Señor Ministro

PRÓLOGO

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Christopher.

Camino ebrio por el corredor hasta llegar a la gran puerta de madera oscura, no hace falta llamar a la puerta tuve la amabilidad de sacar una copia de las llaves de su departamento, no coordino mis movimientos pero no importa, deberia estar enfrente de la puerta de mi departamento pero en vez de ello he decidido venir a su departamento en verdad la necesito, a veces soy un puto animal y ella ha tenido que soportarme durante todos estos meses luego del exhilio de Rachel. Pero qué puedo hacer si es la única que me entiende y no me juzga, creo que en mi vida solo he amado a dos mujeres una de ellas está muerta para todo el mundo y en especial para mi pero luego está ella que aunque me dejó tiempo atrás cuando apenas éramos unos simples oficiales, soldados que ha nadie le importan volvió justo cuando más la necesitaba.

Logró entrar al departamento haciendo un poco de ruido, lo cual no me importa, dentro de mi campo de visión logró observar un abrigo que obviamente no es de mi propiedad, maldita sea debe estar con alguien, trato de calmarme y no hacer un show ya que puede ser uno de mis soldados y si es así lo matare.

—ANTONELLA —no controlo la fuerza en la que su nombre sale de mi boca con ira, veo como sale del corredor atando su bata la cual cubre su desnudes— Eres una puta —escupo con rabia.

—Oye cálmate —su voz es bastante serena para la situación— ¿Qué haces en mi departamento?— pregunta aumentando mi ira.

—¿Quién es el hijo de puta que está en tu habitación?

—Christopher no tengo porque darte explicaciones, que es lo que quieres.

—Necesito que el hijo de puta que te estas cogiendo salga en este instante para partirle su puta madre.

—Chris no hay nadie en mi habitación y en serio cálmate pareces un maniático —esta vez su tono ya no es tan sereno y diría que está nerviosa.

—Okey ya que no me dices el puto nombre vamos a jugar a adivinar y cuando lo diga el hijo de puta saldra —la desafio.

—Christopher estás ebrio calmate te traeré agua —trata de tomarme del brazo pero la empujo para que caiga al sofá y se quede quieta.

—Empezaremos por lo obvio, Parker sal de ahí maldito hijo de puta está prohibido que un capitán se coja a su teniente —empiezo a gritar y veo como la ira consume esas hermosas esferas azules que caracterizan a todas las James, pero ello no me detiene de mi propósito.

Observó el corredor del departamento con atención pero nadie se ve en este— Oliveira, Scott, Thompson, Mendez, Garcia— empiezo a gritar apellidos de los posibles hombres que pueden estar dentro del departamento hasta que divisó como una sombra va apareciendo en el pasillo y enserio me tienen que estar jodiendo.

Veo como sale de las sombras solo con el pantalón mal vestido de su traje —Puedes dejar de mencionar hombres que posiblemente nunca tocaran este departamento por favor — dice sereno como si no se estuviera cogiendo a la única persona que me importa en este momento.

—Es enserio Antonella —la miró pero ella esconde la cara supongo por vergüenza—-De todos los malditos hombres que hay en la puta central o incluso en la ciudad te lo tenías que coger a él.

—Oye no es culpa suya —el hijo de puta la defiende.

—Tu callate, no te da vergüenza cogerte a alguien que podría ser tu hija Alex —lo enfrentó.

—Respetame por una vez en la vida Christopher

—Te la tenias que coger a ella —las palabras salen con veneno de mi boca— Es la única mujer que me importa y te la tenias que coger justo a ella, ya perdí a la mujer que amaba y ahora quieres robarte a la única que me importa.

—Christopher asi no son las cosas —trata de explicar ella pero no quiero escucharla

—Me engañaste —la miró con decepción y veo como sus ojos se llenan poco a poco de lágrimas— ¿Qué explicación tienes para eso?

—No te engañe maldita sea —esta vez no se contiene y grita— Hablaremos mañana por favor déjanos solos— veo como Alex asiente con la cabeza y vuelve a la habitación supongo que ha terminar de vestirse para luego largarse.

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Alex sale de nuevo del corredor del apartamento pero esta vez si lleva puesta su camisa y zapatos solo está terminando de apuntar el cinturón a su cadera, levanta la vista para mirarme sentado en el sofá individual que está a la derecha del sofá principal en el cual se encuentra Antonella.

—Nos vemos mañana en la central —se lo dice a ella mientras deposita un beso en su cien— Llamame cuando soluciones esto.

—Te puedes largar de una vez por todas —suelto con ira fastidiado por la estúpida escena que acabo de presenciar.

—Puedes pasarme mi abrigo por favor —levanto mi brazo para coger el saco de Alex y luego tirarlo con rabia a sus brazos

—Gracias — Es lo último que dice para irse del departamento, no sin antes lanzarme una mirada de advertencia la cual entiendo como "no te atrevas a tocarla".

—Muy bien ya que estás calmado y estamos solos, me explicas la razón de tu estúpida escena —dice para luego empezar a acercarse.

—Te coges a Alex que esperabas, que los felicitara y aplaudiera —el sarcasmo es más que evidente en mis palabras. 

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NOTA AUTORA: Bueno espero disfruten esta historia, la verdad siempre he querido leer un fanfic con Alex y pues como no encontre decidi hacerlo espero les guste y que cumpla todas sus expectativas, si me pueden ayudar difundiendo esta historia en otras redes sociales o con sus conocidos de verdad que se los agradeceria muchisimo.

Prometo actualizar seguido y completar la historia, sin mas que decir los dejo con esta historia para que avancen y den respuesta a todas las preguntas que deja este Prologo.

Las quiero <3.