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Jisung se encontraba recostado con su vientre contra la suave alfombra de la sala de estar, jugando y riendo con Soonie mientras Minho preparaba la cena para ellos y sus invitados

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Jisung se encontraba recostado con su vientre contra la suave alfombra de la sala de estar, jugando y riendo con Soonie mientras Minho preparaba la cena para ellos y sus invitados. Al principio al peliazul no le había agradado la idea de tener que convivir con el felino, pero ahora, si tan solo lo escucharan reír como Minho lo hacía, podríamos afirmar que haber traído a Soonie había sido la mejor decisión.

El pelinaranja disfrutaba de la tierna vista desde la cocina mientras se encargaba de meter la carne al horno, ya que sus invitados llegarían en tan solo una hora a cenar con ellos. Minho no mentiría, estaba nervioso, aunque no lo confundan, no lo estaba porque viniera Jeongin y mucho menos porque viniera Christopher, sino porque realmente había estado deseando probar el nuevo horno que habían comprado y finalmente había encontrado la oportunidad.

Una vez todo listo y habiendo limpiado y ordenado los utensilios que había utilizado, se recostó a un lado de Han mientras rodeaba suavemente la cadera ajena con sus manos, permitiéndose hundir su nariz en la coronilla del menor para inhalar aquel delicioso aroma a manzanilla que su pareja poseía en sus sedosos cabellos.

Fue cuestión de cuarenta minutos para que el timbre retumbara en las paredes del hogar, Jisung iría a abrir ya que Minho estaba revisando la cocción de la carne y no harían esperar a sus invitados. Han se acomodó un poco la ropa ya que ésta se había desarreglado un poco por el juego previo en el piso con Soonie. Al abrir la puerta se encontró con el rostro familiar de Chan y con un lindo peliazul a su lado, quien mostraba una linda y tímida sonrisa, Jisung no pudo evitar sonreír con la misma aura de timidez a la vez que los invitaba a pasar.

—Jisung, él es Jeongin, mi...—Christopher se quedó meditando un poco, ¿eran algo con Jeongin? Nunca le hizo formalmente la pregunta, y aún así lo estaba llevando a la casa de sus dos más grandes amigos, ¡era símil a llevarlo con sus padres! Y aún no eran nada formal—mi casi-algo.

Jisung rio y el rubor comenzó a escalar por las mejillas de Jeongin.

—¿Casi-algo? ¿Cuántos años tienes Chan? ¿Aún no le pediste ser tu novio? Yo no te eduqué así.

—Jisung...—gruñó Chan entre dientes al ver cómo su amigo no podía controlar sus bromas ni siquiera ante una persona que recién conocía, y vale aclarar que Jeongin no era cualquier persona.

—Solo estoy bromeando—dijo el peliazul mientras rodaba los ojos ante el maravilloso humor de su amigo—es un placer conocerte, Jeongin.

—El placer es mio, realmente ansiaba conocer al Jisung qué tanto nombran Chris y Minho.

—Bueno, espero que solo hayas escuchado cosas buenas—Han le guiño un ojo a Yang, haciendo que éste sonriera dejando a la vista sus adorables hoyuelos—entren, Min está en la cocina.

Christopher se adentro como siempre, llevando consigo a Innie de la mano, quien miraba todo atento hasta que sus ojos se posaron en el minino quien luchaba con un pequeño ratón de juguete en la alfombra.

Haven | Chanin PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora