Gianna.
Una noche más en este lugar, un suspiro sale de mis labios, estoy cansada de esta vida.
Pero es lo único que me queda, no quiero seguir en esto, pero es lo único que me queda por hacer.
Después de la muerte de mi madre mi padre se volvió loco, comenzó a consumir sustancias ilícitas, y en mi casa todo se volvió un caos.
Gracias a mi padre tengo que trabajar aquí, por que de lo contrario a mi padre lo matarían y luego seguiría yo.
- Sales en dos minutos Medusa - es mi nombre artístico.
Según las chicas hipnotizo a los hombres, no me considero tan atractiva pero es lo que hay.
Me veo en el espejo, ya son casi dos años en esto, me coloco mi antifaz y arreglo mi peluca, es algo que agradezco no salir así. Con mi rostro al aire libre y con mi cabello natural.
Cualquier persona puede saber quien eres, y es algo que agradezco tener el antifaz me da un poco de seguridad que nadie sabe quien esta detrás de la máscara.
Observo mi atuendo muy revelador, el color azul del pequeño vestido trasparente no lucen tan mal, hasta me atrevería a decir que es muy bonito.
Veo la lencería que tengo debajo, es del mismo color del vestido, tengo que iniciar bailando con este diminuto vestido y luego terminar en ropa interior. Es algo humillante pero todo es culpa de mi padre.
Sí no hubiera hecho ese maldito préstamo, nada de esto hubiera pasado.
Pero no puedo quejarme, y aun que lo haga nada remedira mi situación, es la única forma en la que puedo llevar alimentos a mi casa y poder pagar esta maldita deuda.
Salgo de mi camerino, cada una de las chicas tenemos uno, sí, como estrellas de cine.
- ¡Lo que todos estaban esperando con ustedes! ¡Medusa ! - los aplausos y silbidos se hacen presente.
La melodía comienza a sonar, al inicio es lenta y suave, inicio moviendo mis caderas de un lado a otro.
Los hombres gritan, paso mis manos por mi cuerpo y les doy la espalda, bajo lentamente y mi trasero queda en primera fila.
Los billetes comienzan a caer en el escenario, billetes que recoguen las chicas encargadas para eso.
Todo lo que tiran los hombres la mitad es para la deuda, el resto es de mi jefe, él cuál es un maldito. por que no es él quien debe humillarse noche a noche por pagar una deuda y mantener a un padre alcohólico.
La canción sigue su ritmo, pero ahora inicia a ser llena de sensualidad, el vestido que llevo conmigo los comienzo a sacar.
Los gritos se hacen más fuertes, los billetes siguen volando, cuando estoy en ropa interior, camino hasta el tubo metálico que esta en el centro del escenario, subo a él y bajo lentamente y sensual.
Gateo hasta donde están unos hombres de traje, bajo mi cuerpo y ruedo por el escenario.
Cuando me detengo quedo en frente de una mirada gris, una nariz perfilada y un rostro fino, y cabello negro que lo hace ver más guapo.
Me acerco a él, paso mi nariz por su mejilla beso antes de alejarme , lo sé, estoy siendo muy atrevida.
Me observo con el ceño fruncido, le guiño un ojo al mirar su rostro confundido.
Me pongo de pie, camino de manera provocadora hasta el tubo, doy unas vueltas más. Para terminar mi baile rodeando el tubo con mis piernas hasta caer sentada en el suelo.
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Mi Bailarina Perfecta
RomanceLo cautivo con esas hermosas y sensuales caderas, con esas piernas que rodeaban el tubo metálico, esas finas manos que se pasaban por su hermoso cuerpo. su cabello moviéndose con el ritmo de la música, esos ojos verdes con toques azules lo enfocaron...