Una voz inaudible ━Encanto [Dolores x Mariano]

━ Capitulo 7 2/2

|Sigue a la luna y su brillo, probablemente te guíe a tu destino...|

Aquel día la música sonaba sin preocupaciones.
Admiraba el cielo estrellado y la luna llena, me daba paz.

No estaba tan alejada de la celebración Madrigal, huí ya que los oídos me estaballan con la pirotecnia.

Aún no podía asimilar que hace un año Adela estaba llegando al mundo.
No puedo asimilar que en unas horas ya no viviría aquí, dejaría mi vida atrás y lo poco o mucho que construí en encanto. Pero todo lo hago por amor.

Pareciera que los últimos años estuvieran pasando rapidísimos, probablemente eso pase cuando empiezas a sobrevivir en vez de vivir.

A mi alrededor entre la música y los estruendos escuché un crujido de ramas. Me alerté.

—Hola Dolores— susurraron.

—Mh, Mirabel ¿Qué haces acá?

—Se que te irás— me tomó tan de sorpresa que estuviera enterada.
Me levanté de la fría hierba.

—¿Cómo lo sabes?— ella se acercó lentamente.

Admiró la vista un tiempo y suspiro. No era de cansancio, era más un suspiro melancólico.

—Bueno, Isa es mi hermana— tomó asiento y dió una palmada a su lado, indicándome que me sentara. —Ella no se iría sin avisarme.

—¿Y qué opinas?.

—¿Eso importa?. No seré yo la que me valla, ella tomó su decisión y me toca apoyarla ¿qué no?

—Supongo, mh— dudé y lo notó.

—¿Pasa algo?. Pensé que tú eras la más interesada en irse.

—¿Por qué lo pensabas?.

—Por que no eres lo suficientemente feliz.

Ella tenía razón, pero no soy tan valiente como para irme. Necesité que alguien más lo propusiera para hacer notar mi opinión.

—No era idea mía originalmente, ella me lo propuso y terminé aceptando, mh.

—Bueno...— hicimos contacto visual. Casi telepáticamente entendimos que sería una despedida. —... siempre serás mi prima favorita— reí ligeramente. Era su única prima.

—Soy tu única prima...

—Hay déjame bromear, Dolores. Si no me río te lo juro que no me haces parar de llorar.

Su risa y voz era entrecortada, sonaba temblorosa.

—Realmente espero que encuentres tu destino. Espero que por fin puedas sentirte libre de ser feliz porque mereces algo mucho mejor— ambas podíamos sentir lágrimas rebeldes caer al costado de las mejillas. —No te olvides de mí, ven a visitarme o enviame cartas, pero quiero ser parte de tu presente. Yo te seguiré oyendo aún pasen años sin vernos, siempre que vuelvas tendrás unos brazos abiertos y un hombro para llorar— me abrazo tan confortablemente, para darme fuerzas. —Te voy a extrañar muchísimo...— murmuró entre sollosos ahogados.