Aquella mujer terminaba los últimos toques en la corbata que apenas lograba que ingresara el aire directamente a mis pulmones, cortándolo en mi cuello.
Esperábamos a un lado de las escaleras, dejándome ver a aquellos con sus trajes y vestidos bordados a mano con sus detalles en pedrería. Podría decirse que es muy bonito. Pero todo eso pesaría tanto solo para un noche.
Solté una exhalación al notar que aquella mucama terminó de acomodar lo que fuera de cualquier "imperfeccion" que difícilmente notaba en mi.
Mi vista se giró con curiosidad a las escaleras en donde por la grata casualidad, baja aquel atractivo hombre notando de inmediato mi presencia, deteniéndose al llegar frente a mi persona escaneandome. Por un momento sentí que la ropa era transparente y que podría ver a través de mi con sus fríos y hermosos obres negros.
-Señor Park -Saludo al termino de encontrarse con mi mirada -Dejeme decirle que se ve usted muy bien.
Oh lo pude sentir. Mis mejillas ardieron tanto que sentí que dolían, solo espero no verme del todo "Raro". Aunque por su mirada tan calculadora, neutra y pacifica, me decía que no era de su importancia. Lo cual me hacía sentir bien de alguna manera.
-¿Este es el chico? -Pregunto una hermosa mujer de cabellos claros y ojos arenosos, con cierto todo refinado. Al recibir un asentimiento del hombre que se había vuelto totalmente serio, ella abrió sus ojos en impresión -Vaya, parece todo un caballero, nadie podria pensar que es pobre.
Quitenle lo hermosa y queda una bruja. El señor Jeon carraspeo tal vez notando mi disgusto ante tan cruel comentario.
-Cuide su lenguaje-Le susurró tan amenazadoramente que sentí escalofríos en mi columna, aquella mujer solo le miró pensando que bromeaba en su tono pero el percatarse de su total seriedad está callo, bajando su mirada -De acuerdo señor Park, espero que tenga apetito, me encargue de pedir cierta especialidad que me gustaría que probara, si no le molesta mi atrevimiento.
-Oh claro que no, señor Jeon, será un gusto para mí.
Aquel hombre se posó a mi lado haciendo que ingresamos junto en aquel hermoso lugar, lleno de blanco y figurado pintadas en oro, las mesas con sus manteles delicado y sus sillas tan esponjosas que mi trasero agradeció el gesto. Muy bien la música me parecía algo aburrida, pero se que así viven esta clase de personas.
El señor Jeon se encargó de mi incluso al ingresar a un pequeño círculo de personas en donde curiosos de mi, solo preguntaron mi nombre tomándome como un caballero, lo cual me hizo sentir importante al igual que ellos.
-El joven Park es de la tercera clase -Bueno fue bonito antes de que la bruja abriera su boca -Con esas ropas no me sorprende que lo confundan con un caballero.
-¿Como es la tercera clase? -Pregunto con curiosidad uno de los hombres -Escuche que conviven junto a las ratas.
Rieron. Realmente no sé cuál es el sentido del humor que estos tienen, pero al ver la mirada seria del señor Jeon, todos en la mesa callaron. Al parecer es muy respetado.
-El señor Park es alguien a quien le tengo cierta estima, el no podrá entender sus arrebatos, pero yo si, así que les pediré que controlen esa lengua con mi invitado, caballeros.
-No sé lo tome enserio señor Jeon -Sugirio entre risas aquel hombre -No intentamos denigrar al joven Park, como usted piensa, simplemente fue un comentario curioso.
-Lo cual no fue de mi total agrado.
-Señor Jeon -Le susurre al estar a mi lado, lo cual, él se acercó unos centímetros para poder escucharme -Esta bien, la verdad no me importa lo que digan, no podrán hacerme sentir menos. No sé preocupe.
-Es mi invitado-Me susurró al igual, sintiendo que mis bellos de erizaban -Debo cerciomar respeto hacia a usted.
Aquella velada pasó a un grado de incomodad lo cual hizo que quisiera irme de allí. Aunque la comida era tan deliciosa, se me hacía tan amarga por las miradas llenas de recelo por parte de las damas presentes y la bruja, me hizo pensar que tal vez era aquella mujer que rechazó al señor Jeon, pero si hubiera sido un rechazo ¿Ella tendría que estar aquí?. No soy un entrometido en la vida ajena, pero no negaré que me causa cierta curiosidad.
Si de verdad esa mujer era con quien iba a comprometerse, gracias al cielo que no le dio ese hermoso anillo. Estoy pensando que el mar abierto es más valioso que esa bruja. El señor Jeon es muy inteligente.
Llevado a caso de una hora fue hora de llevar caminos separados, las damas se quedan a buchear un rato más, mientras los caballeros iban por unas partidas de póker. Lo cual no se me daba muy bien.
Al salir en su totalidad senti que respiraba sin saber que retenía ese aire, el señor Jeon se detuvo dejando que los demás hombres siguieran su camino, para acercarse a mi persona.
-Señor Park ¿Esta usted bien?
-Si, no se preocupe -Le mire regalándole una sonrisa lo cual noté que observo con detenimiento -Debo admitirlo señor Jeon que el poker no es lo mío.
-¿Entonces no vendrá?
-Disculpeme de ante mano -Hice una pequeña reverencia sin quitar aún mi sonrisa -Y disculpe ahora mi atrevimiento en invitarle a un baile real.
Ladeo su cabeza confundido, se que nunca antes se vio a alguien tan refinado como él en una festividad de la tercera clase. Pero el fue tan considerado en invitarme, sobre todo defenderme frente a esas perdonas que quede más que cohibido, aunque no se lo diría, de algún modo quería agradarle. ¿Por qué no darle una verdadera celebración?.
-Seria grosero de mi parte dejar a unos caballeros sin mi presencia -Hice una mueca, una que noto -Pero con gusto acepto su invitación.
Sonreí de nuevo, sorprendiendome a la vez que aquel hombre tan atractivo ahora me devolvía la sonrisa, su sonrisa es tan hermosa, dejándome ver como sus ojitos se arrugaban, junto a su nariz. ¡Este hombre quiere matarme!.
-No puedo negar que siempre he tenido curiosad su celebrar.
-Entonces ¿Qué estamos esperando? -Me hice a un lado moviendo mis manos hacia al frente -después de usted señor Jeon.
ESTÁS LEYENDO
𝑇𝐼𝑇𝐴𝑁𝐼𝐶 𝐋𝑎 𝐻𝑖𝑠𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎 𝐽𝑎𝑚𝑎́𝑠 𝐶𝑜𝑛𝑡𝑎𝑑𝑎 (KM)
Romantik𝐵𝑖𝑒𝑛 𝑎𝑣𝑒𝑛𝑡𝑢𝑟𝑎𝑑𝑜𝑠 𝑎𝑞𝑢𝑒𝑙𝑙𝑜𝑠 𝑙𝑜𝑠 𝑐𝑢𝑎𝑙𝑒𝑠 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑒𝑛 𝑒𝑠𝑡𝑎𝑟 𝑒𝑛 𝑎𝑞𝑢𝑒𝑙 𝑒𝑛𝑜𝑟𝑚𝑒 𝑏𝑎𝑟𝑐𝑜. 𝐴𝑓𝑜𝑟𝑡𝑢𝑛𝑎𝑑𝑜𝑠 𝑎𝑞𝑢𝑒𝑙𝑙𝑜𝑠 𝑙𝑜𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑖𝑒𝑛𝑒𝑛 𝑝𝑜𝑐𝑜 𝑦 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑒𝑛 𝑑𝑖𝑓𝑖𝑐𝑖𝑙𝑚𝑒𝑛𝑡�...