Ni tan JUNTOS, ni tan REVUELTOS - YoonKook/NamKook

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Jeon Jungkook había recorrido aquellas calles en más de una ocasión, a veces en compañía, o a veces solo, vistiendo nada más que su uniforme escolar y su imborrable sonrisa, la cual era provocada por él. Sin embargo, ya no era un chico de escuela, y parecía que una eternidad había pasado desde la última vez que estuvo allí, sonriendo para su ex novio. Ahora, lo único que le quedaba, además de los lindos recuerdos, era un embarazo de 18 semanas, del que se había enterado hacía 3 días.

El chico pasó una mano por su cabello negro, despejando su frente sólo por un par de segundos, pues sus crecidos mechones volvieron a cubrirla de inmediato. Presionó el botón del elevador y con las puertas cerradas, miró el sobre en sus manos, como si se tratara de una sentencia. De cierta manera, le hacía recordar a su hermano mayor, con la diferencia que, aunque hubieran existido grandes problemas entre él y su cuñado, había un amor más grande que los unía.

Tampoco es que Jungkook odiara a su ex novio. Todo lo contrario. Kim Namjoon había sido el ideal de novio perfecto en todos los ámbitos, lo cual lo volvía mucho más complicado. ¿Cómo puedes borrar la huella que deja alguien que ama tan bonito y real, como Namjoon lo hizo con él? Y con este embarazo, aquello parecía imposible.

Pero, él estaba seguro de sus sentimientos. Estaba enamorado desde hace años de su actual novio, y no renunciaría a los casi 3 años de espera para tener una oportunidad con él, por un bebé no planificado. Si tan solo hubiesen sido más cuidadosos y no se hubieran dejado llevar por la pasión del momento.

En su viaje al departamento de Namjoon, Jungkook intentó aterrizar en su memoria qué día fue aquel que les fregó todo. 18 semanas atrás, estaba celebrando muchas cosas; literalmente, habían hecho el amor por cada asignatura que aprobó, por lo que, era muy difícil determinar cuál de todas esas veces, se les pasó por alto la debida protección.

Mierda. Se sentía tan perdido. Su vida por completo estaba a la deriva, sin tener ni una maldita idea de qué haría de ahora en adelante. Lo único claro, es que sabía que contaría con el apoyo de su familia; refiriéndose a su hermano Seokjin y al sol que tenía de cuñado, Taehyung. No a su madre que se había puesto como una bruja al enterarse de todo, ni al sin pantalones de su padre, que no conseguía tomar su lugar e interponerse a la voluntad de su esposa. También estaba su novio, por supuesto, el que se mostraba demasiado despreocupado para su gusto, lo que, en cierta medida lo inquietaba, temiendo el momento de inflexión en que la situación lo superara y terminara estallando de alguna manera. Lo comprendería si eso pasaba, porque él mismo no se imaginaba en los zapatos de Min Yoongi. Y, finalmente, y aunque aún no le compartía la noticia de que sería padre, estaba su ex novio, alias "pastelito", cortesía de Taehyung. Sin verlo, ya podía visualizar sus ojos de niño grande, brillando en emoción y el par de hoyuelos resaltando en una gran sonrisa; y aquella imagen mental le hacía doler el pecho y revolvía sus intestinos, porque era demasiado lindo todavía, incluso en su imagen mental.

¿No podía ser Namjoon simplemente, el típico ex al que le tiras mierda despreocupadamente, porque fue un canalla? Eso tornaría todo más sencillo para el joven de 19 años.