•| Cuatro |•

35 3 0
                                    

El Omega llega a su casa temblando por el reciente orgasmo, las manos de Aarón alrededor de su pene lo hicieron delirar, joder.

¿Tan así sería a partir de adelante?

Se tira en su cama y cierra los ojos dándole paso a las imágenes que sucedieron hace poco tiempo.

La voz, sus manos, sus toques.

Lo volverían loco sin lugar a duda.

Sus dedos van en busca en su cinturón, lo desprende y desprende el botón del pantalón.

Volvería a jugar.

Su celular suena y él atiende, ni siquiera se fija quién es simplemente responde.

—No juegues sin mí.

Matías jadea al escuchar a Aarón.

¿Cómo demonios sabía?

Mierda.

—No digas malas palabras, amor, podría castigarte.

Matías asiente y muerde su labio, su mano sigue masajeando su miembro una y otra vez, no dejaría de masturbarse.

Matías.

—Por favor.

¿Desde cuándo era así?

No tiene que pedir por favor, es libre de hacer lo que él quiere, pero su Omega, su maldito Omega interior le suplica que Aarón no se enoje con ellos.

—Piensa que son mis manos, amor.

Él asiente, sí que lo imagina, joder hace menos de media hora estaba masturbándolo.

Se siente morboso.

—Aprieta tu glande y has círculos en él.

Lo hace, sigue cada instrucción del mayor quien también se está tocando por encima de la ropa.

Aarón nunca en su jodida vida se había excitado tanto con un Omega.

Y Matías se corre, los espasmos los recorren completamente, Aarón se corre al escuchar el sonido glorioso que se escapa de los labios de Matías.

Son unos completos morbosos.

• ────── ✾ ────── •

Matías mira a sus alumnos escribir todo lo que está escrito en el pizarrón, él está un poco ido, pensó que Aarón le mandaría un mensaje, pero ni siquiera ha sucedido.

Trata de no verse tan preocupado, pero lo está.

Por su mente pasan muchas cosas, pero trata de no pensar tanto.

Prefiere distraerse.

— ¿Listo chicos? Voy a tomar los orales que todos han preparado sé que muchos son tímidos por eso lo haremos solamente quien vaya a dar el oral y yo, para que estén más cómodos.

Todos se ríen, aman a Matías, siempre es comprensible con ellos.

Yonna es la primera, él le hace algunas preguntas y ella responde correctamente cada una, después prosigue con el oral y él sonríe.

La chica había mejorado notoriamente.

—Bien, tienes diez, no decaigas, espero que sigas así.

La chica sonríe y asiente.

—Mati.

Ella llama antes de salir por la puerta.

El Omega la mira.

—Mi hermano no deja de hablar de ti.

Le guiña el ojo y sale.

Sus mejillas se ponen rojas y carraspea.

—Empecemos Mandy.

Habla en cuanto entra la beta.

No puede evitar que su corazón siga latiendo muy rápido por las palabras de la chica.

Joder.

• ────── ✾ ────── •

Polo y Ares irían a cenar a su casa por lo tanto el cocina para ellos tres.

Elige papas al horno con carne asada, muy bien condimentada, compro vino para la celebración ya que Polo y Ares se casarían en otoño.

Él está muy feliz por sus amigos, al principio no le agradaba Ares ya que era algo misterioso y raro, Matías no quería que lastimara a Polo pero resultó ser un buen alfa y amigo.

La puerta es tocada y él sonríe para ir abrir, sonríe al ver a la pareja, Polo lo abraza y su amigo le susurra "Felicidades" en su oído.

—Pasen, la cena está casi lista.

—Trajimos helado.

Matías asiente y lo lleva al refrigerador para que no se derrita, esperan a que la carne y papas terminen de hacerse y por mientras hablan de cosas.

El timbre suena y Matías frunce el ceño.

— ¿Vendrá alguien más?

El Omega niega, no sabe quién podría ser.

—Iré a ver.

Abre la puerta y se encuentra con Aarón.

Sus ojos se abren por la sorpresa y Aarón sonríe.

—Hola amor — Mira hacia dentro y ve a la pareja — ¿Interrumpo?

El niega, deja que Aarón pase y este besa su mejilla cariñosamente

—Chicos él es Aarón, el chico con quién estoy saliendo.

Polo le da la mano al igual que Ares.

—Iré a ver la comida, ya vengo.

Polo lo sigue mientras ríe.

Ambos alfas quedan conversando animadamente.

—Vaya alfa, amigo.

Matías únicamente se sonroja.

—Ayúdame, y deja de mirarlo — sonríe y continua — Es mío.

JealousyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora