𝖯𝗋𝗈𝗁𝗂𝖻𝗂𝖽𝗈 𝖠𝗆𝖺𝗋 ✗ [𝖪𝗈𝗈𝗄𝗆𝗂𝗇]

0.8

¿Alguna vez oyeron decir "El tiro me
salió por la culata"? 

En donde planeas algo y te sale otra mierda totalmente diferente..

Bueno, en está ocasión fue así.

Como Jeon se lo había prometido a Taehyung, el fin de semana salieron en una cita por el centro comercial y luego a un parque.

Se veía precioso con aquel pantalón de tela, acompañado de un suéter de lana color café y con mechones cayendo por su rostro. Debido al nuevo look de cabello que se había realizado.

Sin duda era hermoso y estaba enamorado de el.

— Amor... ¿Qué piensas acerca del matrimonio? — Abrazó a su amado.

— Mmm, que es algo ¿Bonito? — Lo miro.

— ¿Alguna pensaste en casarte conmigo? — Sonrió con aquella sonrisa cuadrada.

Sí, lo había pesando e incluso planeado... Pero ahora no estaba totalmente seguro si dar aquel paso.

— No, no lo había pensado bonito. — Acaricio su cabeza.

— Yo sí, me imagine contigo en el altar para después formar una familia. — Apoyo su cabeza en el pecho de Jeon.

— Que lindo. —Sonrió.

— Papá desea platicar con ambos Kookie.  — Dijo sin más.

— ¿Tu papá? ¿Con ambos? ¿Por qué? — Lo miro sorprendido.

— Ya lo sabrás. — Rió y jaló al peli negro a un restaurante de lujo.

En aquel lugar se encontraba su suegro, quién los esperaba amigable.

— ¡Padre! — Fue abrazarlo.

— Buenas tardes señor Kim — Hizo una reverencia.

— Hola Jeon, toma asiento. — Señalo la silla que estaba al lado de su hijo.

— Padre, trátalo bien ¿Sí? — Lo tomó de la mano.

— Claro que si mi pequeño. — Sonrió  — ¿Ya comieron? ¿Desean ordenar algo? Yo pago. —

— Lo que sea menos café, padre. —

— Yo estoy bien así señor, gracias. —

El señor Kim ordenó el pedido para su heredero, esté había quedado viudo tras la muerte de su esposa y fue ahí donde juro hacer feliz a su único hijo.

— Con permiso, iré a lavarme las manos. — Se fue al baño.

Y todo el ambiente se quedo en silencio, hasta que el señor Kim habló.

— ¿Amas a mi hijo, Jeon? — Hablo para verlo.

— ¿A qué viene la pregunta Señor? — Comenzó a tensarse.

— Respóndeme primero, ¿Lo amas? — Volvió a preguntar esta vez serio.

— Por supuesto que sí, lo amo y lo he amado desde hace dos años. —

— Me alegra escuchar eso. — Sonrió.

— No estoy comprendiendo señor. —

— Sabes que el es mi único hijo al igual que mi única motivación de seguir viviendo y es por eso que deseo que ya tenga un futuro lleno de alegría.

— Comprendo señor. —

— Quiero que le propongas matrimonio si en verdad lo amas, yo estoy envejeciendo a medida que pasa el tiempo y quiero que mi hijo tenga el mejor futuro y sé que será a tu lado. — Bebió de su café.

— Pero señor, ¿No cree que es muy pronto? — Se excusó.

— Ya van casi tres años Jeon, ya deberías saber si deseas compartir tu futuro con el o no. —

— Claro, pero una cosa es el noviazgo y otra el matrimonio señor. —

— Sí lo amas, no veo el porque del problema. —

¿Lo amaba? Claro que sí....

Incluso desde antes pensaba en pedirle matrimonio pero tenía miedo sobre la palabra de su suegro y ahora que tiene la "aprobación" no tenía la misma confianza.

Las cosas cambian...

Pero los sentimientos hacía su novio no cambiaron ¿O si?

No, claro que no.

— Está bien señor, pediré la mano de su hijo en dos semanas. — Dijo firme.

— Bienvenido a la familia de antemano. — Sonrió dándole la mano.

— Prometo hacerla feliz. — Asintió para responder al acto de su suegro.

— Y amarlo. — Indagó.

— Sí... Y amarlo. — Sonrió inseguro.