─Solo es un mal día, solo es un mal día, solo es un mal día...
Enterró la cabeza entre sus palmas, con las rodillas pegadas a su pecho y su espalda a la fría pared en la que se había dejado caer hace un momento. Repitió esas palabras hasta el cansancio, hasta que su boca se secó y tuvo que seguir en su mente. Justo como una mantra. Los minutos pasaron, pero no era consciente del tiempo, se sentía como estar cayendo y cayendo en un reloj de arena.
Con la habitación a oscuras, tanteo en el suelo, buscando la cajetilla de cigarrillos que estaba seguro de haber dejado ahí cuando ya no pudo mantenerse más con sus piernas y tuvo que apoyarse del suelo. La encontró unos segundos después, y casi al borde de la desesperación, sacó uno, botando todos los demás.
Siempre traía un encendedor en su bolsillo trasero o en su billetera, y aquella no era la excepción. Sin embargo, rápidamente se arrepintió de su actuar.
─Hay una embarazada en la habitación del lado, no puedo ─dijo por lo bajo, aplastando la punta del cigarro en la pared.
Sentía que se ahogaba, como si tuviese el extremo de una cuerda atada al cuello, mientras que en el otro hay una persona con el rostro tapado, tirando de ella con todas sus fuerzas. Sentía que no encontraba respuestas, pero a la misma vez creía no necesitarlas. Todo era un revoltijo en su cabeza, un desorden que no sabía si podía manejar.
Quizás era su día de suerte, porque a los minutos de que su crisis comenzara, escuchó la voz de Jaemin en la planta baja, hablando con sus padres como si los conociera de toda la vida. Sin embargo, una parte de sí, no quería que Jaemin lo viese en ese estado, por mucha confianza que haya entre ambos, detestaba que los demás se dieran cuenta que sí es frágil, que sí se rompe muy seguido y que sí siente en demasía, al punto en que necesita detener todas sus emociones antes de que le afecten de peor manera.
Ha sido un largo y difícil camino, aparentando estar bien, sonriendo a la fuerza, saliendo de su casa porque él mismo se fuerza a hacerlo.
¿Qué hará cuando ya no pueda seguir con su mentira?
El rostro perfilado de Na Jaemin apareció en su campo de visión como un ángel enviado del cielo que podría salvarlo, ayudarlo a superar eso, pero a su vez también es un demonio que le hace darse cuenta de la realidad.
─Ni siquiera sé por qué estoy mal... ─murmuró, comenzando a hablar sin necesidad de que Jaemin preguntase primero. En serio estaba ahogado.
¿Pero ahogado en qué? ¿Eran sus pulmones o en realidad eran palabras?
─Es tan patético, he pasado años leyendo sobre temas relacionados a esto y no tengo ni la menor idea cómo identificar lo que me está ahogando. Supuestamente las emociones solo duran noventa segundos... ¿pero por qué no se va?
─Porque nunca te has sentido así ─Jaemin le respondió en un susurro, acariciando su mejilla suavemente en el proceso.
─¿Así cómo?
─Nunca has explotado, Changbin. Todo el tiempo te mantienes en la línea, mides tus palabras y te guardas todo. Lo has hecho durante años.
Changbin prefería actuar como si Jaemin no hubiese dicho eso, porque dentro de sí, sabía que le traería problemas algún día. Pero si era sincero, no sabía si podía hacerse responsable a esa altura, en ese estado tan lamentable en el que se encontraba.
─Tienes que quitar el peso de tus hombros.
─No sé cómo hacer eso. ¿Y de qué hablas? ¿Qué peso se supone que tengo?
Na Jaemin y cualquiera que pasara tiempo con Seo Changbin se daría cuenta de que no es más que un huracán a punto de formarse. Un huracán que va a arrasar con todo y no dejará nada de pie, ni siquiera a sí mismo.
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Stray Babies
Fiksi PenggemarEstamos perdidos, pero al menos seguimos aquí. Nos estamos derrumbando, pero seguimos aquí. Tenemos miedo, pero el que no siente, simplemente no está viviendo. Debemos perdernos para encontrarnos. 𖥻 Tercera temporada de Rebel Babies. 𖥻 Historia co...