𝐒𝐞𝐠𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨 22

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[P. O. V Narrador Dot]:

Gracias a la tinta era viernes.
Día de descanso para otros, otra rutina cualquiera para nosotros henos ahí, comiendo nuestros respectivos desayunos sin ninguna preocupación. Al menos yo intentaba mantenerme con normalidad entre esa guerra de alimentos que mis hermanos inquietos habían armado.

Pasé mi vista de mi comida a la asquerosa escena de verlos reír descontroladamente, rociando comida a diestra y ciniestra. Divirtiéndose, dirían ellos. Más la diversión se les acabaría si algún trozo de aguacate me caía encima.

- Sé paciente Dot. Eres una mujer fuerte en medio de hombres inmaduros...

Le propuse a mi mente y hormonas femeninas alistar mi mazo querido pero la intervención con un golpe de la puerta azotando la pared me hizo dejar la idea. Por ahora.

Un asistente nos examinó de arriba a abajo, luego las paredes, piso, y cada rincón le robaron la atención. Apretó sus ojos con fuerza, mientras contaba hasta díez. Suspiró largamente, anhelando que pronto le pagarán para ir a la playa de Cancún.

- ¡Hey, Lorenzo! ¿qué cuentas? - saludo Wakko luego de lanzar un trozo de pan hacia el rostro de Yakko. Sacudió su cola felizmente, atento a las posibles noticias de algo favorable. Suelen estar más al pendiente de nosotros a petición de los actuales animadores y guionistas.

- ¿Tienes nuevos capitulos que requieran de estos angelitos? - en un santiamén, mis hermanos ya tenían colocadas un par de alas junto a un brillo celestial al fondo. Acomodé mi falda, si era el caso para fortuna de la audiencia, estábamos perfectamente listos para iniciar.

- Lo siento chicos, este día no hay grabaciones para ustedes - anuncio, justificando su lastima con el sonido de nuestros corazones romperse como el estruendo de un jarrón al caer. Ví piezas rotas en el suelo gracias a la interpretación de aquello, Yakko sacó una aspiradora de su bolsillo mientras limpiaba los trozos en el acto rápidamente. Arrojó el utensilio antes de fruncir el ceño, notoriamente en desacuerdo con el tema.

- ¿Otra vez? tienes que estar de broma, Lorenzo.

- Alfonzo - corrigió, escondiendo terriblemente su irritación - Que me llamo Alfonzo no Lorenzo, y por favor basta de insistir con eso de los nuevos capitulos. - rogó, entonces ya tratando de normalizarse en su paciencia. - Estoy aquí para verificar sus estados.

- A penas nos sacaron una segunda temporada, ¿cómo esperan que estemos? - recalque ahora yo, también cansada de mantenerme aburrida y sin atenciones del personal de maquillaje. Cuánto extrañaba a mi tutor de posturas.

- Sé que esperan seguir en acción, pero ese asunto no está en mis manos. Si tienen algún problema con ello, se pueden quejar con los ejecutivos.

Dió la sensación de que no se daba cuenta nos estaba alzando la voz. Cosa que, personalmente detesto, pero no tanto como Yakko. Podrá ser más alto, pero la sensibilidad en sus oídos es elevada increíblemente. Por lo cual, es bastante probable le hayan molestado las palabras de Alfonzo, rara vez lo veía con esa expresión que utilizaba en ocasiones que lo llevaban al extremo de su poca cordura acelerada.

Wakko era el más incómodo a los regaños serios. En le show, sabemos que no existen sermones fingidos o que vallan directamente con intenciones que mi hermano glotón considera: malas. Suele ignorar exclamaciones así, pero teniendo en cuenta hablábamos en algo de interés se le ponía otro lado a la moneda. Compartíamos el disgusto por esas acciones. Típico de los adultos, buscar un punto débil y atacar ahí cruelmente.

Cosas de humanos.

- Pues... Bien, ¡nosotros iremos a darles nuestras quejas! ¡no hay ningún problema! - Yakko buscó su voz en la valentía y burla a la que acude cuando lo dejan sin respuestas, o el haz bajo de la manga se vuelve poco efectivo. Le demostró absoluta negatividad a su intimidación.

𝐒𝐀𝐍𝐈𝐓𝐘 𝐈𝐍 𝐋𝐎𝐕𝐄 [Yᴀᴋᴋᴏ Wᴀʀɴᴇʀ×Lᴇᴄᴛᴏʀᴀ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora