29 de Diciembre Sara

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El color blanco es abrumador, no siento la mitad de mi monumento, hay una cabellera rubia ceniza, en mis piernas tapadas con las típicas sábanas de hospital.

La cabeza en mis piernas se mueve, y me deslumbran unos ojos abriendose, ese azul que me vuelve loca, me escanea y sus labios rosas se abren en una "O" y sale corriendo diciendo no se que.

Llega un señor con bata blanca, tiene alrededor de 40 años. Saca una mini lamparita y me revisa los ojos, la luz me lastima. Dice que mis ojos están bien, oh yo creo que eso dice, mis oídos apenas me responden. El doctor se va y me deja a esa preciusura de ojos azules. Su boca se mueve y mi cerebro me repite todo lo que dijo aquel día, no lo quiero cerca, no quiero volver a emocionarme, no quiero salir lastimada, necesito que se aleje ahora...

-Ve...vet...te- Mis palabras salen junto con unas lágrimas, si me pusieron anestesia que mal hecho-Tu... ma...mal...lo

-Sara, no me digas eso por favor soy yo Orion tu slyth, tu chico de los ojos azules, no me pidas que me valla- sostiene mis manos y como estoy lo bastante cansada para quitarlas, decido dejarlas.

-N....no tu, ma...malo- Mis ojos sacan lagrinas cada vez más seguido.

-Sara, estas cansada te pusieron anestesia, descansa.

-Ma... Mamá... ma...-Mi boca esta seca... quiero a mi mamá, no a el. Su rostro muestra temor y sale corriendo yo sigo balbuceando para que mi mamá venga a mi lado. Segundos más tarde mi mamá entra, y en su rostro es evidente que no ah dormido nada.

-Mi amor que pasa, ¿Orion por que llora?

-Yo ... no... no lo se-Orion balbucea y mis ojos comienzan a cerrarse hasta acabar en el 5° sueño.

▪︎-¡SU PAPÁ NO LA QUIERE, SU PAPÁ NO LA QUIERE!- Una voz burlona, no para de decir las palabras que hieren mi corazón, una sombra aparece, me da su mano y me levanta.

Es mi chico de los ojos azules, me ayuda con esa sonrisa que amo, su mirada me reconforta, ya estoy casi de pie enfrente de el, cuando su boca se abre para acabar mi corazón...

-¿Enserio creiste que te quería? Eras un juego niña, no me interesas en lo absoluto- su mano suelta la mía y caigo, en un orificio, oscuridad es lo que encuentro ahí, la voz burlona y de Orion me disparan una y otra vez, no se detienen, después de varios segundos de estar bajando de ese hoyo, mi trasero choca con el piso, hay una pequeña luz roja que ilumina el cendero, la sigo, ya no quiero seguir mis pies duelen, un olor peculiar doma mi sentido de el olfato, "cigarro" mi boca se hace agua al sentir el olor, sigo caminando y me encuentro a una pelirroja de espaldas, el humo sale por enfrente, su respiración me dice que ah llorado, esta en el patio que muy bien conozco, al parecer no me ve, apaga su cigarro y lo tira donde los demás de su padre y madrastra, sube la ventana y se sienta en la cama, sus ojos mojados ven a una pequeña en profundo sueño, le acaricia el cabello y un beso cálido en su frente, se acuesta con audífonos en oídos y se dispone a intentar dormir, los gritos al otro lado de el cuarto hace que la pequeña a su lado se despierte asustada, la pelirroja le da otro beso y sale de el cuarto no puedo moverme, la pequeña se hace ovillo y sus lágrimas decienden de su inocente rostro, la pelirroja entra con un cuerpo en brazos la acomoda en medio de ella y de la otra pequeña, las abraza para intentar calmar todo el miedo que sus caras tienen, los gritos no cesan, y los golpes siguen en su punto▪︎
Despierto sobresaltada, lo curioso es que nadie está en esta tétrica habitación de hospital. Decido volver a dormir.

A la mañana siguiente, el doctor viene a verme y vuelve a revisar mis ojos, no se porque pero no me habla, o por lo menos no puedo oírlo, por que su boca se mueve, quiero creer que es por la anestesia, da la vuelta en su propio eje y dejarme sola. Orion aparece como salido de el cielo, con unas ojeras bastante visibles.

-Hola- toma asiento en la silla a lado de la cama- ¿Podemos hablar?

Mis ojos me traicionan y sueltan lágrimas

-No llores, déjame explicarte, no puedes enamorarte de mi. Por eso te intente alejar, por que no quiero hacerte daño,tu te vas a...-se queda en silencio y mueve la cabeza como si estuviera reteniendo lo que iba a decir- por favor perdóname. La noticia buena es que mañana te dan de alta y te quedaras en mi habitacion ya que esta abajo.

Meneo la cabeza pero el me vuelve a agarrar de mis mejillas. Su simple roze hace que las mariposas despierten y en ese momento deseo que haiga un vaso de agua, para ahogar a las malditas ...

-Me... puedo acomodar contigo?. Sara te amo.- su mano busca la mía y mis ojos se abren al tope-Prometeme que no me olvidarás cuando te vallas, te doy permiso que escribas sobre mi, pero no me olvides.

¿Ah que se refiere?

-Orion... yo no te olvidare, pero tampoco me alejes, por que al parecer me queda tiempo contigo-logro poner una sonrisa triste.

Sara te amo

Tres palabras que no olvidaré....

El Auto Que Cambio Mi VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora