El apuesto hombre frente a él le extendió el contrato con una sonrisa amigable y sincera que provocó que sus pálidas mejillas se pusieran de un color casi tan rojo como la manzana a medio comer encima del escritorio.
—Revísalo todas las veces que creas necesario. Si no estás de acuerdo con alguna de las cláusulas, avísame y podemos charlarlo. Mientras tanto, voy por un café. ¿Quieres algo?
—¿Una cerveza? —Murmuró Doyoung sintiendo todo su cuerpo completamente tenso.
El hombre rió levantándose de su silla.
—Eres gracioso. Muy gracioso. Vas a iluminar esta oficina con tu presencia —se dirigió a la puerta todavía riendo—. Lo máximo que tenemos es café con licor.
Doyoung sonrió bajando su mirada a sus manos con vergüenza.
—Solo agua está bien... También me preguntaba si podía usar tu teléfono.
—Oh, claro, claro. Sigue.
Doyoung vio con la mirada cómo el hombre desaparecía por la entrada de la oficina.
Su mirada volvió al contrato frente a él. Doyoung podía jurar que nunca antes había visto una hoja tan blanca e impoluta como esa. Era perfecta, al igual que todo lo que le estaba sucediendo últimamente y el sentimiento de que algo malo pasaría, estaba presente en su cuerpo.
Rápidamente tomó el teléfono y llamó a la única persona que lograba calmar todos sus pensamientos negativos.
—¿Sí? —Contestaron al otro lado dd la línea. Jaehyun tosió un par de veces antes de hablar.
—Soy yo... Doyoung.
—Oh, hola —era tonto, pero casi podía escuchar cómo la voz de Jaehyun se derritió al saber que era él. Doyoung tuvo que morderse el labio para suprimir su sonrisa—. ¿Qué pasó? ¿Estás bien? ¿Necesitas que vaya a recogerte?
—Sabes que no me vuelvo a subir a tu moto al menos que esté muerto.
—Lo volverás a hacer tarde o temprano, baby bunny. Yo lo sé porque necesitas una excusa para volver a abrazarme.
El corazón de Doyoung se disparó a una velocidad intensa. Joder.
—No tengo mucho tiempo. Me han ofrecido trabajo.
—¿Qué?
—Sí. Al parecer les gustó tanto mi trabajo y el hecho que esté haciendo dos carreras, que me ofrecieron trabajo como junior en la editorial. Incluso se acomodaron a mi horario en la universidad y el otro trabajo de los fines de semana —Doyoung nunca había estado tan emocionado de decir una noticia. Tal vez era porque las buenas noticias nunca estaban hechas para él—. Ya me entregaron el contrato para que firme. Solo es cuestión de que lo lea y como tú eres contador y seguramente has visto un montón de contratos yo esperaba que-
—¿Me llamaste porque soy un contador y no porque soy tu novio?
La boca de Doyoung se secó.
—Tú no eres mi novio, Jaehyun.
—... ¿Qué?
—Nosotros nunca hemos hablado de eso.
—Creí que no había nada de que hablar. Para mí todo está bastante claro. Es obvio que estoy perdido por ti y tú eres mi chico de las cartas, mi-
—No... No hables —Doyoung sentía que podía colapsar en ese mismo instante—. No podemos hacer esto por teléfono.
—Estoy de acuerdo. Pero ahora dime las cláusulas del contrato, bunny.
—Me sigues diciendo de esa forma y te ahorco.
«Cuando me preguntaron si vivía con alguien, dije que mi vecino. Ellos me miraron extraño, yo sabía que esa palabra significaba más que eso.»
102. BABY BUNNY
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Volvimos a las actualizaciones dos días de por medio y no pienso parar jajaja. Bye
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je te laisserai des mots ; jaedo
Romance«Te dejaré palabras debajo de tu puerta Debajo de la luna que canta Cerca del lugar por el cual pasan tus pies Escondidas en los agujeros del tiempo de invierno Y cuando estés solo por un instante... Bésame Cuando quieras Bésame, Jaehyun.» ___ Doyou...