Efímero.

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Yacía el alba por la mañana y todavía no consigía dormir tal vez sería por lo que pasaría hoy, por presenciarte. Nunca me atrevería a encontrarme con alguien de esta forma pero la verdad no eras un alguien cualquiera. Seguía pensando en todo, cómo había pasado tan rápido y en qué pasaría después. Ya me lo había imaginado muchas veces, en todas aquellas termina sonriente sólo con ver que estabas allí, mirándome, sintiendo como te acercabas para tocarme pero nunca sentí realemente. Hoy era el día, no estaba preparada, no era suficiente tiempo. Te conocía pero siempre desconfié y lo seguiré haciendo hasta que no haya un prueba de que me contradiga en lo ya dicho. Sonará el despertador en poco tiempo y tendré que enfrentarme a lo que sea que venga. En el fondo sé que con tal de que lo que venga seas tú no me importa mucho lo demás. Era tiempo de irme y de dejar de pensar en desvaríos.

Salí de casa, con los nervios recorriendome el cuerpo y algo más, ansias, asias por verte, por fin verte. No pude evitar mirar hacía el cielo y allí estaba la luna, lo que me recuerda que siempre solias decir " Al fin y al cabo no estamos tan lejos si vemos la misma luna". Me parecia algo molesto que todo lo que viera me recordase a ti, nunca me gustó la idea de que alguien se apoderara de una parte de mi cabeza. Y puedo decir que llegué a odiarte, odiar que estuvieras aquí conmigo sin todavía estarlo, que dijeses cosas hacía mi persona que me provocasen vivir día a día en cada parte de tu cuerpo y de saber hasta los rincones más insospechados de tu alma, que me hicieses compañía en esas noches de insomnio cuando nadie más lo hacía, de estar ahí cuando nadie jamás supo hacerlo. Aun así sigo teniendo aquel miedo dentro de mí de que todo pueda ser un hermoso producto falso, el amor que siento por ti sea falso. Entonces me atreveré a decir no me importará, no importará con tal de verte.

Entré a la estación de metro, seguía pensado, pensado en ti, en si te gustaría el libro que tenía para ti de aquel autor francés que te gustaba tanto. Subí la mirada hacía el cristal del metro, me vi, parecía estar en un estado de ánimo pasivo y relajado, lo parecía. Por dentro sentía una mezcla de sentimientos nauseavundos. Escuché el nombre de la estación en la que tenía que bajarme y sabría con creces que si bajaba y salía de la estación estarías allí, esperándome. Tarde unos segundos en reaccionar, me puse de pie y salí lo más rápido que pude. Simplemente me dejé llevar por todo, no me importaba nada, aquella desconfianza de la que te hablé desapareció, sólo quería verte. Empecé a correr, subí las escaleras, tu estación estaba justo enfrente de la mía separada por un paso de cebra, llegué al final. Te vi estabas allí sonriendo, en aquel momento mi alma se llenó de alegría, nunca sentí algo así, era aquel sueño hecho realidad. Corrí hacía ti lo más rápido que pude y creo que demasiado, ya que lo último que recuerdo era tu cara gritando mi nombre... Hasta que todo se desvaneció, la verdad no sé pero creo que aquí fue el fin de este sueño, siempre me quedaré con lo bueno, con aquella felicidad que me brindaste antes de que las luces se apagaran. Nunca me gustaron las despedidas. Por eso diré que aunque no pasó recuerdo todas aquellas cosas de las que hablamos, fueron efímeras. Y algo más que decir me encantó verte sonreir, aquella fue la última luz que vi.

Reid Specer. 💙

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⏰ Última actualización: Apr 08, 2015 ⏰

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