VII

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Al llegar a mi casa (después de dos horas de correr por toda Atenas), me senté en el sofá de la sala y llame a Max a su celular, pasaron dos pitos y después me contesto una voz totalmente ronca y me dijo:

-¿Por qué tiene el idiota de Max tu celular?-, mis nervios se pusieron de punta, y con un tono bajito le respondí:

-Porque la semana pasada se lo di recién nos conocimos-.

-¿Y porque él tiene más de cinco llamadas diarias a tu celular desde la semana pasada?-, pregunto mucho más molesto.

-Porque mi hermano necesitaba a alguien que me prestase los cuadernos-, sabía que estaba mintiendo, pero es eso o que Max y yo suframos las consecuencias de mis actos.

-¿Sabías que no soy idiota Dulce?, tu muy bien sabes que le enviaste mensajes a Max acerca del estado de salud en el que estabas cuando no asististe la semana pasada. ¿Sabes lo frustrante que es el saber que TU chica ande de zorra y contándole todos sus problemas a sus amigos en vez a su queridísimo NOVIO y DUEÑO?-, ahora sí se me armo la grande, pero, aun conservando la poca dignidad que me quedaba le respondí:

-¿Por qué dices que eres mi NOVIO o mi DUEÑO, si tú te la pasas besándote y acostándote con otras chicas? ¿Por qué tienes el derecho de decir que soy tu novia cuando apenas nos conocemos? Y lo peor de todo ¿Por qué crees que tienes la potestad de hacer conmigo lo que se te da la regalada gana si apenas nos conocemos?-, pude notar que al otro lado de la línea Harry estaba hecho una fiera, y que si estuviera en frente suyo me estaría golpeando como nunca antes este lo habría hecho antes.

-¿Acaso no entiendes pedazo de mierda que TU ERES MÍA?-.

-¿Quién te dio el derecho de que digas eso Harry? ¿Acaso me has enamorado o siquiera me has hablado bien como para decir que eres algo especial para mí? Harry, podrás tener todo el dinero del mundo y tus padres podrán controlar el mundo, pero a mi no me vas a controlar, y ni pienses que te volveré a dar explicaciones acerca de lo que hago o dejo de hacer en mi vida-.

-¿Sabías que si me sigues hablando de esa manera la persona que pagara por tu bocota será Max?-, en ese momento no era de estar jugando con el sorprendente Harry Styles, si el quiere jugar esta bien veremos que sucede si al niño le quitan su juguete:

-Si te vas a meter con Max, créeme que así menos te voy a hacer caso-.

-¿Piensas que me voy a asustar con las amenazas de una chiquilla idiota como tu-, bufo, -por favor Dulce, pensé que eras más lista-.

 -Harry, te aconsejo y te lo digo de corazón, vete y olvídate de mí, hasta ahora me conoces y lo mismo digo de parte mía, no te conozco y te estoy odiando en este momento, y si tanto quieres que no te saque el malgenio o el demonio que llevas dentro, después de colgar llamare a la escuela y cancelare la beca, volveré a mi antigua escuela y te libraras de mí de una vez por todas-.

-No me amenaces Dulce, que el único que tiene derecho a amenazar en este juego creado por mí soy yo, y te advierto, si no vienes a la escuela en media hora, te juro que tus padres pagaran por tu estupidez-, con una sonrisa irónica en mi rostro le respondí:

-¿Y que piensas hacer? ¿Despedirlos y evitar que vuelvan a laborar? ¿Sabías que eso es chantaje y te puedo demandar?-, este soltó una estruendosa carcajada al otro lado de la línea telefónica y me respondió:

-No, eso sería perder mi tiempo, lo que hare es matarlos con mis propias manos y decir que tu queridísimo Max es el responsable del homicidio de la familia Zarate ¿Qué dices Dulce? ¿Ahora no te crees tan valiente como para enfrentarme?-, su amenaza me hizo callar y borrar la sonrisa en mi rostro, sabía que el era capaz de todo, pero no creí que sus amenazas llegasen más allá de los límites establecido por una persona con sus cinco sentidos bien puestos.

¡SOY TU DUEÑO Y QUE!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora