CESARE VALESKA.
Aquel día, luego de haber desayunado con Mera, debíamos ir apagar la primera cuota de la colegiatura universitaria, finalmente con la cantidad de seguidores obtenidos en Only Fans, pude cubrir todo el mes, Mera, por su parte ya tenías el dinero por sus padres, a pesar que ella no los quiere por andar metidos como narcos, una vez más lo habíamos hecho esa mañana, luego, ella se duchó y se fue sola, lo cual tampoco iba a insistir que me esperará.
Posiblemente quería asimilar todo lo ocurrido y no es que yo no debiera, solo que tampoco le daba tantas vueltas, había atracción física, pasa cuando tienes a alguien prácticamente en ropa interior frente tuyo y sobre todo si gustas de el, estaba claro que Mara gustaba de mí, solo que jamás me lo había ducho.
Una vez en Columbia, detrás de la caja de paga se encontraba atendiendo un chico muy apuesto, pues sí, no les dije, pero soy bisexual, y andar con chicos y chicas no me es ningún conflicto.
—Buenas, ¿Cuánto es la cuota?—pregunté sacando la billetera del bolsillo.
—Son diez mil.—dijo el chico mordiendo su labio.
—Tranquilo, en Argentina todo es caro.—dije a media sonrisa.
—Pues sí la verdad.—asintió moviendo la cabeza.
—Gabriel, ¿Verdad?—inquirí en duda.
—¿Y como sabes eso?—respondió interrogante.
—Pues llevas tu nombre en ese ping.—formulé mientras se lo señalaba.
—Aún no me acostumbro.—formuló sonriente.
—Disculpa mis malos modales, me llamo...—hablé sin terminar.
—Eres Cesare Valeska.—completó Gabriel volviendo a hablar.—Lo muestra la computadora, por los datos de inscripción.
—Ahora veo que no soy el único que sabe cosas.—dije riendo.
—Hay cosas que se notan.—añadió Gabriel pícaramente.
—¿Cómo cuales...?—formulé acercándome hasta sus labios.
—Como que te gusto.—dijo casi en un susurro.
—Pues te equivocas.—dije alejándome mientras mordía mi labio inferior.—Yo te gusto a ti.— finalmente pronuncié alejándome del mostrador.
Pero aún no tenia ganas de irme del establecimiento, por lo que me dispuse a ir hacia la cafetería donde pedí un capuchino que no contaba más de cincuenta pesos argentinos, mientras pasaba el rato en redes sociales, ingresé a ver mí Only fans que al parecer seguía creciendo cada vez más. Pero de pronto, Gabriel apareció sentándose enfrente de mi mesa...
—¿Tú que haces aquí?—pregunté sonriendo maliciosamente.
—Es obvio, ¿No?, pues no me gustas, me encantas—dijo Gabriel, mientras bebía un sorbo de su café.—Y además mi hora de atención para las inscripciones, terminó.—habló con su voz toda seductora.
—Así parece, pero debo admitir que también me gustas.—comenté con media sonrisa.
—Me excita oír eso.—respondió Gabriel pasando su lengua por sus labios.
—Sí quieres podemos ir a un lugar más cómodo y platicar allí.—pronuncié lleno de pensamientos impuros.
—Podemos ir a mi casa, la mansión Stone está prácticamente vacía porque mis padres viven de viaje.—inquirió Gabriel.
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ONLY FANS
RomansaEsta historia comienza cuando Cesare Valeska crea desde su móvil la cuenta de Only Fans que desencadenaría la perdición de todos en la universidad de Harvard a la cual ingresa por medio de su amiga Mera Gutiérrez. Con el paso de los días la aplicac...