta vez acercándose a ella cuando, con un gesto de su mano, Alex le pidió que lo hiciera— El tiempo apremia— murmuró en su oído, dejando caer suavemente una de sus manos sobre su barriga.
La muchacha suspiró con una sonrisa, recargando tranquilamente la cabeza en el pecho del dios. Loki tomó la iniciativa y aprovechó su cercanía para rodear su pequeño cuerpo entre sus brazos, dejando que sus manos encontraran las suyas y juntas comenzaran a trazar pequeños caminos sobre su vientre.
—¿No te aterra? — dijo él en voz baja, después de haber permanecido algunos minutos aferrado a ella, mirando su reflejo en aquel espejo y cavilando sus pensamientos.
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Part Of Me | Loki
FanfictionTras la muerte de su esposa durante el parto, Loki tendrá que hacerse cargo de su pequeña hija recién nacida. Vivirán juntos muchas aventuras, buenas y malas, pero... ¿Qué pasará con el dios del engaño? ¿Su hija lo hará cambiar? La mayoría de los pe...