Capítulo 2

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Salgo de mi casa, no sin antes coger las llaves de repuesto. Quién sabe si algún día vuelvo o me paso por allí para recordar momentos. Me monto en el coche y apoyo mi cabeza contra la ventana. Creo que me espera un largo camino.

-Antes no me presenté, me llamo Flo y soy la directora del West-Rives.

-Hola- digo sin entusiasmo.

-Entiendo que estés así, decaída y sin ganas de hablar.

-No, no lo entiendes.

-Debo comunicarte señorita que cuando tenía su edad pasé por una situación parecida a la suya.

-¿Fueron a tu casa el día de tu cumpleaños unos policía se llevaron a tu madre y a los minutos vuelve a llamar y es una señora de un centro de adopción? No creo que te haya pasado eso.

-En ningún momento dije que me pasara lo mismo que a usted.

-¿Te puedo hacer una pregunta?

-Claro.

-¿Cuánto suelen tardar en adoptar a un niño?

-Hay niños que llevan cuatro meses o incluso más tiempo y no han sido adoptados, en cambio otros tardan una semana como mínimo. La gente suelen llevarse a niños de entre uno a seis años, pero no te preocupes yo te aseguro que a por ti vendrán rápido.

-¿Cómo lo tienes tan seguro?

-No lo tengo, solo lo presiento.

-No eres tan mala como pensaba.

-Lo siento por haber sido así de dura antes, pero si no lo soy nunca hubieras aceptado venir conmigo. Cuando era más joven, cuando iba a las casas de los niños, casi nunca conseguía llevármelos no tenía autoridad.

-Te entiendo, ningún niño quiere separarse de su casa.

-Llegamos- dice estacionando el coche en la puerta de para mi sorpresa un bonito lugar- No te preocupes por tus maletas ahora mando a alguien para que las recoja.

Entro por la gran puerta y me quedo paralizada, por dentro no es tan aburrido y feo como me esperaba. Inspecciono cosa por cosa que se encuentra en el recibidor. Es un lugar acogedor.

-Sofia acompáñame te enseñaré tu habitación. La compartes con tres niñas más, son de menor edad que tu.

-No importa, me gustan los niños pequeños.

Andamos por el largo pasillo hasta que se para en la última puerta. Es de color blanco y en ela hay tres carteles cada uno con el nombre de una niña: Lisa, Abby y Nicoletta.

-Escuchadme- comunica Flo a las tres pequeñas- ella es Sofia y será vuestra nueva compañera hasta nueva orden.

-¡Bien!- gritan dos de ellas, contentas, a la vez.

-Ponte cómoda- dice la directora y se va.

-¿Cuántos años tienes?- pregunta una de ellas.

-Hoy cumplo 16.

-¡Felicidades!- dicen dos de ellas, las que parecen más mayores.

-Gracias chicas. Y ahora decidme quienes sois cada una y cuantos años tenéis.

-Yo soy Abby y tengo seis años.

-Y yo Lisa y también tengo seis. Y ella es Nicoletta es la más pequeña, tiene cuatro años.

Las tres son hermosas. Lisa es morena con los ojos marrones y su piel es de un tono oscuro pero claro, va vestida de rosa por lo que no dudo que le encanta ese color. Por otro lado Abby es rubia con ojos verdes y lleva unas gafas color azul y su piel es un poco más clara que la de la anterior, en cuanto a la ropa lleva un bonito vestido de flores azules. Por último está la pequeña Nicoletta, es pelirroja con ojos azules con una piel blanca como la nieve.

Jugamos con las muñecas toda la tarde. ¿Quién me diría hace unos días que mi cumpleaños lo pasaría en un centro de adopción jugando a las muñecas con tres niñas más pequeñas que yo?

-Chicas es tarde, será mejor que vayáis a dormir.

-¿Puedes contarnos un cuento?- dice Lisa.

-Claro- digo arropando a cada una de ella- Erase una vez unas bellas princesas llamadas Abby, Lisa y Nicoletta. Un día iban paseando por el campo y se encontraron a tres hermosos príncipes. Poco a poco se fueron conociendo hasta que cuando se hicieron mayores, se casaron y fueron felices y comieron felices- para cuando termino las tres pequeñas ya están dormidas. Y ahora me toca descansar a mí porque ha sido un día muy largo y muy duro.

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Filofobia- Miedo a enamorarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora