#9 con coraje

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Mark
18 de Noviembre

Recogía mis materiales rápidamente mientras aquella espantosa alarma retumbaba en los oídos de todos.

Era última hora y en la puerta de salida se formaba un atasco de gente como siempre, unos empujaban hasta salir haciendo que muchos cayera al suelo por la presión y otros simplemente esperaban a que saliera la gran mayoría y luego pasaban como la gente inteligente entre la que yo no estaba, por desgracia.

Al salir del edificio tras muchos empujones e insultos y encontrarme el sol en la cara me sentí libre de nuevo, para mí el instituto es una cárcel para menores en toda regla.

-Hechaba de menos este sol- Dije mientras giraba la cabeza para no encontrarme nadie a mi lado

A veces se me olvidaba que Noah y yo estábamos distanciados y no me terminaba de acostumbrara a salir solo del instituto.

Mi rostro cambio rápidamente a uno de decepción cuando lo recordé. Ya nadie se reía de mis chistes malos ni me aconsejaba sobre chicas, bueno de una chica.

En verdad ahora que lo pienso, debió ser muy duro para el ayudarme a ser feliz con otra persona cuando él quería ser esa persona especial.

Regresé mi mirada al frente llevando mis manos hasta las asas de la mochila colgada en mi hombro para así tener una mejor postura y que no se me resbalara.

A pesar de que hacía sol el frío envolvía mi cuerpo haciendo que pequeños escalofríos me tambalearan de vez en cuando.

A lo lejos pude ver la figura de alguien sentado en el suelo con la espalda apoyada en la pared del parking de profesores. Yo ya me encontraba lejos pero un presentimiento me decía que debía acercarme, entonces mis pies se detuvieron y cambiaron de rumbo. Cada vez estaba más cerca y algunas características de esa persona se me hacían más visibles y por alguna razón mi corazón empezó a palpitar más rápido de lo normal, quizá el destino así lo quiso pero empezé a divisar largos rizos morenos, un perfil de dioses.... Sophie ¿Que le pasa? ¿Porque...? Antes de que pudiera terminar mi pregunta mentalmente me percaté de que ya estaba a solo unos metros de ella.

Al notar mi presencia giró la cabeza hacia mi dirección aún sentada

-Llegas tarde- dijo intentando parecer enfadada, aún que sus mejillas cada vez más coloridas dijeron lo contrario

Al pronunciar esas palabras me quedé inédito, ¿como que "llegas tarde"? ¿Acaso me esperaba?

Ella se puso en pie mientras sacudía sus pantalones.

-Sophie no te entiendo-

Ella se me quedó mirando perpleja como si yo la estuviera bromeando

-Ya claro- dió un suspiro -Sueltalo-

-¿Que suelte el que Sophie?-

Ella decidida sacó su teléfono y me lo puso en las narices

-¿Te suena de algo Mark?-

Yo me mantuve en silencio mientras leía lo que ponía...¡¿Que diablos?! En su teléfono aparecía un número extraño haciéndose pasar por mi, le dijo a Sophie que nos veríamos en la puerta del parking ¿Quien podría haber hecho eso?

El silencio nos abundó mientras yo me perdía en mis pensamientos

Al ver que no decía nada apartó su celular y se lo guardo en el bolsillo de nuevo. Parecía muy molesta

-Bueno como suponía... No vas a decir nada- Recogió la mochila del suelo y se dispuso a caminar, pero antes de que pudiera dar un paso más la agarre del brazo

Que estúpida manía

-Sophie espera-

Ella deshizo el agarre con brusquedad y se cruzó de brazos pero sus mejillas seguían teñidas.

Me miró como si esperara una respuesta.

-No tengo todo el día- Miro su reloj con el ceño fruncido- Exactamente media hora desde que llegué aquí- Ella estaba muy molesta. Descruzo los brazos y se acercó a mí, acto seguido empezó a hablar- Mira Mark no... No se sinceramente a que coño estás jugando...- Hizo una pausa y miro decaída al suelo- Pero conmigo no porfavor- Al pronunciar esas palabras; su tono de voz ya no era amenazante. Era triste.

Ya he llegado al límite, o lo suelto ahora o núnca.

Tragué saliva y cerré los ojos mientras temblaba, concentre todo lo que me hacía sentir y lo expulsé.

Sophie si supieras que yo nunca jugaría contigo, que me cuesta mantenerme alejado de ti, pero me cuesta hacerlo porque cada vez que te miro mi corazón va cien veces más rápido. Si supieras el efecto que causas en mi, por el simple hecho de que tus ojos se posen en los míos, y... Si supieras lo que verdaderamente siento por ti, dios mío sólo me imagino reír contigo todo el día solo quiero estar a tu lado pero me da miedo que tú no quieras ¡Joder! Que le hablaba de ti a la persona que quería conmigo y parece ser en vano, que me encanta todo de ti... Tus mejillas rosadas cuando me miras, el canto de tu risa, ver cómo se te achinan un poco los ojos cuando lo haces, que el 90% del día pienso en ti el otro 10 % pienso en si tú también sientes lo mismo por mí, pero me da miedo pensar que no y soy un puto cobarde, pero...pero yo no puedo perderte por favor- La miré con las lágrimas saltadas- Y perdona que te diga pero yo no he sido el que te ha mandado ese mensaje aunque me gustaría que esa persona volviera a escribirte el mismo mensaje mil veces para así volver a encontrarte...Por qué estoy enamorado de ti Sophie.

Ella también tenía los ojos cristalizados, me miraba perpleja, como si lo que acababa de decir le hiciera sentir muchas cosas a la vez, la verdad no dejaba ver si era alegría tristeza enfado...

Sin apenas esperarme lo envolvió sus brazos en mi cuello hundiendo su rostro en el.

Yo no me lo espere pero rápidamente envolví los míos al rededor de su cintura y cerré los ojos fuertemente.

Y ahí quedábamos los dos solos, en mitad de la calle abrazados como si cada segundo fuera eterno, como si todos los problemas ya tuvieran arreglo.

Se sentía tan bien abrazarla. Era una sensación que nunca me gustaría que acabara, pero todo lo que tiene un principio también tiene un final, a veces feliz, y otras no tanto.

El sonido del móvil de Sophie nos interrumpió.

Ella se despegó de mí mientras secaba sus ojos y agarró su teléfono

-Es mi madre, debo contestar-

Yo le hice un gesto con la cabeza para que contestará.

- Si?-
-Mamá no te alteres, dime qué a pasado-

Yo no podía escuchar lo que decían a la otra línea, pero mi corazón se apretó cuando Sophie comenzó a llorar de nuevo, pero esta vez con mucho dolor
-¿Como?- dijo entre sollozos- Mama, porfavor-

Ya no se escuchaban voces desde el otro lado del teléfono.

Sophie se despegó el teléfono de la oreja y empezó llorar más todavía, yo preocupado no paraba de preguntarle qué ocurría mientras la abrazaba

-Tranquila Sophie- dije casi en un susurro mientras notaba temblar su cabeza en mi pecho

-Mark...- su voz estaba rota y apenas se le entendía- Es Katie-





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