VII

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—Perdón, ya mismo le cambio su orden.

—Así déjalo pequeña estúpida.

Iba entrando a la cafetería cuando vi está escena, un ser despreciable estaba tratando mal a mi Catherine, ella estaba con cara asustada mientras esté imbécil le gritaba, yo ya iba tras su cuello pero cuando la quemo con el café que el bebía no se dio cuenta que firmó su sentencia de muerte en ese momento, sin pensarlo le di un puñetazo en el rostro y sin dejarlo levantarse del piso lo arrastre a la salida, aventando su cuerpo en el asfalto, me incline y le di dos pequeños golpes en la mejilla.

—No vuelvas a este lugar

Los humanos como los animales tenemos cierto instinto de supervivencia, bastó que me mirara a los ojos para saber que no representa una amenaza para mí, así que no dijo nada pero un sudor frío se asomo por su frente, esto será sencillo.

Entre a la cafetería tenían a Catherine con algo de hielo en su mano, yo me la llevé de ahí para que la trataran en un hospital, tuvo una quemadura leve, pero lo que más me molestó fue verla llorar.

—Tranquila peque ya pasó.

—No lo entiendo, siempre soy amable.

—Fue un mal día para ti, ven, te llevaré a casa.

Un mes había pasado desde que la vi llorar, en verdad, No sé de donde saque tanta paciencia.

—Veamos, Kim Joon Bum, tienes 32 años, trabajas como oficinista, hijo mayor, esposa y dos hijos.

Estaba atado en una silla mientras trataba de liberar sus manos y pies de las ataduras.

—Oye cálmate, también estoy nervioso, nunca había matado un hombre, es nuestra primera vez para los dos, supongo que tu esposa no va extrañarte, después de todo, saliste de viaje de negocios.

Empecé a rociarlo con líquido para encender fuego, dejo de moverse solo comenzó a llorar, ya debe saber que no puede hacer más.

—No te voy a mentir, esto te será muy doloroso, y muy lento, pero tú la quemaste primero a ella ¿no?, solo te devuelvo el favor.

Encendí el fósforo y se lo arroje, verlo quemarse mientras gritaba me reconfortó, nadie debe tocar a mi pequeña eso no está bien y no es correcto.

Encendí el fósforo y se lo arroje, verlo quemarse mientras gritaba me reconfortó, nadie debe tocar a mi pequeña eso no está bien y no es correcto

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CatherineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora