Capítulo 3

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El ruido de una sirena hace que me despierte. Levanto la vista y veo que mis compañeras están saliendo de sus camas. ¿Qué significa eso?

-¿Qué es lo que suena? ¿A dónde vais?- pregunto alarmada.

-Eso indica que debemos de levantarnos y bajar a desayunar- dice Lisa.

-Esperadme que voy con vosotras- digo saliendo rápido de mi cama. Tropiezo con unos zapatos que hay en el suelo y caigo hacia delante. Las tres niñas se ríen a carcajadas mientras yo las miro mal. Me pongo en pie y camino hacia la puerta. Me giro y las tres siguen aún en el mismo sitio riéndose.

-Dejar ya de reíros y daros prisa.

Bajamos las escaleras juntas. No sé donde tengo que ir, asique me dejo guiar por las niñas. Entramos al comedor y una gran mesa larga en el centro está llena de comida. Me siento junto a las tres y comienzo a comer.

-No, todavía no puedes comer- interviene Abby.

-¿Por qué?

-Tenemos que esperar a la señora directora.

-Perdón- digo y suelto en el plato el croissant que tenía en la mano.

-Buenos días señora directora- dicen a coro todos los niños mientras se ponen en pie. Miro confundida hacia todos lados y hago lo mismo que ellos.

-Pueden sentarse- dice Flo con tono autoritario.

Observo uno a uno. Los hay de distintas edades, más altos, más bajos, más guapos, más feos....pero todos tenemos una cosa en común, estamos en un centro de acogida.

-Sofia, cuando termines ven a mi despacho- me comunica Flo con lo que yo asiento.

Aquí todos comen muy despacio en comparación conmigo que voy muy deprisa. El desayuno esta tan bueno, ¿me pregunto quién será la cocinera? Tiene que tener un gran mérito para preparar todo esto para los cincuenta niños que somos más o menos aquí. Retiro mi plato y me levanto para irme. Llego al recibidor y a la derecha está el despacho de la directora. Entro y me siento frente a ella.

-¿Qué ocurre señora directora?

-Puedes llamarme Flo cariño. Tengo una buena noticia para ti.

-¿Cuál?

-Hay unos padres interesados en adoptarte.

-¿Ya? Si no llevo ni dos días.

-Lose, pero al parecer estos no se andan con rodeos y en cuanto te vieron en la página de este centro me llamaron.

-¿Cuándo me anunciaste?

-Cuando el juez me dijo que vendrías aquí.

-¿Y cuándo fue eso?

-Tres días antes de que se llevaran a tu madre.

-Oh. Entonces, ¿me voy ya? Empezaba a conocer niños y a cogerle cariño a Abby, Nicoletta y Lisa.

-Sí, lo siento. Ha sido un proceso rápido, esta tarde tendrás aquí a tus nuevos padres.

-Cuidado con lo que dices, yo tengo mis padres estos son los de acogidas o tutores legales.

-Discúlpame. ¿Sacaste tus cosas de las maletas?

-No, lo pensaba hacer hoy.

-Bueno pues un trabajo menos que tienes que hacer. Ahora ve hacer lo que tengas ganas.

Salgo de allí y lo primero que hago es ir a buscar a las niñas. Primero miro en el comedor, nada, después en la habitación, aquí tampoco están, desde una ventana de los pasillos, las veo jugando en el jardín.

-Lisa, Abby, Nicoletta venid- las llamo a cada una.

-¿Qué pasa Sofi?- dice Abby.

-Tengo que deciros una cosa. La directora me acaba de decir que una familia está interesada en mí y que vendrán esta tarde.

-¿Te vas?- dice Lisa preocupada.

-Si chicas, lo siento.

-¿Vendrás a visitarnos?- Dice Nicoletta.

-Os prometo que vendré siempre que pueda y os traeré algún regalo.

-¡Bien!- gritan a coro.

-¿Os apetece que juegue con vosotras?- digo y las tres asienten.

Me siento en la arena y cojo un cubo de plástico para hacer un castillo. Con ayuda de una pala voy metiendo arena en el cubo y cuando ya está lleno lo vuelco con cuidado. Espero varios segundos y retiro el cubo, ya tengo una torre hecha. Tenga la edad que tengas nunca dejarás de hacer cosas de este estilo.

Voten y comenten.

Filofobia- Miedo a enamorarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora